En las últimas semanas, la prolongada disputa territorial entre Venezuela y Guyana se ha intensificado, atrayendo la atención internacional. En el centro de esta disputa se encuentra un área de 160 000 kilómetros cuadrados que rodea el río Esequibo, una región de terreno mayoritariamente selvático y una zona marítima rica en reservas de petróleo y gas.
Contexto histórico y acontecimientos recientes
La controvertida frontera se estableció en virtud de un acuerdo de 1899, cuando Guyana aún era colonia británica. Desde entonces, ambas naciones han reclamado la propiedad de este territorio escasamente poblado. El reciente descubrimiento de unos 11 000 millones de barriles de petróleo y gas, frente a las costas de Guyana, ha reavivado la reivindicación de Venezuela sobre la zona.
En un movimiento estratégico, Venezuela celebró un referéndum en el que los votantes apoyaron la creación de un nuevo Estado en el territorio en disputa y rechazaron la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el caso. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha prometido iniciar exploraciones petrolíferas y mineras allí. Los analistas en Caracas, sin embargo, sugieren que este referéndum, más que señalar una invasión real, es un intento de Maduro de consolidar el apoyo y demostrar fuerza de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
Importancia económica del territorio en disputa
La zona del Esequibo, en tierra firme, sigue en gran medida sin explotar, pero en la región de alta mar se han producido importantes descubrimientos de crudo y gas, que han situado a Guyana en el mapa mundial de los productores de petróleo. Un consorcio en el que participan Exxon Mobil, la china CNOOC y la estadounidense Hess comenzó la producción de petróleo en Guyana, en 2019. Con una producción que actualmente ronda los 400 000 barriles diarios y que se espera que supere el millón de barriles en 2027, la economía de Guyana está preparada para un crecimiento sustancial.
Por el contrario, Venezuela, a pesar de poseer las mayores reservas de crudo del mundo y vastos yacimientos de gas natural, ha experimentado un descenso de la producción, atribuido a las sanciones de Estados Unidos, la presunta corrupción y el deterioro de las infraestructuras. El reciente anuncio de Maduro de autorizar la exploración petrolera en el Esequibo ha complicado aún más la situación. También ha advertido a las compañías ‘offshore’ existentes en Guyana, incluida Exxon, que cesen sus operaciones en un plazo de tres meses.
Tribunal Internacional de Justicia y respuestas diplomáticas
La CIJ, a la que acudió Guyana para que impidiera el referéndum venezolano, no prohibió explícitamente la votación, pero se pronunció en contra de cualquier acción que alterara el statu quo. A pesar de ello, Maduro ha insistido en el carácter vinculante del referéndum, previamente considerado “consultivo” por su gobierno.
En respuesta, el presidente de Guyana, Irfaan Ali, ha condenado las acciones de Venezuela como un flagrante desprecio de las órdenes de la CIJ, calificando a Venezuela de “nación fuera de la ley”. Guyana ha intensificado su alerta militar y tiene previsto informar de los acontecimientos a las Naciones Unidas y a la CIJ. Ali también ha intentado tranquilizar a los posibles inversores, citando el apoyo internacional a Guyana.
El ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, en diálogo diplomático a través de las redes sociales, se refirió al resultado del referéndum como un “mandato inapelable”. Mientras tanto, Guyana ha puesto en duda las cifras de participación electoral del gobierno venezolano para el referéndum, señalando la baja asistencia observada en los colegios electorales.
Los Estados Unidos de América contra Víctor Manuel Rocha
Denuncia penal presentada ante un tribunal federal de Miami, contra el ex diplomático Víctor Manuel Rocha, por ayudar en secreto a la “misión clandestina de recopilación de información de Cuba contra Estados Unidos”, al menos desde 1981.