Asesinatos, detenciones arbitrarias y violencia definen el panorama
En una tendencia cada vez más alarmante, América Latina está siendo testigo de un aumento de la violencia contra los periodistas, con cinco asesinados sólo en México el año pasado, y otros sometidos a detenciones arbitrarias o forzados al exilio en países como Cuba, Venezuela y Nicaragua. Estos inquietantes sucesos representan sólo una parte de las amenazas a las que se enfrentan los trabajadores de los medios de comunicación en toda la región, que los expertos califican ahora de grave crisis para la libertad de prensa.
México: El lugar más mortífero para los periodistas en el hemisferio occidental
Según un informe publicado en marzo por Amnistía Internacional y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), México ha sido declarado el país más peligroso para los periodistas en el hemisferio occidental. La violencia contra la prensa es descarnada, y el país registra el mayor número de periodistas desaparecidos en todo el mundo, con al menos 15. Francisco Cobos, periodista de Univisión, escapó por poco de un intento de secuestro en Tamaulipas el 26 de abril. “Ya no hay lugar donde uno esté seguro”, declaró Cobos tras huir de sus agresores. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha respondido prometiendo protección para Cobos, en medio de la creciente preocupación por la seguridad de la prensa en México.
Cuba: Periodismo encadenado
En Cuba, la situación es igualmente sombría. Abraham Jiménez, periodista que huyó del país en 2021, describe la represión de la prensa como un secuestro de la profesión. La respuesta del gobierno cubano a las protestas callejeras de 2021 incluyó presentar a Jiménez como un agente de la CIA, lo que le acarreó graves repercusiones personales y profesionales. El informe de 2023 de Artículo 19 destaca las tácticas de intimidación del gobierno cubano, incluidas las detenciones arbitrarias y la supresión de Internet, para silenciar a la prensa.
Nicaragua: Una nación sin periódicos
El gobierno de Nicaragua, bajo el régimen de Ortega-Murillo, ha atacado al periodismo con un vigor implacable. La toma de las oficinas de La Prensa y la posterior detención y encarcelamiento de su director general forman parte de una ofensiva más amplia que ha cerrado más de 300 organizaciones de la sociedad civil y ha obligado a muchos periodistas a exiliarse. El país, ahora desprovisto de periódicos impresos, experimenta lo que muchos llaman un “apagón informativo”.
Venezuela: Prevalecen la censura y el miedo
Los periodistas venezolanos se enfrentan a un panorama plagado de secretismo y censura impuestos por el Estado. Edgar López, periodista venezolano, destacó la lucha diaria para superar las restricciones del gobierno y el miedo generalizado a las represalias. El informe del Departamento de Estado de Estados Unidos criticó los continuos esfuerzos del presidente Nicolás Maduro para reprimir la libertad de prensa, señalando una preocupante tendencia a la agresión contra los periodistas, especialmente durante los periodos electorales.
Ecuador: Secuestros retransmitidos en directo
La prensa ecuatoriana tampoco se libra de la violencia. Recientemente, unos encapuchados irrumpieron en un informativo en directo, tomando como rehenes a periodistas y colaboradores. Este suceso pone de relieve los problemas de seguridad a los que se enfrenta el país y su repercusión en los trabajadores de los medios de comunicación.
Un efecto escalofriante en los medios de comunicación
Estos ejemplos de México, Cuba, Nicaragua, Venezuela y Ecuador ilustran un problema regional más amplio en el que los gobiernos, independientemente de su afiliación política, muestran hostilidad hacia la prensa. Este antagonismo se expresa a menudo a través de las redes sociales, contribuyendo a una peligrosa erosión de uno de los pilares democráticos fundamentales de la región. A medida que los dirigentes utilizan estas plataformas para atacar y socavar a los medios de comunicación, el papel de los periodistas como pilares de la democracia se hace cada vez más precario.
En conclusión, los retos a los que se enfrentan los periodistas en América Latina son graves y polifacéticos. Con cada ataque, detención o acto de censura, la región se aleja aún más de los ideales de libertad y democracia, poniendo en peligro no sólo a periodistas individuales, sino la esencia misma de un público informado.
El país de las últimas cosas
Por Paul Auster
A veces pienso que la muerte es lo único que logra conmovernos. Constituye nuestra forma de creación artística, nuestro único medio de expresión.