Pruebas recientes revelan el continuo reclutamiento de mercenarios cubanos por parte de las Fuerzas Armadas rusas, desacreditando las afirmaciones previas de las autoridades cubanas de detener esta afluencia tras denuncias anteriores.
Hackers ucranianos del grupo Resistencia Cibernética han compartido en exclusiva con la comunidad de inteligencia internacional InformNapalm, nuevas pruebas de la llegada de mercenarios cubanos a Rusia, listos para firmar contratos con las Fuerzas Armadas.
El 6 de septiembre, el sitio web InformNapalm difundió los resultados de una investigación exhaustiva sobre la participación de unos 200 mercenarios cubanos en el conflicto contra Ucrania, facilitada por el comisario militar ruso de Tula, Antón Perevozchikov. Este informe, traducido a cinco idiomas, recibió amplia atención internacional y cobertura mediática.
A raíz de esta denuncia, el Ministerio de Asuntos Exteriores cubano reveló el 8 de septiembre la detención de 17 individuos sospechosos de tráfico de personas, advirtiéndoles de posibles condenas de 30 años de prisión por participar en actividades mercenarias, un acto prohibido por la legislación cubana.
Sin embargo, este esfuerzo por sofocar el escándalo se vio rápidamente socavado. Surgieron declaraciones contradictorias por parte de funcionarios cubanos: el embajador cubano en Moscú declaró que no se oponía a que los cubanos sirvieran en las Fuerzas Armadas rusas, sólo para ser desmentido por el ministro de Asuntos Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, horas más tarde.
Nuevos datos interceptados por la Resistencia Cibernética revelan fotos de pasaportes de otros 59 cubanos que llegaron a Tula, Rusia, entre el 25 de agosto y el 29 de septiembre. Notablemente, 11 de ellos llegaron después de la proclamación del gobierno cubano de detener este canal mercenario.
En particular, la 106 División de las Fuerzas Aerotransportadas de las Fuerzas Armadas rusas, donde se cree que sirven estos cubanos, se parece cada vez más a la “legión internacional” de Rusia. El verano pasado, surgieron informes de que también se estaba reclutando a serbios en esta división.
Del último grupo de cubanos, las pruebas de los hacktivistas confirman que al menos tres están sirviendo ahora, mostrando sus afiliaciones a través de fotos con uniformes y equipos militares rusos.
Estas revelaciones ponen en entredicho la sinceridad del compromiso de Cuba en la lucha contra el mercenarismo y el tráfico de seres humanos. A pesar de las detenciones, el flujo de cubanos a Rusia parece ininterrumpido, sin que se registren intentos genuinos por parte del gobierno cubano de repatriar a los individuos identificados o de detener los canales financieros hacia estos mercenarios.
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