México a punto de elegir a su primera presidenta

México está a punto de vivir un momento histórico, ya que se espera que el país elija a su primera mujer presidenta este fin de semana. Dos mujeres, la candidata oficialista Claudia Sheinbaum y la aspirante opositora Xóchitl Gálvez, ambas de 61 años, han surgido como las principales contendientes en una carrera que podría romper el techo de cristal político más alto en una nación que lucha contra la violencia de género y la desigualdad.

En la carrera presidencial, Sheinbaum, ex alcaldesa de Ciudad de México y científica, lidera con el 55% del apoyo de los votantes, según el promedio de encuestas de Oraculus. La popularidad de Sheinbaum se ve reforzada significativamente por su estrecha alianza con el presidente Andrés Manuel López Obrador, que goza de un índice de aprobación superior al 60%. En cambio, Gálvez, una senadora y empresaria de raíces indígenas que representa a una amplia coalición opositora, ha obtenido un 33% de apoyo. El único candidato masculino, Jorge Álvarez Maynez, le sigue con un 12%.

Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de la Universidad George Mason, destacó la importancia de este posible hito: “Una mujer presidenta será una inspiración para las mujeres de todos los sectores de la economía, la política, la sociedad y la cultura”.

A pesar del carácter histórico de la elección, el próximo presidente se enfrentará a desafíos formidables, como gestionar la migración, mantener las relaciones con Estados Unidos y abordar la omnipresente violencia criminal que ha causado más de 450.000 muertes y decenas de miles de desapariciones desde 2006. La propia campaña electoral se ha visto empañada por la violencia, con una treintena de candidatos a cargos locales asesinados desde el pasado septiembre.

Michael Shifter, investigador y ex presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, destacó el desalentador problema del crimen organizado, afirmando: “La ominosa expansión del crimen organizado y los florecientes cárteles es el problema más desalentador al que Sheinbaum tendrá que enfrentarse” si resulta elegida. Los expertos predicen que las operaciones de los cárteles continuarán sin verse afectadas por el resultado de las elecciones.

El nuevo presidente también tendrá que lidiar con una compleja relación con Estados Unidos, sobre todo si el expresidente Donald Trump es reelegido. El regreso de Trump podría intensificar las posturas de línea dura en materia de inmigración, comercio y drogas, lo que repercutiría en las relaciones bilaterales.

La violencia de género sigue siendo un problema crítico, con alrededor de 10 mujeres asesinadas diariamente en México. A pesar de los avances políticos y empresariales, millones de mexicanos siguen viviendo por debajo del umbral de la pobreza y muchos dependen de empleos informales. Fátima González, una vendedora de 20 años, expresó su esperanza de cambio, admirando la autenticidad de Gálvez pero reconociendo la lentitud de la transformación.

Cuando los mexicanos acudan a las urnas, también votarán a los miembros del Congreso, a varios gobernadores estatales y a numerosos funcionarios locales, con más de 20.000 cargos en liza y casi 100 millones de votantes registrados.

Las elecciones representan un punto de inflexión potencial para México, pero como señaló Correa-Cabrera, “la desigualdad que afecta a las mujeres, particularmente en los segmentos más pobres de la sociedad, no va a cambiar sólo porque tengamos una presidenta que representa a la élite y a los privilegiados”.





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La nueva guerra de la propaganda

Por Anne Applebaum

“Incluso en un Estado donde la vigilancia es casi total, la experiencia de la tiranía y la injusticia puede radicalizar a la gente. La ira contra el poder arbitrario siempre llevará a alguien a empezar a pensar en otro sistema, en una forma mejor de dirigir la sociedad”.