En el corazón de La Habana, Cuba, Nayer, una mujer trans de 21 años, navega por una realidad muy alejada del paraíso inclusivo que el gobierno cubano dice ofrecer a su comunidad LGBTQ+. Como ilustradora digital independiente y maquilladora que vive en 10 de Octubre con su madre, Nayer encarna la resistencia y los sueños de muchos cubanos trans que buscan un acceso integral a la atención sanitaria, un viaje empañado por los desafíos sistémicos y las adversidades personales, refiere un reportaje publicado por la revista Teen Vogue Take.
A pesar de los avances legales de Cuba hacia la igualdad y la protección de los derechos de las personas trans, las experiencias vividas por personas como Nayer ponen de manifiesto una desconexión entre la legislación y su aplicación. El sistema de salud pública de Cuba, famoso por su elevado índice de médicos por paciente, se enfrenta a una grave escasez de suministros médicos y medicamentos, una situación agravada por los recortes presupuestarios del gobierno. Esta escasez afecta especialmente a la comunidad trans, que ve limitado su acceso a tratamientos esenciales como la terapia hormonal sustitutiva (THS).
La odisea de Nayer para regresar a Cuba, tras pasar su adolescencia en Canadá, estuvo impulsada por la búsqueda de seguridad y pertenencia, narra la protagonista. Sin embargo, la violencia y la discriminación de las que esperaba escapar la siguieron a casa. Ahora, ante la perspectiva de una transición médica imposible en Cuba, contempla el desalentador camino de la migración ilegal, un testimonio de su determinación, pero también un conmovedor reflejo de las barreras a las que se enfrentan muchas personas trans en todo el mundo.
El Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX), dirigido por Mariela Castro, ha sido solo una máscara irreal en la defensa de los derechos y la atención sanitaria de las personas LGBTQ+. La resolución de 2008 de cubrir totalmente las cirugías de reafirmación de género se publicitó como un hito histórico para América Latina. Sin embargo, historias como la de Nayer revelan una sombría realidad en la que esas promesas siguen sin cumplirse debido a la ineficacia del sistema y a la limitación de recursos.
La automedicación se ha convertido en una alternativa peligrosa pero necesaria para muchos cubanos trans. La dependencia de Nayer de los anticonceptivos y de las hormonas obtenidas por Internet pone de manifiesto la urgente necesidad de intervenciones médicas seguras y accesibles. Los riesgos asociados a la automedicación, incluidos los coágulos sanguíneos y el paro cardíaco, subrayan la urgencia de abordar estas disparidades sanitarias.
Las aspiraciones de Nayer para el futuro resuenan con un optimismo cauto, un deseo de felicidad y autenticidad contra viento y marea. Sin embargo, su relato y el de sus compañeras describen con crudeza los retos a los que se enfrenta la comunidad trans en Cuba: una lucha por el reconocimiento, la atención sanitaria y la seguridad en una sociedad en la que los prejuicios históricos son profundos.
La difícil situación de las personas trans en Cuba refleja la lucha mundial por la igualdad en la atención sanitaria, donde persisten las barreras sistémicas y los estigmas sociales. La historia de Nayer y de la comunidad trans cubana sirve como una convincente llamada a la acción, un recordatorio del trabajo que queda por hacer para lograr una verdadera igualdad y el acceso a la atención sanitaria para todos, independientemente de la identidad de género.
VI Premio de Periodismo “Editorial Hypermedia”
Por Hypermedia
Convocamos el VI Premio de Periodismo “Editorial Hypermedia” en las siguientes categorías y formatos:
Categorías: Reportaje, Análisis, Investigación y Entrevista.
Formatos: Texto escrito, Vídeo y Audio.
Plazo: Desde el 1 de febrero de 2024 y hasta el 30 de abril de 2024.