En un esfuerzo conjunto y ambicioso, los gobiernos de México y EE.UU. se han unido para desarrollar un plan de refugiados para los emigrantes que se encuentran en el sur de México. Esta colaboración busca evitar el peligroso trayecto que miles emprenden con la esperanza de llegar al ‘sueño americano’.
Evitar el riesgo de la selva
Alicia Bárcena, la actual canciller mexicana, expresó en una rueda de prensa que se pretende enjuiciar a inmigrantes cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos en el sur del país. El propósito es claro: “evitar su triste tránsito hacia Estados Unidos”. Una noble causa que busca garantizar la seguridad y derechos de estos migrantes.
Innovaciones en la propuesta
En lugar de simplemente frenar la migración, la secretaria de Relaciones Exteriores sugiere que se están explorando maneras para complementar las opciones existentes de ingreso a EE.UU., incluyendo un programa de visas humanitarias y una novedosa aplicación móvil, CBP Uno, destinada a solicitantes de asilo.
Un espacio seguro para los migrantes
México, conocido por su hospitalidad y empatía, busca establecer un “espacio internacional” cargado de “múltiples servicios” para aquellos migrantes de estos cuatro países que decidieron permanecer en el territorio tras las restricciones fronterizas impuestas durante la pandemia.
Temas pendientes, las conversaciones continuan
Aunque la propuesta sigue en discusión, se sabe que no se prevé utilizar instalaciones estadounidenses. Un funcionario mexicano reveló a Reuters que las conversaciones siguen activas entre ambos países. Además, los detalles de asilo y empleo forman parte del corazón de este proyecto.
La frontera, una triste realidad
Informes recientes de medios estadounidenses arrojan luces sobre la situación actual. En Suchiate, Chiapas, se estima que unos 1500 migrantes aguardan. Se les ha prometido transporte para continuar su travesía hacia la frontera norte de México.
Programa de Parole humanitario: resultados y desafíos:
Desde la introducción del programa de libertad condicional humanitaria en enero, más de 38 000 cubanos han recibido aprobación para viajar a EE.UU., y de estos, alrededor de 35 000 han logrado entrar al país. Sin embargo, el proceso no garantiza la entrada automática, quedando en manos de la CBP.
Cambios podrían afectar a migrantes
Una reciente decisión judicial podría transformar la situación migratoria. Un juez federal revocó recientemente la política de asilo de la administración Biden. Aunque el Departamento de Justicia ya ha apelado, es probable que este caso avance a instancias superiores antes de una resolución definitiva.
¿Qué viene después?
Con el juicio programado para el 24 de agosto sobre el programa de libertad condicional, y un veredicto esperado para fin de año, el futuro de la política migratoria entre México y EE.UU. sigue en el aire. Lo que es seguro es que ambos países están trabajando juntos en busca de soluciones que beneficien a todos, especialmente a aquellos que buscan una vida mejor.
Rusia y la construcción de un mundo multipolar
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