Estados Unidos ha criticado abiertamente la gestión israelí del actual conflicto en Gaza, centrándose especialmente en las víctimas civiles. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, expresó su preocupación y destacó la desconexión entre la intención declarada de Israel de proteger a los civiles y la dura realidad que se está desarrollando sobre el terreno. Las declaraciones de Blinken se produjeron durante una conferencia de prensa en Washington, tras una reunión con el ministro británico de Asuntos Exteriores, David Cameron.
El conflicto, en el que el ejército israelí ha lanzado operaciones de gran envergadura en Gaza, se desencadenó a raíz de un ataque mortal del grupo militante Hamás hace dos meses. La postura de Israel ha sido firme, aduciendo la necesidad de neutralizar a Hamás como justificación de sus acciones. Sin embargo, el número de víctimas civiles ha sido asombroso. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, más de 17 000 palestinos han muerto y 46 000 han resultado heridos desde que comenzaron los bombardeos israelíes en respuesta al ataque de Hamás que causó 1200 muertos y 240 rehenes.
En medio del creciente clamor internacional, los Estados árabes han pedido un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tiene previsto votar un proyecto de resolución presentado por Emiratos Árabes Unidos en el que se exige la protección de los civiles palestinos e israelíes de acuerdo con el derecho internacional humanitario. Sin embargo, Estados Unidos e Israel se han opuesto al alto el fuego, argumentando que beneficiaría a Hamás. Está previsto que Blinken se reúna con diplomáticos de Estados árabes clave, entre ellos Egipto, para seguir debatiendo la situación.
La Autoridad Palestina, en colaboración con funcionarios estadounidenses, está estudiando un plan de gobierno para Gaza tras la guerra. En este plan, Hamás podría convertirse en un socio menor de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), con el objetivo de establecer un Estado independiente que abarque Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este.
Para facilitar la ayuda humanitaria, Israel ha accedido a abrir el paso fronterizo de Kerem Shalom a la inspección de camiones, a petición de Estados Unidos. Este avance es crucial, ya que el paso es uno de los principales conductos de suministros a Gaza.
Mientras el conflicto continúa sin una solución clara a la vista, la situación de los rehenes en manos de Hamás sigue siendo motivo de preocupación. Las familias de los rehenes, como Idit Ohel, cuyo hijo fue secuestrado, soportan una agónica espera, con la esperanza de que regresen sanos y salvos. Esta situación, unida al comienzo de la festividad judía de Hanukkah, aporta un tono sombrío a muchos en Israel, reflejando las profundas y complejas capas de este conflicto en curso.
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