El Buena Vista Social Club llega a Broadway

En una bulliciosa sala de ensayos de Manhattan, una mezcla de música latinoamericana y la efervescencia creativa de Nueva York cobra vida mientras los artistas se preparan para un musical revolucionario. El Buena Vista Social Club, un nombre sinónimo de la música cubana, se está transformando en una experiencia teatral sin precedentes, avisa un reportaje de la publicación especializada ‘Rolling Stone

El supervisor musical Dean Sharenow subraya: “Esto es de verdad, no una producción musical de Broadway”. Esta afirmación resume la naturaleza única del proyecto, que no es simplemente un musical, sino una inmersión profunda en un fenómeno cultural.

La historia de Buena Vista Social Club, sostiene la publicación, es una historia de redescubrimiento y renacimiento. El álbum original, publicado en 1997 junto a obras de Radiohead, Janet Jackson y Bob Dylan, se convirtió en una inesperada sensación mundial. Reunió a veteranos músicos cubanos, capturando la esencia del estilo del son cubano de las décadas de 1940 y 1950. Estos artistas, exitosos en Cuba, pero afectados por la revolución de 1959, encontraron un nuevo público en sus últimos años. 

El éxito del álbum, que ganó un Grammy y vendió millones de copias en todo el mundo, dio lugar a giras por Estados Unidos, álbumes derivados y documentales, como la película de Wim Wenders, nominada al Oscar.

El próximo musical, que se estrenará en Nueva York con una temporada limitada, no sólo relatará la icónica sesión de grabación de los años 90, sino que también se adentrará en la historia de los músicos. El dramaturgo Marco Ramírez destaca la importancia de Juan de Marcos González, que desempeñó un papel fundamental en la formación del grupo. Esta elección narrativa amplifica los elementos de desamparo y aventura inherentes a la historia del Buena Vista Social Club.

Sin embargo, adaptar este legado musical ha sido todo un reto, aclara el artista. El equipo creativo, dirigido por el productor teatral Orin Wolf, se embarcó en un viaje para preservar la autenticidad y la integridad cultural de la obra original. Las canciones siguen siendo en español, y el diálogo, aunque en inglés, requirió una meticulosa atención a los detalles lingüísticos. Los coreógrafos Patricia Delgado y Justin Peck innovaron mezclando la danza moderna con estilos históricos cubanos, reconociendo la falta de imágenes directas de la época.

El casting fue un gran esfuerzo, con músicos y actores procedentes de varios países, lo que refleja el atractivo universal de la música del Buena Vista Social Club. Este proceso también pone de relieve la relevancia e influencia del álbum a través de generaciones y culturas, comenta la revista. Para muchos miembros del reparto, como Jared Machado y Kenya Browne, el proyecto es un puente que les conecta con sus raíces y con un legado musical anterior a sus propias experiencias.

El musical Buena Vista Social Club es más que una adaptación teatral; es un testimonio del poder perdurable de la música para trascender el tiempo, el idioma y la geografía. Cuenta una historia de segundas oportunidades, de resistencia cultural y de la fuerza unificadora de la música.

Mientras la música latina sigue moldeando la cultura dominante, este musical ofrece un oportuno recordatorio de sus ricos y diversos orígenes y de las historias de los artistas que fueron sus pioneros. La expectación suscitada por su estreno en Broadway demuestra la relevancia y la fascinación que siguen suscitando este grupo icónico y su música intemporal.