En la reciente columna “El terremoto Milei” de Axel Kaiser publicada en El Mercurio, se constata un sentimiento no solo de asombro por el inesperado surgimiento de un candidato libertario en Argentina, sino también un palpable desafío para la esfera política de toda la región. Kaiser no se limita a un simple relato de los acontecimientos, sino que propone una profunda reflexión sobre lo que este fenómeno podría significar para el futuro político de Latinoamérica, a sabiendas del freno que ejercen en la opinión popular las iniciativas, tanto de centroizquierda como de centroderecha.
Desde el inicio, Kaiser contextualiza el “arrase” de Milei en las elecciones como un rompimiento sin precedentes en la tradición política argentina. Recordemos que Argentina ha sido tradicionalmente un bastión del peronismo y el estatismo, donde las ideas liberales a menudo eran relegadas a la periferia del discurso público. Pero lo que Milei ha conseguido, según Kaiser, es la demolición del mito de que “las ideas de la libertad no pueden ganar” en territorios tradicionalmente estatistas.
Pero, ¿cómo lo logró Milei? Kaiser apunta a la autenticidad y firmeza del candidato. En una era de políticos que con frecuencia cambian de posición según las corrientes populares, Milei se mantuvo inquebrantable. La cita de Milei que Kaiser incluye: “si me hubiera guiado por ‘focus groups’, me habría ido por el socialismo”, no solo resalta la autenticidad de Milei, sino que también es una crítica directa al cálculo político que domina muchas campañas contemporáneas.
El aspecto más profundo y tal vez el más desafiante de la columna es el llamado a la “batalla por las ideas”. Citando a Antonio Gramsci, Kaiser destaca la importancia de la “hegemonía cultural” y sugiere que la política no es solo una cuestión de elecciones y campañas, sino una lucha constante en el ámbito ideológico. El reconocimiento de Benegas Lynch (h) señala que detrás del éxito instantáneo de Milei hay décadas de trabajo ideológico y activismo.
Hacia el cierre, el foco se traslada a Chile, y es aquí donde la columna se vuelve no solo analítica sino prescriptiva. Kaiser sugiere que la moderación, tan valorada por la centroderecha y centroizquierda chilenas, puede ser su talón de Aquiles. Si bien la moderación puede tener sus méritos, Kaiser insinúa que, en tiempos de crisis, se requiere claridad y firmeza ideológica.
En definitiva, “El terremoto Milei” no es solo un relato sobre un candidato libertario en Argentina; es un campanazo para toda Latinoamérica. Kaiser propone que, en la era actual, con las profundas crisis que enfrentan muchos países de la región, no hay espacio para ambigüedades ideológicas. El desafío está planteado: ¿responderá Latinoamérica?
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En medio de las recientes reformas bancarias de Cuba, surge el comercio ilícito de pesos cubanos (CUP), en respuesta a la escasez de efectivo y las largas colas en los bancos.