Los túneles, excavados durante décadas bajo la Franja de Gaza, albergan combatientes, puestos de mando, armamento y mucho más. El mayor secreto de Hamás está enterrado hasta veinte pisos bajo la superficie de la Franja de Gaza, en Palestina.
El grupo militante gestiona un vasto sistema de pasadizos subterráneos que, unidos, abarcan una distancia de 500 km. Los túneles son una intrincada fortaleza subterránea construida para proteger a los combatientes de Hamás del ejército israelí.
Tras la ofensiva israelí en Gaza, ha llegado el momento de poner a prueba esas defensas subterráneas. Israel ha estado llevando a cabo un bombardeo casi constante y otras maniobras militares sobre la Franja de Gaza desde el reciente ataque sorpresa de Hamás el 7 de octubre. En el ataque murieron 695 civiles israelíes y 373 miembros de las fuerzas de seguridad y 71 extranjeros. El objetivo es destruir el sistema de túneles y eliminar a Hamás. Ha habido más de 18 600 bajas palestinas como resultado del contraataque de Israel.
Ahora mismo, el destino de Hamás está en esos túneles, e Israel ha prometido no parar hasta destruirlos.
Para contrarrestar las enormes ventajas tecnológicas de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI), Hamás construyó su red de túneles. Con divisiones de tanques, más de 300 aviones de combate, submarinos con armas nucleares y fuerzas de operaciones especiales de élite, las FDI se encuentran entre los ejércitos más formidables del mundo. Además, posee uno de los sistemas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento más avanzados de la actualidad, el cual integra inteligencia humana con datos recogidos de teléfonos móviles, wifi y otras emisiones electromagnéticas, así como la serie Ofek de satélites espía, con el fin de vigilar a los enemigos de Israel.
Por todo ello, a un ejército guerrillero como Hamás le resulta difícil combatir a cielo abierto. Mientras operan en la superficie, en edificios y en zonas desprotegidas, las fuerzas de Hamás pueden ser identificadas, seguidas y atacadas. Incluso en lugares con un escudo protector de interferencias de GPS, la aviación israelí —ya sea mediante aviones tripulados o drones— puede localizar a los guerrilleros en el laberinto urbano de la Franja de Gaza y apuntarles con bombas de precisión. No hay lugar en la superficie en el que Hamás pueda esconderse de la avanzada tecnología israelí.
Pero, la extensa red de inteligencia de Israel no sólo es incapaz de ver el interior de un sistema de túneles subterráneos, sino que tampoco tiene idea de la extensión real de estos.
El sistema de túneles ejemplifica lo que los expertos militares llaman “guerra asimétrica”. Es decir, aquella en la que un bando trata de aprovecharse de las debilidades del otro en lugar de esforzarse por igualar sus fuerzas. Así, miles de militantes de Hamás se refugian en los túneles, donde permanecerán ocultos hasta que cesan los bombardeos, y donde a menudo —dada la actual intensidad de estos— encuentran la muerte al derrumbarse las galerías.
Las operaciones de combate también se benefician de los túneles. Utilizarlos es como jugar a un juego mortal del escondite; puedes mover rápidamente fuerzas bajo el campo de batalla mientras permanecen ocultas. En particular, los flancos y la retaguardia de las fuerzas israelíes son vulnerables a los rápidos refuerzos de Hamás.
Las fuerzas israelíes tendrán que prescindir del apoyo de los tanques, las comunicaciones inalámbricas por radio, el GPS y otras ventajas convencionales si se aventuran en las profundidades bajo la Franja de Gaza. En ellas, los soldados israelíes están en desventaja, sobre todo de noche. En un escenario que recuerda la peor pesadilla, los combates tienen lugar a muy corta distancia y, dado la estrechez de las galerías, es imposible para quien está emboscado, no acertar de plano sobre los objetivos que se aventuran en ellas.
El nombre del sistema subterráneo es “El Metro de Gaza”. Construido originalmente para facilitar el contrabando de armas a Gaza desde la península del Sinaí, que está bajo control egipcio, se amplió después para reforzar la guerra de guerrillas contra Israel.
Nadie sabe con certeza cuántos kilómetros de túneles ha excavado Hamás bajo Gaza, pero afirman que son cerca de 500. A más de 20 pisos bajo tierra, algunos de los túneles alcanzan profundidades de 230 pies. Las Fuerzas de Defensa israelíes han afirmado que las galerías se edificaron utilizando materiales de construcción que Hamás había sustraído de proyectos civiles.
Los túneles se excavan con herramientas eléctricas y, cuando no se dispone de ellas, manualmente. Algunas galerías tienen más de dos metros de altura y están reforzadas con hormigón para evitar que se derrumben, según un periodista del Wall Street Journal. El informe afirma además que los túneles están conectados a líneas de comunicaciones, probablemente ethernet o un sistema de telefonía fija. Dependiendo de la cantidad de tráfico peatonal, algunos túneles están iluminados por luces tendidas desde arriba, mientras que otros no.
Cientos, si no miles, de apartamentos y lugares de trabajo subterráneos estarán conectados por estos túneles. Se incluyen en esta categoría los búnkeres utilizados para defensa, ensamblaje y almacenamiento de cohetes, almacenamiento de combustible, agua, armas, y mando y control.
Las Fuerzas de Defensa israelíes afirman que Hamás ha escondido sus bases bajo edificios civiles, como el hospital al-Shifa, para proteger a sus fuerzas de ataques que podrían dañar a personas inocentes, usando a estas como escudos humanos.
Muchos de los túneles serpentean, dando rodeos. Esto se debe a dos factores. En primer lugar, impide a la inteligencia israelí deducir su verdadero curso de acción al ser descubiertos. En segundo lugar, los zigzags disminuyen el impacto de las bombas israelíes al impedir que las ondas de presión se desplacen por un sistema de túneles en línea recta.
Israel siempre se ha mostrado reacio a enfrentarse a Hamás, incluso antes del conflicto actual. El ala militar de Hamás, las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam, está compuesta por una fuerza de entre 30 000 a 40 000 combatientes. Aunque su entrenamiento es escaso en comparación con el del soldado israelí medio, son numerosos y disponen de toda la Franja de Gaza y el Metro de Gaza para esconderse. El gobierno israelí ha venido aplazando la cuestión de Hamás debido a esto y a la amenaza que supone para su población civil los ataques masivos con cohetes, como el sucedido el pasado 7 de octubre.
Las Fuerzas de Defensa israelíes están aplicando ahora una estrategia múltiple para erradicar a Hamás. Antes de aislar el norte de Gaza del sur, las FDI iniciaron una incursión terrestre en dos frentes. A continuación, procedieron a localizar y destruir al menos 500 de las 800 entradas de túneles que habían encontrado hasta el 3 de diciembre.
Estas acciones redujeron significativamente la capacidad ofensiva de Hamás, al reducir el número de salidas de túneles operativas. No es fácil excavar nuevos túneles debido a la profundidad de muchos de ellos, sobre todo cuando hay combates.
A medida que avanzan, las fuerzas israelíes también el sistema de galerías. Al parecer, las bombas Spice, diseñadas para destruir búnkeres, están siendo utilizadas por la Fuerza Aérea israelí para derrumbar túneles poco profundos. Ha habido informes de socavones que se abren a nivel del suelo como resultado de esto. The Wall Street Journal publicó que el 13 de diciembre, Israel comenzó a inundar algunos de los túneles con agua de mar, una estrategia que también fue considerada por el gobierno egipcio, en 2015, cuando estaban luchando contra los túneles de contrabando que conectan Gaza y la península del Sinaí en Egipto.
Al mismo tiempo, la respuesta de Hamás no se ha hecho esperar. El avance de la infantería regular israelí está condicionado por una estrategia de respuesta ofensiva con emboscadas, trampas explosivas y autovoladuras. Pero el hecho de que 137 rehenes sigan retenidos por grupos palestinos (incluido Hamás), sugiere que a pesar de los riesgos que ello implica, será necesario enviar tropas a túneles concretos. Al parecer, Israel ha formado una “unidad especial”, probablemente compuesta por fuerzas de élite, para luchar en el sistema de túneles, según NPR.
A pesar de la intensidad de la ofensiva israelí, el vasto sistema de túneles que aún mantiene Hamás, sirve de bastión para las decenas de miles de miembros del grupo guerrillero. Con toda seguridad, la Franja de Gaza tendrá que soportar meses de combates adicionales antes de que la amenaza subterránea sea eliminada por completo, pero algo sí es cierto, la destrucción de estos túneles es el camino hacia la destrucción total de Hamás.
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