El Consejo de la Ciudad de Hialeah tomó una postura firme contra la práctica de alquiler de vehículos recreativos (RV) en los barrios residenciales. En medio de una profunda crisis de la vivienda, esta tendencia se ha identificado como una preocupación creciente para la comunidad.
El alcalde Esteban “Steve” Bovo, Jr. hizo hincapié en la ilegalidad existente de residir en vehículos recreativos dentro de los límites de la ciudad, cuestionando la razón de ignorar tales violaciones. “¿Por qué tenemos que hacer la vista gorda? Es ilegal vivir en una casa rodante en la ciudad de Hialeah”, declaró.
La legislación propuesta, fijada para una audiencia el 23 de enero, tiene por objeto introducir normas y requisitos estrictos para el estacionamiento de vehículos recreativos y embarcaciones en zonas residenciales. Entre ellos destacan el registro obligatorio de dichos vehículos sin tasas, limitaciones en el número de vehículos recreativos y embarcaciones por propiedad y directrices específicas de estacionamiento para facilitar la inspección.
En un intento de abordar los problemas de seguridad y salubridad, el ayuntamiento votó a favor de prohibir las conexiones de los vehículos recreativos a las tuberías de agua o alcantarillado, salvo breves periodos de limpieza. Además, el tamaño de las caravanas en la ciudad se limitará a 33 pies, y los propietarios que incumplan la normativa se enfrentarán a la suspensión de los servicios públicos y a posibles multas civiles de hasta 500 dólares.
La medida se ha tomado a raíz de las crecientes quejas de los residentes por el ruido, las condiciones insalubres y los trastornos generales causados por los inquilinos de caravanas. Tamara Reyes, residente de East 39th Street, relató su angustia por el estilo de vida y el comportamiento de los inquilinos de caravanas junto a su casa, y expresó su temor por la seguridad de su familia.
Por otro lado, la difícil situación de inquilinos como Elisa Naranjo y José Manuel López, ambos de 70 años, que recurrieron al alquiler de caravanas por necesidad económica, pone de relieve el problema más general de la vivienda asequible en Hialeah. A pesar de sus terribles circunstancias, la ciudad ya les ha sancionado por sus acciones, lo que refleja la compleja interacción entre normativa, seguridad y dificultades económicas.
Reconociendo la gravedad de la situación de la vivienda, Hialeah ha iniciado la creación de un Grupo de Trabajo sobre Vivienda Asequible. Sin embargo, los esfuerzos de la ciudad para regular el uso de vehículos recreativos y barcos como espacios habitables se consideran necesarios para evitar un mayor deterioro de las condiciones de vida y la seguridad del vecindario.
La concejala Angélica Pacheco expresó su preocupación por el destino de las personas que actualmente residen en caravanas debido a las limitaciones económicas e instó a que se elaborara un plan para evitar que aumentara el número de personas sin hogar. El alcalde Bovo, sin embargo, señaló que la mayoría de los alquileres de autocaravanas no son de residentes necesitados, sino de inversores que explotan los bienes inmuebles de la ciudad con fines lucrativos.
Mientras Hialeah se enfrenta a estos retos, el alcalde se ha comprometido a reforzar la aplicación de los códigos, incluso si con ello arriesga su carrera política, para evitar que la ciudad caiga en un estado de abandono y desorden. “Si me cuesta el puesto”, declaró Bovo, “es lo que hay”.
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“Por ahora, solamente le puedo confirmar que necesitamos todos los dólares que podamos conseguir”, dijo el coronel Antonio de la Guardia.