Las elecciones del 23 de julio en España han ofrecido un resultado sorprendentemente ajustado, poniendo en entredicho la gobernabilidad del país. A pesar de las expectativas iniciales del Partido Popular (PP) de una victoria decisiva, el partido ha obtenido una victoria marginal, superando al PSOE por apenas 300 000 votos.
Hace tan solo una semana, el PP aspiraba a 168 escaños y esperaba poder gobernar sin depender del partido Vox. Sin embargo, una sorpresiva resistencia de la izquierda, encabezada por un PSOE que ha superado sus resultados de 2019, ha dejado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, con un margen de victoria muy reducido. Los resultados actuales del Parlamento requieren de complejas negociaciones, pudiendo conducir a un gobierno encabezado por Pedro Sánchez, líder del PSOE, si se inclinan hacia una alianza con Sumar, PNV, ERC, Bildu y BNG.
La situación se complica aún más con la necesidad de que el partido Junts se abstenga para que Sánchez sea presidente. Míriam Nogueras, representante de Junts, ya ha declarado en la noche electoral: “No haremos presidente a Pedro Sánchez a cambio de nada”.
Por su parte, Feijóo, quien ganó la elección por un margen mínimo en votos, podría enfrentar dificultades para formar un gobierno a pesar de tener una mayoría de escaños sobre el PSOE.
En un cambio de tono, el líder de Vox, Santiago Abascal, reconoció la resistencia de la izquierda, admitiendo: “Han hecho fracasar la suma de la derecha”. Si bien Vox ha logrado mantener su tercera posición en escaños, esta posición puede resultar inútil si el partido no puede formar parte de un gobierno.
La campaña política estuvo marcada por intensas rivalidades y decisiones estratégicas que pudieron haber influido en los resultados. Desde la polémica entrevista de TVE con Feijóo hasta la creciente relación del PP con Vox, estos factores parecen haber movilizado el voto progresista más de lo previsto.
Con España dividida y una investidura en el aire, el país enfrenta la posibilidad de nuevas elecciones si no se logra una coalición estable. Las próximas semanas serán cruciales para determinar el rumbo político.
El PP gana las elecciones pero no consigue la mayoría absoluta junto con Vox
En una noche llena de sorpresas y desilusiones, el Partido Popular (PP) no consiguió la esperada mayoría absoluta en coalición con Vox, dejando incertidumbre sobre la gobernabilidad del país. Pese a los indicios previos de una victoria convincente, el PP solo logró 136 escaños y Vox 33, quedándose a siete de la mayoría absoluta requerida para una investidura en primera votación.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no ocultó su decepción y sorpresa al manifestar desde la sede del partido en la calle Génova de Madrid. “Los españoles nos han dado la confianza. Y también han dicho a todos los partidos que dialoguemos. Como candidato del partido más votado creo que mi deber es abrir ese diálogo para intentar gobernar nuestro país”, afirmó Feijóo.
Feijóo, insistiendo en que su partido fue el más votado, hizo un llamado para que se le permita formar gobierno y evitar el bloqueo político que podría llevar a nuevas elecciones. También solicitó al PSOE que se abstenga y evite bloquear a España una vez más.
El ánimo entre los simpatizantes del PP reflejó la incertidumbre y las divisiones internas, coreando tanto apoyos a Feijóo como a la figura de Isabel Díaz Ayuso.
La noche fue difícil para el PP, ya que sus expectativas eran de conseguir al menos 150 escaños, con un objetivo ideal de 168 para gobernar en solitario. El partido tuvo un fuerte desempeño en Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana, pero no fue suficiente para compensar los resultados decepcionantes en Cataluña y el País Vasco.
La relación del PP con Vox ha sido un punto de controversia durante la campaña. Aunque el partido había defendido sus alianzas con la extrema derecha, algunos miembros reconocieron que no habían analizado correctamente el impacto de estos pactos. “Vox contamina”, expresó un miembro de la dirección del PP.
La campaña del PP también estuvo marcada por controversias en torno a Feijóo, incluidas afirmaciones cuestionables sobre su relación pasada con Marcial Dorado y su ausencia en un debate clave. El revuelo en la recta final de la campaña, sumado al inesperado resultado electoral, lleva al partido a una reflexión profunda sobre su futuro y estrategia.
El PSOE resurge ante el desafío del adelanto electoral del 23 de julio
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por Pedro Sánchez, ha sorprendido a propios y extraños tras su reciente remontada en los resultados electorales. A pesar de las previsiones, el PSOE ha logrado mantenerse firme, enfrentando los retos de una legislatura marcada por crisis sin precedentes como la pandemia y la alta inflación.
La estrategia de adelanto electoral del 23 de julio, vista por muchos como un último esfuerzo del partido, ha demostrado que las predicciones sobre un cambio inminente de gobierno estaban lejos de ser certeras. Sánchez, en su intervención tras conocer los resultados, agradeció profundamente a los españoles por su confianza, destacando la fortaleza democrática del país.
El PSOE ha superado los 120 escaños obtenidos en 2019, sumando 930 000 votos más en estas elecciones. Esta victoria sorprendente ocurre después de una legislatura en la que Sánchez y su equipo han enfrentado retos mayúsculos, como la gestión de la peor pandemia en un siglo y una inflación sin precedentes en las últimas cuatro décadas.
Por otro lado, el Partido Popular (PP) no logró culminar su aspiración de derrotar al PSOE. Los pactos de cogobierno con Vox en regiones como la Comunidad Valenciana y Extremadura, entre otras, parecen haber tenido un impacto negativo en su imagen, complicando su objetivo de alcanzar la mayoría necesaria para formar gobierno.
A lo largo de la campaña, las tensiones entre los principales partidos políticos han sido palpables. Los socialistas acusaron al candidato del PP, Feijóo, de cometer errores durante su campaña, que finalmente beneficiaron al PSOE.
Diversos factores han influenciado este sorprendente resultado para el PSOE. La gestión de gobiernos del PP y Vox en algunas comunidades y ayuntamientos ha generado críticas, como la eliminación de consejerías de medio ambiente y concejalías de igualdad, lo que pudo haber movilizado a un electorado anteriormente apático.
Finalmente, dentro del PSOE, estos resultados han frenado las aspiraciones de aquellos que buscaban un cambio interno en el partido. La capacidad de Sánchez para sortear las adversidades se ha demostrado una vez más, consolidando su liderazgo dentro del partido.
Santiago Abascal atribuye el “fracaso de la alternativa” al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y Vox Pierde relevancia en el Congreso
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha señalado directamente al candidato del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, como responsable del “fracaso de la alternativa”, el esperado gobierno de coalición entre ambas formaciones. En una comparecencia en la sede de su partido, Abascal expresó de forma irónica su felicitación a Feijóo no solo por su victoria en las elecciones, sino por no necesitar a Vox para alcanzar la Moncloa.
Acusando a Feijóo de causar la “desmovilización” del electorado de derechas mediante el “blanqueamiento” del Gobierno socialista, Abascal criticó ofertas de pacto al PSOE, su ausencia en el debate a cuatro en TVE, y las discusiones sobre ministerios antes de la confirmación de los resultados electorales. El líder de Vox también reprochó a los medios por “demonizar” a su partido y “manipular las encuestas”, sugiriendo que la prensa conservadora había logrado “hacer fracasar la alternativa” al impulsar el voto útil.
Los resultados electorales, no obstante, han sido especialmente decepcionantes para Vox. La formación ha perdido 19 escaños, una caída del 36%. En Castilla y León, donde Vox había estado gobernando en coalición con el PP desde abril de 2022, la formación sufrió una baja significativa, perdiendo cinco de sus seis diputados. La pérdida de escaños también se sintió en otras comunidades, incluyendo Andalucía, Madrid y Comunidad Valenciana.
Lo más destacado es que los 33 diputados de Vox, combinados con los 136 del PP, no son suficientes para formar una mayoría absoluta en el Congreso, lo que elimina la posibilidad de una “alternativa” al Gobierno actual. Esto significa que Abascal ya no podrá presentar recursos en solitario ante el Tribunal Constitucional, un instrumento que utilizó extensamente en la anterior legislatura.
Tras el anuncio de los resultados, Abascal dirigió unas palabras a sus seguidores congregados fuera de la sede del partido, donde expresó su preocupación por los resultados, pero aseguró su resistencia, sugiriendo la posibilidad de una repetición electoral.
A pesar de las pérdidas, Abascal se mostró desafiante desde temprano, afirmando que cualquier resultado que Vox obtuviera sería “heroico”. Acusó a la mayoría de los medios de comunicación y a la oposición política de distorsionar el mensaje de su partido.
El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, fue uno de los pocos miembros del partido en hacer declaraciones públicas durante el recuento, destacando la voluntad de Vox de “hacer valer” sus votos.
Sumar refuerza la coalición de izquierdas en España pese al panorama incierto
En las recientes elecciones del 23-J, España enfrenta un escenario de posible bloqueo, aunque Sumar ha logrado obtener resultados significativos. Esta formación, liderada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha conseguido 31 escaños y un 12,30% de los votos, con el 98% del escrutinio completado. A pesar de encontrarse ligeramente por debajo del 12,97% que obtuvo Unidas Podemos en noviembre de 2019, la alianza con otros grupos de izquierda sigue en pie.
El acuerdo sin precedentes entre 16 formaciones abarcando la izquierda, ecologismo y regionalismo, busca evitar la entrada de fuerzas de derecha y extrema derecha en el Gobierno. Estos resultados consolidan una alternativa a la izquierda de los socialistas y se espera que se den inicio a conversaciones para formar Gobierno.
En su comparecencia postelectoral, Díaz enfatizó: “La democracia sale fortalecida de estos comicios”. Acompañada de líderes como Ione Belarra de Podemos, Alberto Garzón de Izquierda Unida, Íñigo Errejón de Más País y Mónica García de Más Madrid, la vicepresidenta subrayó la unidad mostrada.
En detalle, Podemos consiguió cinco escaños, mientras Izquierda Unida logró igual número. Más País, con Íñigo Errejón a la cabeza, y la plataforma Movimiento Sumar, liderada por Díaz, lograron 10 escaños. Por su parte, en Cataluña, Sumar-En Comú Podem retuvo siete escaños, manteniéndose como la segunda fuerza en la comunidad.
No obstante, la campaña no estuvo exenta de retos. Sumar tuvo que superar un inicio difícil, marcado por negociaciones con Podemos y otros partidos. Yolanda Díaz también enfrentó la competencia de grandes partidos como el PP y el PSOE.
Uno de los desafíos clave de Sumar fue superar a Vox, buscando la tercera plaza. Aunque no se logró, la diferencia fue mínima, separándolos solo un 0,10% de los votos. Yolanda Díaz concluyó su discurso afirmando: “Hoy España y Europa respiran mejor”.La coalición de izquierdas, reforzada por los resultados de Sumar, ahora busca una estrategia sólida para enfrentar los desafíos políticos del futuro.
Kissinger en China: ¿Es la guerra la única salida?
La visita a China de un centenario Henny Kissingerdesvela conversaciones sobre un posible conflicto entre Estados Unidos y China en medio de la inminente crisis de la deuda estadounidense.