Calvert Casey, (12/12/1923 – 17/05/1969) cumpliría hoy cien años, pero con apenas 44 años decidió tomar somníferos suficientes y dormir para siempre, quizás, perseguido por sus obsesiones: el sexo, el paso del tiempo y la propia muerte.
Uno de los escritores malditos cuyo trabajo, y también su vida, reflejan el talento y los desafíos de su época. Su obra, aunque no es extensa, se caracteriza por la profundidad temática y la exploración de temas como la soledad, la identidad y el exilio. Sus relatos y, también sus ensayos, atravesados de un lirismo melancólico, testimonian una sensibilidad especial y distinguida en las letras cubanas.
La obra de Calvert Casey se destaca por capturar experiencias universales, explorando la condición humana con honestidad.
El exilio marcó profundamente su vida y no escapó a su literatura que trazó una nueva perspectiva sobre Cuba y su propia identidad. La experiencia del desplazamiento es apreciable en su obra, además de una búsqueda constante por la pertenencia, un tema que resuena en sus relatos.
A cien años de su nacimiento, compartimos con nuestros lectores este homenaje, realizado en Madrid, por el cineasta cubano Carlos González Arenal.
Cáritas Internacional: “Cuba se enfrenta al colapso económico y a una crisis humanitaria”
“La población sufre una dramática espiral descendente. La promesa socialista de alimentos, salud y educación ya no se cumple”.