El martes por la noche, una coalición de grupos del sur de Florida inició una sentada de protesta de 48 horas, expresando su apoyo a los palestinos y exigiendo que la administración Biden pida un alto el fuego inmediato entre Israel y los militantes de Hamás. La protesta, organizada por la Coalición por Palestina del Sur de Florida, se centra en su llamamiento al cese de las hostilidades para permitir un mayor flujo de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, así como el fin de lo que describen como “el genocidio de los palestinos en Gaza”.
La protesta comenzó en la Antorcha de la Amistad de Miami, junto a Biscayne Boulevard. Un aspecto significativo de la sentada es la conmemoración del desplazamiento masivo experimentado durante la guerra de 1948 con Israel, conocida por los palestinos como la Nakba, que en árabe significa “catástrofe”. Se calcula que, durante los acontecimientos que precedieron al conflicto de 1948 y durante el mismo, 700 000 palestinos se vieron obligados a abandonar o huyeron del territorio que hoy forma parte de Israel.
El actual conflicto entre Israel y Hamás ha reavivado el recuerdo de la Nakba en muchos palestinos, sobre todo porque un gran número de ellos están abandonando sus residencias en el norte de Gaza para buscar refugio en asentamientos improvisados en tiendas de campaña en el sur de Gaza. Anas Amireh, miembro de la Coalición, expresó el calamitoso estado de la situación, señalando: “El pueblo gazatí no podría estar enfrentándose a una situación más catastrófica”.
Informes recientes de Associated Press destacan que cerca de 800 000 palestinos han buscado refugio en el sur de Gaza. Sin embargo, un número significativo ha optado por quedarse a pesar de los peligros evidentes, en gran parte porque consideran que ningún lugar de la región es realmente seguro, dada la continuación de los ataques aéreos israelíes que trágicamente han causado víctimas civiles.
Las estadísticas del Ministerio de Sanidad de Gaza publicadas el martes revelan que el conflicto en curso ha causado la muerte de más de 8500 palestinos, la mayoría de ellos mujeres y menores. Esta cifra no tiene parangón en la historia de los enfrentamientos israelo-palestinos. En el lado israelí, el número de víctimas asciende a más de 1400, la mayoría civiles. Estas muertes se produjeron principalmente durante la ofensiva inicial de Hamás el 7 de octubre. En el conflicto también se han producido unos 240 secuestros por parte de militantes palestinos, que persisten en lanzar ataques con cohetes contra Israel.
Como parte de sus actividades de protesta, la coalición del sur de Florida ha programado llamadas a congresistas, lecturas de los nombres de palestinos que han perdido trágicamente la vida en el conflicto y una vigilia con velas prevista para el jueves por la noche. La coalición sostiene que Israel ha sometido al pueblo palestino a una “ocupación asfixiante e ilegal”. También hacen referencia a las afirmaciones de varias organizaciones de derechos humanos de renombre que califican de apartheid el dominio de Israel sobre los palestinos, una designación que Israel rechaza con vehemencia, por considerarla un desafío a su legitimidad.
Wilfredo Ruiz, director de medios de comunicación de la sección de Florida del Council on American-Islamic Relations, subrayó el compromiso de la coalición al afirmar: “A medida que se intensifica la violencia, no podemos quedarnos de brazos cruzados. No nos quedaremos de brazos cruzados”. Ruiz subrayó la naturaleza diversa de la coalición, mencionando: “Nuestras numerosas comunidades —musulmana, judía, cristiana y otras— se están uniendo para exigir justicia para el pueblo palestino”. Y añadió: “Sabemos que el único camino hacia la paz y la justicia es el fin de la ocupación israelí de Palestina”.
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