El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, reafirmó el lunes el compromiso del país con su actual campaña militar en la Franja de Gaza, señalando una operación prolongada contra el grupo militante Hamás. Este anuncio se produce cuando el conflicto, que entra en su tercer mes, ya ha causado numerosas víctimas y una destrucción generalizada.
La ofensiva israelí, iniciada en respuesta a una incursión sin precedentes de militantes de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre, que se saldó con importantes pérdidas de vidas humanas y secuestros, se ha convertido desde entonces en una operación militar a gran escala. A pesar de los llamamientos de líderes mundiales, entre ellos el secretario general de la ONU, para un alto el fuego inmediato, Gallant, figura clave del gabinete de guerra israelí, se mantiene firme.
El balance del conflicto es desolador. Las autoridades sanitarias de Gaza, controlada por Hamás, informan de más de 17 000 víctimas mortales palestinas, de las cuales una proporción angustiosa son mujeres y niños. La crisis humanitaria se ha agravado, con casi el 85% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza desplazados de sus hogares.
En una reciente reunión informativa de Gallant con The Associated Press no se indicó el fin inmediato de las hostilidades. Aunque evitó establecer plazos concretos, insinuó que la actual fase de intensos combates terrestres, apoyados por ataques aéreos, podría prolongarse durante semanas, con la posibilidad de que las operaciones militares continuaran durante meses.
Esta postura de la defensa israelí subraya la complejidad e intratabilidad del conflicto, con graves consecuencias humanitarias.
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“La población sufre una dramática espiral descendente. La promesa socialista de alimentos, salud y educación ya no se cumple”.