Los líderes de las Naciones Unidas lanzaron el lunes un llamamiento urgente, exigiendo el cese inmediato del devastador conflicto de Gaza, que se ha cobrado más de 10 000 vidas. El llamamiento a un “alto al fuego humanitario” se produce mientras se intensifica la ofensiva israelí, a pesar de los esfuerzos internacionales por mediar en la paz.
Las autoridades sanitarias de Gaza informan de un asombroso número de víctimas mortales debido a los ataques israelíes, que supera ya las 10 000, con al menos 4104 niños entre ellas. Este sombrío escenario subraya el elevado número de vidas humanas perdidas que la guerra de casi un mes de duración ha infligido al enclave palestino.
En una enérgica declaración conjunta, 18 dirigentes de organismos de las Naciones Unidas declararon: “Toda una población está asediada y atacada, se le niega el acceso a lo esencial para sobrevivir, se la bombardea en sus hogares, refugios, hospitales y lugares de culto. Esto es inaceptable”. Los firmantes, entre los que se encuentran el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y el jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths, subrayaron que la violencia debe cesar inmediatamente.
La operación militar israelí, que comenzó tras el ataque de militantes de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, ha encontrado una fuerte resistencia. Israel ha mantenido que el alto el fuego está supeditado a la liberación de los rehenes tomados durante el asalto de Hamás. Hasta la fecha, Hamás es responsable de la muerte de 1400 personas y de la toma de más de 240 rehenes en ese ataque.
En medio del bombardeo más mortífero registrado desde el inicio del conflicto, el Ministerio de Sanidad de Gaza anunció docenas de muertos más en los ataques, entre ellos víctimas en un ataque aéreo contra el hospital oncológico de Rantissi, en la ciudad de Gaza. Israel ha respondido afirmando que sus acciones militares tienen como objetivo emplazamientos militantes y que está investigando los informes sobre bombardeos de hospitales.
La comunidad internacional ha redoblado sus esfuerzos diplomáticos para sofocar la violencia, y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha abogado por conversaciones de paz en la región. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha rechazado hasta ahora las peticiones de alto el fuego, alegando motivos de seguridad. También se ha informado de que el director de la CIA, William Burns, visitará Israel para seguir debatiendo la situación.
Sobre el terreno, las fuerzas israelíes se han enfrentado a miles de combatientes de Hamás, y se ha informado de la muerte de 31 soldados israelíes desde que comenzaron las operaciones ampliadas el 27 de octubre. Israel ha instado a la población civil del norte de Gaza a que evacue la zona, aunque los observadores de la ONU revelan que pocos han hecho caso de la petición, entorpecidos por el miedo y la destrucción de infraestructuras.
En medio de esta escalada de tensiones, las agencias de la ONU informan de la grave situación humanitaria a la que se enfrentan los palestinos. La agencia de ayuda de la ONU para los palestinos señaló que cada 10 minutos muere un niño y dos resultan heridos, mientras que muchos desplazados se quedan sin cobijo, algunos durmiendo en la calle.
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