Las visitas de funcionarios cubanos a instalaciones de EE.UU. no es una situación nueva

Un informe del Centro para una Cuba Libre publicado esta semana aborda tres cuestiones de sumo interés sobre las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. 
El análisis examina la apertura de instalaciones estadounidenses seguras, el intercambio de inteligencia con funcionarios cubanos y la inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. 
Compartimos con los lectores de ‘Hypermedia Magazine’ un acercamiento a este análisis basado en la información publicada por el Centro para una Cuba Libre. 
La información y opiniones suministradas corresponden exclusivamente a los autores del informe.



Funcionarios de la dictadura cubana visitaron las áreas de control del Aeropuerto Internacional de Miami el 20 de mayo de 2024, en lo que se describió como un intercambio entre la Administración de Seguridad en el Transporte y sus “contrapartes” en la Isla. Este lenguaje resta importancia a la amenaza que la dictadura de La Habana representa para los intereses nacionales de Estados Unidos, y a la realidad de que Cuba hoy no es Costa Rica. Cuba es un Estado patrocinador del terrorismo con un historial de suministro de secretos estadounidenses a los enemigos de Estados Unidos.

Asimismo, resulta aún más preocupante la revelación de la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, de que “la decisión de permitir a funcionarios cubanos recorrer zonas seguras del MIA se tomó sin el conocimiento del Departamento de Aviación de Miami-Dade”.

Sin embargo, esta no es una situación nueva. 

El 26 de febrero de 2023, la Administración Biden permitió que funcionarios cubanos visitaran la sede de la Guardia Costera de EE.UU. en Washington, D.C., y el puerto de Wilmington. La visita al puerto suscitó en su momento la preocupación por la seguridad del representante David Rouzer y otros miembros del Congreso. 

La administración Obama, en su afán por normalizar las relaciones con la dictadura comunista de Cuba, estableció estas visitas a partir de 2011. Funcionarios de la aviación cubana también visitaron el Aeropuerto Internacional de Miami en 2011 y 2015, de nuevo sin notificar a los funcionarios locales.

Conceder a funcionarios cubanos la entrada a instalaciones y puertos estadounidenses con acceso a áreas seguras, donde pueden recopilar información para proporcionar a sus aliados en Corea del Norte, Irán, Siria y Rusia debería levantar banderas rojas.

Especialmente después de que funcionarios cubanos fueran sorprendidos contrabandeando toneladas de armas, incluidos componentes de sistemas de misiles, a Corea del Norte en julio de 2013, en violación de las sanciones internacionales. 

La entonces embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Samantha Power, describió el incidente del barco norcoreano como un “intento cínico, escandaloso e ilegal de Cuba y Corea del Norte de eludir las sanciones de las Naciones Unidas”, pero la administración Obama restó importancia a este incidente y siguió proporcionando a los funcionarios acceso a las instalaciones estadounidenses.

El 2 de marzo de 2015, se conoció la noticia de que el gobierno de Colombia había incautado un cargamento de municiones con destino a Cuba en un barco de bandera china, debido a la falta de documentación adecuada. 

La BBC informó de que “las autoridades dijeron que se encontraron a bordo unas 100 toneladas de pólvora, casi tres millones de detonadores y unos 3000 proyectiles de cañón. 

Los registros del barco decían que transportaba “productos de grano”. El blog de Boz, fundador de Hxagon, empresa de consultoría y tecnología que ofrece evaluaciones de riesgo y análisis predictivos en mercados emergentes, llegó a una conclusión razonable: “Dos grandes cargamentos de armas incautados en 20 meses significa que esto es probablemente una ocurrencia regular”.

El 29 de mayo de 2015, a pesar de un largo historial de patrocinio del terrorismo y de malas acciones recientes, el Departamento de Estado de Obama retiró a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Raúl Castro había condicionado la normalización de las relaciones diplomáticas con Washington a la eliminación de La Habana de la lista de patrocinadores del terrorismo.

Funcionarios de la seguridad del Estado cubano tuvieron acceso a una instalación militar estadounidense dedicada a la guerra antidroga en 2016. 

Carol Rosenberg informó el 4 de mayo de 2016, en su artículo titulado “Funcionarios de seguridad cubanos visitaron el centro de lucha contra las drogas de Cayo Hueso”, que “ese oficial, el teniente comandante Derek Cromwell, escoltó a la delegación de seguridad cubana de cuatro miembros en un recorrido de familiarización de la llamada Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur, o JIATF-Sur, en el Anexo Truman de la base de la Marina de Estados Unidos en Cayo Hueso el 21 de abril, según la portavoz de Tidd, la coronel del Ejército Lisa García. Recibieron una sesión informativa sobre el trabajo de la organización multi-agencia y multi-nacional que ha sido descrita como el centro de mando del Comando Sur en la guerra contra las drogas, recorrieron el Centro de Operaciones Conjuntas allí y se reunieron con representantes de 18 países diferentes asignados allí”.

Los cuatro funcionarios cubanos “fueron identificados como el coronel Idael Fumero Valdés, de la Policía Nacional de Cuba, dependiente del Ministerio del Interior; Joel Lago Oliva, primer secretario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba; el teniente coronel Héctor González Hernández, jefe de la Dirección Antidrogas de Cuba, y la teniente coronel Imandra Oceguera Coll, jefa de análisis de la Guardia de Fronteras de Cuba”.

Washington intensificó sus esfuerzos antidroga con La Habana en 1999, a pesar del historial de narcotráfico del régimen castrista. En 1999, año en que Washington intensificó estos esfuerzos, 3186 ciudadanos estadounidenses murieron por sobredosis de cocaína. En 2021, tras 22 años de esta “cooperación”, morirán 23.513 estadounidenses.

La Casa Blanca de Obama, el 14 de octubre de 2016, hizo pública una directiva de política presidencial (PPD) sobre la normalización Estados Unidos-Cuba. A pesar de la historia antes mencionada, la PPD de Obama pidió a la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (DNI) “apoyar los esfuerzos más amplios del Gobierno de los Estados Unidos para normalizar las relaciones con Cuba, con elementos de la Comunidad de Inteligencia trabajando para encontrar oportunidades de compromiso en áreas de interés común a través de las cuales podríamos intercambiar información sobre amenazas mutuas con contrapartes cubanas”. Un ex funcionario de la Agencia de Seguridad Nacional escribió que “Obama acaba de abrir la puerta a los espías de Castro”.

Afirmar que este enfoque no comprometió la seguridad nacional y los intereses de Estados Unidos es falso. La política hacia Cuba de la administración Obama cumplió dos años el 17 de diciembre de 2016, y los diplomáticos estadounidenses en La Habana ya habían comenzado a sufrir lesiones cerebrales por los ataques que comenzaron en noviembre de 2016.

A pesar de ello, el 7 de diciembre de 2016, Estados Unidos y Cuba celebraron su quinta reunión de la Comisión Bilateral en la que celebraron los avances en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba y firmaron 11 acuerdos no vinculantes sobre salud, medio ambiente, lucha contra el narcotráfico y otras áreas de cooperación.

El 2 de enero de 2017, tropas cubanas en La Habana marcharon en un desfile presidido por Raúl Castro, coreando que dispararían repetidamente al presidente Obama tantas veces que le harían un “sombrero de plomo la cabeza”. 

A pesar de ello, el 12 de enero de 2017, la Administración Obama hizo más concesiones a Cuba, deformando la Ley de Ajuste Cubano y poniendo fin al Programa de Libertad Condicional para Profesionales Médicos Cubanos que había molestado al general Castro durante años, pero que había ayudado a muchos cubanos.

El 11 de enero de 2021, el secretario Michael R. Pompeo anunció que el “Departamento de Estado ha designado a Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo por proporcionar repetidamente apoyo a actos de terrorismo internacional al conceder refugio seguro a terroristas”. Citó tres razones:

  • La Habana ha alimentado, alojado y proporcionado atención médica a asesinos, fabricantes de bombas y secuestradores, mientras que muchos cubanos pasan hambre, sin hogar y sin medicamentos básicos. Varios de ellos son fugitivos de la justicia estadounidense buscados o condenados por cargos de violencia política (es decir, terrorismo).
  • Alegando protocolos de negociación de paz, Cuba ha rechazado las peticiones de Colombia de extraditar a diez líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que viven en La Habana después de que el grupo se atribuyera la responsabilidad del atentado de enero de 2019 contra una academia de policía de Bogotá en el que murieron 22 personas y más de 87 resultaron heridas.
  • El aparato de inteligencia y seguridad cubano se ha infiltrado en las fuerzas de seguridad y militares de Venezuela, ayudando a Nicolás Maduro a mantener su dominio sobre su pueblo mientras permite que operen organizaciones terroristas. El apoyo del gobierno cubano a los disidentes de las FARC y al ELN continúa también más allá de las fronteras de Cuba, y el apoyo del régimen a Maduro ha creado un entorno permisivo para que los terroristas internacionales vivan y prosperen dentro de Venezuela.

Tres años después del inicio de la administración Biden, la política hacia Cuba parece seguir el camino de la administración Obama. El Departamento de Estado de Biden retiró a Cuba de la lista de países que no cooperan en la lucha contra el terrorismo el 15 de mayo de 2024. 

Ese mismo día, Joseph Connor, cuyo padre Frank Connor fue asesinado en 1975 en un atentado terrorista en Nueva York por un grupo apoyado por Cuba, pidió en una carta dirigida al secretario Antony Blinken que uno de los terroristas implicados en el atentado, ahora refugiado en La Habana, fuera devuelto a Estados Unidos para enfrentarse a la justicia. Aún el Sr. Connor no ha recibido respuesta.

La razón dada por Vedant Patel, principal portavoz adjunto del Departamento de Estado el 16 de mayo de 2024, “de que las circunstancias para la certificación de Cuba como país no plenamente cooperador han cambiado de 2022 a 2023” no resiste el escrutinio. Patel citó que “la negativa de Cuba a comprometerse con Colombia en las solicitudes de extradición de miembros del Ejército de Liberación Nacional apoyó la certificación de la NFCC de Cuba para 2022”.

¿Qué cambio se produjo? 

No el comportamiento de la dictadura cubana.

Los terroristas colombianos albergados por La Habana no fueron extraditados. El nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, antiguo miembro del grupo terrorista M-19, con estrechos vínculos con la dictadura cubana, ordenó a su fiscal general que suspendiera la orden de detención “contra 17 comandantes del ELN, incluidos aquellos cuya extradición Colombia había solicitado previamente a Cuba”. 

También hay un poco de ironía histórica. 

Cuba fue incluida por primera vez en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo en 1982, cuando La Habana fue implicada en el suministro de armas al grupo terrorista M-19 con los beneficios obtenidos del tráfico de estupefacientes. 

Patel también citó que “EE.UU. y Cuba reanudaron la cooperación en materia de aplicación de la ley en 2023, incluida la lucha contra el terrorismo”. 

En primer lugar, la expresión “diálogo en materia de aplicación de la ley” es inexacta. En Cuba no hay Estado de derecho. “Para mantener el poder, la dictadura mantiene un aparato de seguridad represivo que asesina extrajudicialmente a disidentes no violentos. Esto no es ‘aplicación de la ley’. La dictadura cubana es una amenaza transnacional, y legitimarla no mejora la defensa de los derechos humanos por parte de Estados Unidos”.

¿Qué ha significado eso en la práctica?

Dar legitimidad a la dictadura cubana mediante esta falsa “cooperación para el cumplimiento de la ley” llevó a funcionarios cubanos reunidos con sus homólogos estadounidenses a acusar a Estados Unidos de “apoyar a personas en Miami que traman acciones ‘terroristas’ contra Cuba”. 

Los funcionarios de la administración Biden rechazaron estas afirmaciones, pero las acciones de La Habana no pueden describirse como un esfuerzo de buena fe o una razón para citar a la dictadura como plenamente cooperadora en los esfuerzos antiterroristas. Mucho menos concederles acceso a instalaciones seguras que son de gran importancia para la infraestructura de Estados Unidos.

El intercambio en la Audiencia Presupuestaria para la Solicitud del Año Fiscal 2025 para la Reunión del Departamento de Estado, el presidente del Subcomité Mario Díaz-Balart y el secretario de Estado Antony Blinken tuvieron un intercambio de opiniones sobre los fugitivos terroristas en Cuba y las circunstancias para que las certificaciones de Cuba como país no plenamente cooperador hayan cambiado de 2022 a 2023. El Secretario Blinken reiteró la posición oficial del Departamento de Estado.

Uno de los fugitivos destacados por el congresista Díaz-Balart en la audiencia que La Habana sigue albergando en la actualidad es William “Guillermo” Morales, miembro de las “Fuerzas Armadas de Liberación Nacional” (FALN), que fabricó la bomba utilizada en el atentado de Fraunces Tavern del 24 de enero de 1975 en la ciudad de Nueva York, en el que murieron cuatro personas y más de 50 resultaron heridas. Las FALN se crearon a mediados de la década de 1960 y sus miembros recibieron formación avanzada en Cuba. Según el FBI, uno de los autores de este atentado, Filiberto Ojeda Ríos, “pasó varios años en Cuba en la década de 1960 y recibió formación del Gobierno de Cuba como oficial de inteligencia”.

Joseph Connor, cuyo padre Frank Connor fue asesinado en el ataque terrorista de 1975 en la ciudad de Nueva York, pidió que Morales fuera devuelto a Estados Unidos para enfrentarse a la justicia en una carta del 15 de mayo dirigida al secretario Antony Blinken en la que escribía: “Le escribo porque mi padre Frank Connor fue asesinado por terroristas patrocinados por Cuba en Fraunces Tavern el 24 de enero de 1975, en la ciudad de Nueva York, en el que murieron otras tres personas y más de 50 resultaron heridas. La noticia de que La Habana está ahora dispuesta a cooperar con Estados Unidos en el tema del terrorismo debería traer la rendición de cuentas por este crimen por el que he luchado durante las últimas tres décadas”.



Documentos

NBC 6 South Florida, 22 de mayo de 2024

La TSA confirma que delegaciones cubanas han visitado el Aeropuerto Internacional de Miami 3 veces. Las delegaciones cubanas han visitado aeropuertos estadounidenses un total de seis veces desde 2011.

Tras las revelaciones de que funcionarios cubanos recorrieron el Aeropuerto Internacional de Miami esta semana, NBC 6 ha sabido que delegaciones cubanas han visitado el concurrido aeropuerto dos veces antes, en 2011 y 2015. Las delegaciones cubanas han visitado aeropuertos estadounidenses un total de seis veces “con el propósito de intercambiar información técnica sobre seguridad aérea”, confirmó un funcionario de la Administración de Seguridad en el Transporte.

La última visita, el pasado lunes, desató la indignación entre los políticos de Miami, que exigieron una explicación a la Administración del presidente Joe Biden. Pero resulta que las visitas anteriores a aeropuertos estadounidenses se produjeron durante los gobiernos de Donald Trump y Barack Obama.

“Estoy consternado de que esto haya tenido lugar”, dijo Ralph Cutie, director del Aeropuerto Internacional de Miami, quien llegó a revelar que ni él ni la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, sabían de la reciente visita.

Cutie explicó a la Comisión del Condado que cinco funcionarios cubanos visitaron un puesto de control de la TSA y la zona de inspección de equipajes durante unas cinco horas.

“Nunca jamás debería volver a ocurrir”, dijo el comisionado de Miami-Dade, Oliver Gilbert, durante la acalorada audiencia del martes.

En un mundo altamente dividido y partidista, el asunto pareció unir a los políticos.

“Necesitamos una respuesta de esta administración, de Washington, D.C., sobre lo que sucedió y cómo van a asegurarse de que esto no vuelva a suceder, sino en todo el país”, dijo el comisionado de Miami-Dade, René García.

El miércoles, funcionarios de la TSA confirmaron que delegaciones cubanas también han visitado los aeropuertos de Atlanta, Tampa, Fort Lauderdale, Nueva York y Filadelfia.

“Para mí no tiene ningún sentido. Es francamente repugnante”, dijo el comisionado de Miami-Dade, Kevin Cabrera.

“Me quedé estupefacta y consternada cuando me enteré a última hora de ayer [lunes]”, declaró Levine Cava.

Levine Cava calificó la visita de inapropiada, especialmente teniendo en cuenta que el 20 de mayo es el Día de la Independencia de Cuba.

“Desgraciadamente, esto permite que se expongan posibles vulnerabilidades, en contra de los llamamientos a la seguridad”, dijo Levine Cava, quien añadió que su oficina se había puesto en contacto con la Casa Blanca con la esperanza de obtener una explicación.

El miércoles, cuando se conoció la noticia de la visita más reciente, el congresista Carlos Giménez criticó duramente la visita y la calificó de bofetada para los cubano-americanos que viven en el sur de Florida.

NBC6 ha sabido que la delegación cubana visitó MIA en agosto de 2011 y septiembre de 2015, cuando Giménez era alcalde de Miami-Dade.

“En agosto de 2011, inspectores cubanos realizaron una visita recíproca para observar las medidas de seguridad en los aeropuertos de Último Punto de Partida en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York y el Aeropuerto Internacional de Miami en Miami. Durante esta visita, la delegación cubana presentó a la TSA una copia de su Programa de Seguridad de la Aviación Civil, lo que supuso un gran avance en el intercambio de información”, confirmó un funcionario de la TSA.

La última visita se produjo casi una semana después de que Estados Unidos retirara a Cuba de una lista de países que no cooperan plenamente en la lucha contra el terrorismo.

El martes, la TSA dijo que trabaja rutinariamente con todos los países con vuelos directos a Estados Unidos.

“La TSA recibe a funcionarios gubernamentales y miembros de la comunidad de la aviación en los aeropuertos de Estados Unidos para fomentar una fuerte postura global de seguridad en la aviación”, dijo la TSA en un comunicado el martes. “Las autoridades estadounidenses y cubanas gestionan conjuntamente el espacio aéreo entre Cuba y Estados Unidos y garantizan la seguridad de los viajeros que utilizan nuestros aeropuertos”. La República de Cuba tiene seis aeropuertos como último punto de partida con vuelos directos a Estados Unidos y, en consecuencia, la TSA trabaja continuamente para reforzar el marco de seguridad con Cuba y otras naciones caribeñas”.

La decisión marca un movimiento tibio pero simbólicamente significativo por parte de la administración Biden, que ha mantenido en gran medida las restricciones de la era Trump hasta ahora.

A través de un portavoz, el gobierno cubano calificó las visitas como parte de un intercambio continuo entre los dos países.

“Esta visita no es nada nuevo y se alinea con la cooperación bilateral que ha existido históricamente entre funcionarios estadounidenses y cubanos cuando se trata de seguridad aérea”. Como parte del intercambio, miembros de la TSA también han viajado regularmente a aeropuertos cubanos”, dijo el Asesor de Prensa Abel Derivet.

Antes de la visita más reciente, una delegación cubana de tres miembros visitó por última vez instalaciones de aviación estadounidenses en 2018, cuando Trump era presidente. Durante esa visita, la delegación cubana “visitó la Instalación de Integración de Sistemas de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) en Arlington VA, el Centro de Capacitación de la TSA en Atlantic City, Nueva Jersey, y el Aeropuerto Internacional de Filadelfia”.



Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, 20 de mayo de 2024

McCaul y Green sobre la decisión de la Administración Biden de declarar a Cuba compatible con los esfuerzos antiterroristas de EE.UU.

Washington, D.C. – Hoy, el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Michael McCaul (republicano de Texas), y el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Mark Green (republicano de Tennessee), emitieron la siguiente declaración sobre la determinación de la administración Biden de que el régimen cubano cumple con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos.

“La decisión de la administración Biden de declarar que la dictadura comunista cubana -un estado patrocinador del terrorismo legalmente establecido- cumple con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos no sólo recompensa a un régimen hostil, sino que también envalentona a nuestros otros adversarios”, escribieron los legisladores. “En el último año, La Habana ha sido sorprendida espiando a nuestros más altos niveles de gobierno, albergando una instalación de espionaje chino en Cuba y enviando a sus ciudadanos a luchar por Rusia en Ucrania. Sólo una administración completamente delirante determinaría que un régimen tan brutal, antiamericano y tiránico está apoyando los esfuerzos de Estados Unidos para contrarrestar el terrorismo global”.



Reunión informativa para la prensa del Departamento de Estado, 16 de mayo de 2024

Vedant Patel, Portavoz Adjunto Principal.

Sr. Patel: Nick, adelante.
Pregunta: Sobre Cuba.
Sr. Patel: Si.
Pregunta: El Estado retiró a Cuba de la lista de países que no cooperan plenamente contra el terrorismo.
Sr. Patel: Así es.
Pregunta: ¿Puede usted explicar un poco ese razonamiento? Y también, ¿es esto un preludio de que Cuba deje de ser considerada un estado patrocinador del terrorismo?
Sr. Patel: Permítame comenzar con la segunda parte. La designación de un Estado patrocinador del terrorismo es un proceso totalmente independiente de la certificación de la NFCC. Ha habido países certificados como NFCC sin haber sido designados como Estados patrocinadores del terrorismo, y viceversa. La ley estadounidense establece criterios estatutarios específicos para rescindir cualquier designación de estado patrocinador del terrorismo, y cualquier revisión del estatus de Cuba en este sentido tendría que basarse en la ley y en los criterios establecidos por el Congreso.
Así que para dar un paso atrás en este progreso de la NFCC, el -proceso, perdón- el departamento determinó que las circunstancias para las certificaciones de Cuba como país no plenamente cooperante han cambiado de 2022 a 2023. En primer lugar, la negativa de Cuba a colaborar con Colombia en las solicitudes de extradición de miembros del Ejército de Liberación Nacional apoyó la certificación de la NFCC de Cuba para 2022. En agosto de 2022, en cumplimiento de una orden del presidente colombiano Petro, el fiscal general de Colombia anunció que se suspenderían las órdenes de captura contra 17 comandantes del ELN, incluidos aquellos cuya extradición Colombia había solicitado previamente a Cuba. Además, Estados Unidos y Cuba reanudaron la cooperación en materia de aplicación de la ley en 2023, incluida la lucha contra el terrorismo. Por lo tanto, hemos determinado que la certificación continua de Cuba como país que no coopera plenamente ya no era apropiada. También le diré que, ya que me ha dado la oportunidad, Nick, las ventas de artículos de defensa a Cuba seguirán estando restringidas en virtud de la Sección 40 de la Ley de Control de Exportación de Armas, dado el estatus de Cuba como estado patrocinador del terrorismo. Además, Cuba sigue estando sujeta a un embargo increíblemente exhaustivo.
Pregunta: ¿Puedo seguir con eso?
Sr. Patel: Claro.
Pregunta: Quiero decir, Pompeo, cuando volvió a añadir a Cuba a la lista, planteó explícitamente la cuestión del ELN como la razón por la que estaba siendo incluida como una razón para añadirla a la lista de estados patrocinadores del terrorismo. Me doy cuenta de que hay un proceso diferente para ello, pero los cubanos han dicho que se trata de una decisión política para mantenerlos como Estado patrocinador. Quiero decir, ¿lo es? Quiero decir, ¿lo es? ¿Cómo pueden seguir siendo considerados un estado patrocinador del terrorismo si están cooperando en la lucha antiterrorista, como dice este informe?
Sr. Patel: Así que todavía se puede, se puede ser un cooperador en la lucha contra el terrorismo, pero todavía creemos que hay acciones que están llevando a cabo que de apoyo a las actividades terroristas. No voy a entrar en esos específicamente desde aquí. Pero, de nuevo, Shaun, en caso de que cambien los criterios estatutarios para rescindir la designación de SST, trabajaríamos en ello basándonos en la ley y en los criterios establecidos por el Congreso.
Pregunta: ¿Puede usted decir si hay algo específicamente que usted necesita que hagan para eliminar ese estado patrocinador del terrorismo?
Sr. Patel: Yo simplemente no hablaría del proceso deliberativo sobre eso desde aquí arriba.
Adelante.
Pregunta: Gracias.



EE.UU. Anuncia la Designación de Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo. Departamento de Estado de EE.UU., 11 de enero de 2021

Departamento de Estado de EE.UU.
Oficina del Portavoz
Para publicación inmediata
Declaración del Secretario Michael R. Pompeo
11 de enero de 2021

El Departamento de Estado ha designado a Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo por proporcionar repetidamente apoyo a actos de terrorismo internacional al otorgar refugio seguro a terroristas.

La Administración Trump se ha centrado desde el principio en negar al régimen de Castro los recursos que utiliza para oprimir a su pueblo en casa, y contrarrestar su injerencia maligna en Venezuela y el resto del Hemisferio Occidental.

Con esta acción, volveremos a responsabilizar al gobierno de Cuba y enviaremos un mensaje claro: el régimen de Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y a la subversión de la justicia estadounidense.

Durante décadas, el gobierno cubano ha alimentado, alojado y proporcionado atención médica a asesinos, artificieros y secuestradores, mientras muchos cubanos pasan hambre, se quedan sin hogar y sin medicamentos básicos. Miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), una organización terrorista extranjera designada por Estados Unidos, viajaron a La Habana para mantener conversaciones de paz con el gobierno colombiano en 2017. Alegando protocolos de negociación de paz, Cuba ha rechazado las peticiones de Colombia de extraditar a diez líderes del ELN que viven en La Habana después de que el grupo reivindicara la autoría del atentado de enero de 2019 contra una academia de policía de Bogotá en el que murieron 22 personas y más de 87 resultaron heridas.

Cuba también alberga a varios fugitivos de la justicia estadounidense buscados o condenados por cargos de violencia política, muchos de los cuales han residido en Cuba durante décadas. Por ejemplo, el régimen cubano se ha negado a devolver a Joanne Chesimard, incluida en la lista de terroristas más buscados del FBI por ejecutar al policía estatal de Nueva Jersey Werner Foerster en 1973; Ishmael LaBeet, condenado por matar a ocho personas en las Islas Vírgenes estadounidenses en 1972; Charles Lee Hill, acusado de matar al policía estatal de Nuevo México Robert Rosenbloom en 1971; y otros.

Cuba vuelve a la lista TSM tras el incumplimiento de su compromiso de dejar de apoyar el terrorismo como condición para su retirada por la anterior administración en 2015. El 13 de mayo de 2020, el Departamento de Estado notificó al Congreso que había certificado a Cuba bajo la Sección 40A (a) de la Ley de Control de Exportación de Armas como “no cooperando plenamente” con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos en 2019.

Además del apoyo al terrorismo internacional que es la base de la acción de hoy, el régimen cubano participa en una serie de comportamientos malignos en toda la región. El aparato de inteligencia y seguridad cubano se ha infiltrado en las fuerzas de seguridad y militares de Venezuela, ayudando a Nicolás Maduro a mantener su estrangulamiento sobre su pueblo mientras permite que las organizaciones terroristas operen. El apoyo del gobierno cubano a los disidentes de las FARC y al ELN continúa también más allá de las fronteras de Cuba, y el apoyo del régimen a Maduro ha creado un entorno permisivo para que los terroristas internacionales vivan y prosperen dentro de Venezuela.

La designación de hoy somete a Cuba a sanciones que penalizan a las personas y países que participan en ciertos intercambios comerciales con Cuba, restringe la ayuda exterior de Estados Unidos, prohíbe las exportaciones y ventas de defensa e impone ciertos controles sobre las exportaciones de productos de doble uso.

Estados Unidos seguirá apoyando al pueblo cubano en su deseo de un gobierno democrático y el respeto de los derechos humanos, incluida la libertad de religión, expresión y asociación. Hasta que se respeten estos derechos y libertades, seguiremos exigiendo responsabilidades al régimen.



Directiva política presidencial. Normalización entre Estados Unidos y Cuba. La Casa Blanca, 14 de octubre de 2016

Asunto: Normalización Estados Unidos-Cuba

El 17 de diciembre de 2014, anuncié que Estados Unidos trazaría un nuevo curso con Cuba, poniendo fin a una política obsoleta que no había logrado promover los intereses de Estados Unidos ni apoyar la reforma y una vida mejor para el pueblo cubano en la isla durante varias décadas. Bajo la nueva política, Estados Unidos amplía y promueve los compromisos autorizados con Cuba para avanzar en la cooperación en áreas de interés mutuo, y aumentar los viajes a Cuba, el comercio con Cuba y el libre flujo de información hacia Cuba. El objetivo de la nueva política es ayudar al pueblo cubano a lograr un futuro mejor para sí mismo y fomentar el desarrollo de un socio en la región capaz de trabajar con Estados Unidos para hacer frente a los desafíos regionales, como el cambio climático, las enfermedades y el tráfico ilícito.

El Departamento de Transporte (DOT) continuará desarrollando los enlaces de transporte aéreo y terrestre entre Estados Unidos y Cuba en apoyo de los proveedores de transporte, los viajeros autorizados y el comercio, al tiempo que proporciona la supervisión reglamentaria y de seguridad necesaria de los proveedores y sistemas de transporte.

La Oficina del Director de Inteligencia Nacional (DNI) apoyará los esfuerzos más amplios del Gobierno de Estados Unidos para normalizar las relaciones con Cuba, con elementos de la Comunidad de Inteligencia trabajando para encontrar oportunidades de compromiso en áreas de interés común a través de las cuales podríamos intercambiar información sobre amenazas mutuas con contrapartes cubanas.





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La nueva guerra de la propaganda

Por Anne Applebaum

“Incluso en un Estado donde la vigilancia es casi total, la experiencia de la tiranía y la injusticia puede radicalizar a la gente. La ira contra el poder arbitrario siempre llevará a alguien a empezar a pensar en otro sistema, en una forma mejor de dirigir la sociedad”.