En efecto, como me lo pronosticara el chofer cubano de Uber Cuba 0013, me volví loco pa´l carajo.
Llamé a un Uber interprovincial y me fui de Saint Louis al pueblito de Springfield, Missouri, donde se iba a organizar un rally nada más y nada menos que con Donald J. Trump. El Presidente en persona.
Para que tengan una idea de lo que el taxi Uber me costó, Springfield queda a unas 200 millas de donde yo vivo en Saint Louis. Así que calculen por ustedes mismos. Con tarifa preferencial inter-ciudades y todo, fueron mil y picón largo de dólares: exactamente, mil novecientos dólares con 59 centavos, ya con taxes y la propina incluida.
Cuando estábamos llegando al parqueo de la John Q. Hammons Arena, donde a las 6:30pm (hora de Cuba) será el evento hoy viernes 21 de septiembre de 2018, la chofer del InterCity Uber me miró de arriba a abajo como a un gusano de mierda. O sea, como lo que soy. O sea, como lo que somos todos y cada uno de los cubanos, comunistas o anticomunistas, desde que Fidel Castro nos rebautizó. Gusanos de mierda.
―Hey, dude: you ain´t no comin´ to this motha-fucka Trump fuckin´ shit, right?
Medía como seis pies la mulataza. Tenía cara de armas tomar. Y por ningún motivo en el mundo yo me hubiera atrevido a ejercer ahora mi correspondiente porción de supremacismo blanco. Ni loco.
―No, madam, of course not ―le mentí, apendejado más que apenado―. I´m just visiting Springfield because my mother is very very ill, at the hospital, maybe even dying. Would you pray for her, please?
Y por si acaso, añadí, para que la Uber-chofer de aquel carrito Rambler acabara de quitar los seguros de las puertas y me dejara bajarme en paz:
―I voted for Bernie Sanders, you know.
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Orlando Luis Pardo Lazo lee Uber Cuba 0014:
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