Economía doméstica: Un reflejo de la crisis
Michael J. Bustamante, académico cubano y profesor en la Universidad de Miami, viajó recientemente a Santiago de Cuba. Durante su visita, pudo confirmar las dificultades económicas que afectan a la población local. Bustamante destacó la desproporcionada cantidad de dinero que los jubilados deben gastar en alimentos básicos, como el pollo. Además, señaló las complicaciones que enfrenta la población al acceder a servicios básicos, desde reponer gas para la cocina hasta cobrar una pensión, ejemplificado por las largas esperas en bancos que no disponen de suficientes billetes.
Las tiendas estatales, aunque ofrecen algunas ofertas, presentan precios que muchos consideran excesivos, comenta Bustamante. Por otro lado, los productos subvencionados a menudo escasean, dejando a muchos esperando artículos esenciales. Las remesas de familiares en el extranjero y trabajos esporádicos, como el de reparación de coches, son fuentes cruciales de ingresos para muchas familias.
Las MiPYMES: ¿Solución o problema añadido?
En medio de este panorama, las MiPYMES (pequeñas y medianas empresas) han ganado relevancia en la discusión pública, aunque no siempre de manera positiva. Bustamante observó que, a diferencia de lo que sucede en La Habana, las MiPYMES en Santiago presentan una oferta limitada de productos que varía día a día. A pesar de que los ciudadanos frecuentan estas tiendas, muchos consideran que sus precios son igual o incluso más elevados que los establecimientos estatales, ha comentado Bustamante en Twitter.
Existe una percepción generalizada de que estas empresas se aprovechan de la crisis y están conectadas con capitales extranjeros, a pesar de que la evidencia empírica sugiere que las estructuras de precios están influenciadas por factores externos y políticas monetarias. Las MiPYMES enfrentan desafíos considerables, incluido el acceso limitado a divisas y la necesidad de participar en el mercado negro para cambiar monedas, según Bustamante.
Un futuro incierto: Entre la desesperanza y la salida del país
Según Bustamante, el escepticismo y la frustración política dominan el panorama de Santiago. La reciente autocrítica de algunos miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular sobre la situación económica ha sido recibida con escepticismo. La percepción es que las sanciones de EE.UU. no son el principal problema, y tampoco se ve a Rusia o China como salvadores potenciales.
En este contexto, los jóvenes cubanos siguen optando por emigrar en busca de oportunidades, ha precisado el profesor. Las lágrimas en el aeropuerto reflejan una desesperanza compartida, con muchos sintiendo que se van para no volver.
Sin embargo, hay un leve atisbo de optimismo: durante la visita de Bustamante, el suministro eléctrico en el centro de Santiago fue en su mayoría constante, lo que podría indicar una mejora en este aspecto, observa Bustamante.
A pesar de ello, la situación general es desoladora. La cantidad de tiempo que la gente invierte en satisfacer sus necesidades diarias impacta directamente en la productividad laboral, ha señalado el académico, y parece haber un enfrentamiento entre diferentes sectores de la sociedad sin soluciones claras a la vista.
“¿Embargo? ¿Qué embargo?”
“¡Dejad vivir a Cuba!”, aclamarán los círculos de solidaridad. “¿Embargo? ¿Qué embargo?”, alegarán muchos opositores al gobierno cubano.
