La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, subrayó la urgente necesidad de proteger a los periodistas durante un acto sobre la libertad de prensa celebrado el jueves en Nueva York. Destacó el creciente desafío al que se enfrentan los medios de comunicación en todo el mundo a medida que los gobiernos intensifican sus esfuerzos para obstruir el flujo de noticias independientes.
“Los periodistas están siendo intimidados y acosados en todo el mundo”, declaró Thomas-Greenfield, señalando una preocupante tendencia en la que la autonomía de los medios de comunicación se ve cada vez más atacada. Reporteros sin Fronteras, destacada defensora de la libertad de prensa, corroboró esta opinión en su última clasificación de la libertad de prensa, publicada el viernes, en la que se identificaba un número casi récord de periodistas detenidos en todo el mundo, entre ellos el reportero del Wall Street Journal, Evan Gershkovich.
La detención de Gershkovich por las autoridades rusas en marzo de 2023, por supuestos cargos de espionaje que tanto él como el gobierno de Estados Unidos niegan vehementemente, se destacó como un caso significativo. Rusia, desde que comenzó su actual conflicto con Ucrania, ha caído en picado hasta el puesto 162 de 180 países en la clasificación de libertad de prensa. El Servicio Federal de Seguridad detuvo a Gershkovich, que se encontraba en Rusia en viaje de información, lo que supone otro duro golpe a la independencia de la prensa en la región.
Anne Bocandé, directora editorial de Reporteros sin Fronteras, ha constatado una preocupante disminución del apoyo gubernamental a la libertad de prensa, unida cada vez más a acciones hostiles que atentan contra el periodismo. “Los Estados y otras fuerzas políticas desempeñan un papel cada vez menor en la protección de la libertad de prensa”.
En Europa Oriental y Asia Central se ha intensificado la censura de los medios de comunicación, y países como Bielorrusia, Kirguistán y Azerbaiyán imitan las tácticas represivas de Rusia. Además, en el panorama mediático serbio abunda ahora la propaganda rusa, lo que indica la creciente influencia del Kremlin.
En Estados Unidos, la reacción ha sido de fuerte oposición a la detención de Gershkovich. El Departamento de Estado lo ha declarado detenido injustamente, afirmando que no es un espía y que nunca ha trabajado para el gobierno de Estados Unidos. El presidente Joe Biden se ha comprometido a trabajar por su regreso. El 23 de abril, un tribunal de Moscú rechazó un recurso de Gershkovich contra su detención, y las autoridades rusas sostienen que sus acciones son legales.
El llamamiento internacional en favor de la liberación de Gershkovich ha sido generalizado. Más de 230 decanos y profesores de más de 50 facultades de periodismo de Estados Unidos, entre ellas prestigiosas instituciones como la Universidad de Columbia, la Universidad de Berkeley y la Universidad de Nueva York, han pedido su liberación inmediata. “Es nuestra responsabilidad asegurarnos de que nuestros estudiantes comprenden el papel fundamental que desempeñan como periodistas”, han declarado colectivamente las facultades de periodismo.
En la actualidad hay 543 periodistas detenidos en todo el mundo, una cifra casi récord, según Reporteros sin Fronteras. El efecto escalofriante de la detención de Gershkovich es palpable, y las principales organizaciones de noticias de Estados Unidos están retirando a sus reporteros de Rusia y los periodistas rusos independientes están huyendo del país.
Paul Beckett, director adjunto del Journal, expresó en un debate con el News Literacy Project el profundo impacto de la ausencia de reporteros sobre el terreno en Rusia. “La mayoría de las principales organizaciones de noticias de Estados Unidos cubren Rusia desde el extranjero”, afirmó. “No hay sustituto para estar sobre el terreno y escribir sobre lo que se está viendo”.
Este endurecimiento de la libertad de prensa no se limita a Rusia, ya que otras naciones han intensificado el control sobre las redes sociales e Internet. Vietnam y China siguen imponiendo severas restricciones a los periodistas, y ambos países figuran entre los últimos de la clasificación de Reporteros sin Fronteras.
Noruega, Dinamarca y Suecia encabezan la lista por su sólida protección de los derechos de prensa, mientras que Afganistán, Siria y Eritrea ocupan los últimos puestos. Estados Unidos ocupa el puesto 55, lo que refleja las dificultades que afrontan incluso los países desarrollados para mantener la libertad de prensa.
El país de las últimas cosas
Por Paul Auster
A veces pienso que la muerte es lo único que logra conmovernos. Constituye nuestra forma de creación artística, nuestro único medio de expresión.