En un tranquilo bulevar arbolado de La Habana, la visión de un hombre golpeándose enérgicamente las muñecas, los codos y los antebrazos con un mazo crea un espectáculo inesperado.
La multitud de lugareños y turistas que se reúne, con los teléfonos inteligentes en alto para captar el momento, no sólo se queda atónita ante la intensa exhibición de aparente autolesión. Lo que realmente les asombra es la capacidad del hombre para terminar el acto sin un rasguño. Este hombre no es otro que el “Ironman” cubano, Lino Tomasen, cuya imagen e historia ocupan las páginas de la agencia Reuters.
La historia de Tomasen es a la vez extraordinaria y desgarradora. Una vez soñó con seguir los pasos del emblemático boxeador Mike Tyson. Preparándose para una carrera profesional en el boxeo, Tomasen soportó millones de golpes de martillo, testimonio de su resistencia y determinación. Finalmente llevó su talento a Ciudad de México. Con un impresionante récord de 27 combates, todos ganados por KO, parecía que nada podría detener su meteórico ascenso. Sin embargo, en su último combate, causó involuntariamente la muerte de su oponente.
“Tras el fatal incidente, entregué todas mis ganancias de los combates a su familia”, cuenta Tomasen. La suma superaba los 100 000 dólares, una fortuna para los estándares cubanos. Desconsolado, Tomasen juró solemnemente no volver a subirse a un cuadrilátero.
Aunque abandonó el mundo del boxeo profesional, Tomasen no desapareció de la escena pública. Ahora se gana la vida haciendo espectáculos callejeros en La Habana y en las playas cercanas, aceptando propinas por sus extraordinarias demostraciones de fuerza y resistencia. En una calurosa mañana de verano, Tomasen demostró el alcance de su destreza haciendo flexiones sin esfuerzo con un hombre adulto a la espalda, para luego volver a su número del mazo que siempre deja al público boquiabierto.
“Es totalmente auténtico”, comentó Edward Carbonell, un espectador que también tuvo la oportunidad de subirse a la espalda de Tomasen para hacer flexiones. “La fuerza y la determinación que exhibe son reales”.
A pesar de las posibilidades de un lucrativo regreso al boxeo, Tomasen se mantiene firme en su decisión de permanecer fuera del ring. “Me han llegado innumerables ofertas, incluso millonarias, reconociendo el talento que poseo”, declaró Tomasen. Sin embargo, su deseo no se basa en la fama o el dinero.
En su lugar, desea servir de faro de esperanza e inspiración para otros que aspiren a superar sus limitaciones. “Quiero dejar un legado como alguien que realmente ha puesto a prueba los límites del potencial humano”, proclamó Tomasen con convicción.
Surge el comercio ilícito de pesos cubanos
En medio de las recientes reformas bancarias de Cuba, surge el comercio ilícito de pesos cubanos (CUP), en respuesta a la escasez de efectivo y las largas colas en los bancos.
