La colaboración militar entre Bielorrusia y Cuba está suscitando preocupación por las posibles amenazas a las bases militares del Pentágono, en el sureste de Estados Unidos y el Golfo de México. Una delegación militar bielorrusa de alto nivel se encuentra actualmente en La Habana en visita oficial, lo que supone una profundización de los lazos entre ambos países.
Al frente de la delegación bielorrusa se encuentra el coronel Ruslan Chekhov, jefe de las Fuerzas de Cohetes y Artillería de Bielorrusia. Su presencia sugiere posibles negociaciones para el suministro a Cuba de sistemas de misiles de fabricación bielorrusa, incluido el sistema múltiple de lanzamiento de cohetes “Polonaise-M” (MRLS), reconocido como uno de los más peligrosos de Europa.
La principal preocupación en relación con el “Polonaise” reside en su alcance de lanzamiento de misiles de hasta 300 km, que podría permitir el control de todo el Golfo de México y de las principales bases estadounidenses en Florida. Así, el “Polonaise-M” podría convertirse en un importante elemento disuasorio en el actual enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia.
Además, se dice que el ejército bielorruso posee misiles con un alcance de hasta 500 km, lo que pone a tiro no sólo los objetivos costeros de Florida, sino también el principal puerto espacial estadounidense de Cabo Cañaveral.
También se ha señalado el interés militar ruso en cooperar con Cuba. La semana pasada, se permitió a los medios de comunicación rusos acceder a los arsenales subterráneos de la isla, revelando miles de unidades bien conservadas de equipo militar soviético y un importante arsenal de municiones.
Este acontecimiento marca un nuevo capítulo en el panorama geopolítico de las Américas, alterando potencialmente el equilibrio de poder militar en la región.
Se agrava la crisis económica cubana
Funcionarios cubanos revelan la grave escasez de alimentos y combustible, con una reducción de los suministros esenciales de más del 50%.