El poder de los alimentos bajos en calorías

Los alimentos bajos en calorías han surgido como una solución efectiva para muchos que pretenden controlar el hambre manteniendo una dieta equilibrada. Diversos estudios han puesto de relieve una serie de alimentos, ricos en proteínas y fibra, que no sólo aportan beneficios nutricionales, sino que también contribuyen a mantener la sensación de saciedad durante más tiempo. A medida que los medicamentos que suprimen el apetito se vuelven cada vez más frecuentes, estas opciones de alimentos naturales ofrecen una alternativa prometedora.

Los alimentos básicos de una dieta baja en calorías

  • Yogur griego: Empezar el día con una ración de yogur griego natural desnatado, que sólo contiene 92 calorías en un envase de 156 gramos, puede ser algo más que un desayuno refrescante. El alto contenido en proteínas del yogur griego contribuye a la liberación de hormonas de la saciedad como la colecistoquinina, la GLP-1 y la PYY, reduciendo las ganas de picar innecesariamente entre horas.
  • Requesón: Un pequeño estudio ha indicado que las 82 calorías contenidas en una ración de 100 gramos de requesón bajo en grasa podrían ofrecer beneficios similares, lo que lo convierte en un candidato ideal para un tentempié saciante o un acompañamiento para cualquier comida.
  • Pescado: Pescados como el abadejo, el atún y el salmón no sólo proporcionan una dosis cardiosaludable de ácidos grasos omega-3, sino que también aportan una cantidad considerable de proteínas saciantes. Su bajo contenido calórico, que oscila entre 69 y 142 calorías por cada 100 gramos, según el tipo, complementa una dieta consciente del peso sin sacrificar la satisfacción.
  • Carnes magras y aves de corral: Para quienes incorporan la carne a su dieta, el asado de ternera magra y la pechuga de pollo sin piel ofrecen proteínas sustanciosas con un contenido calórico relativamente bajo por raciones de 100 gramos, 116 y 120 calorías, respectivamente. Estas opciones pueden hacer que la cena sea a la vez tentadora y saludable.
  • Huevos: Como ingrediente versátil, los huevos, con aproximadamente 72 calorías cada uno, favorecen la salud muscular y actúan como supresor natural del apetito. Su capacidad para reducir los niveles de grelina, la hormona del hambre, es especialmente beneficiosa para quienes desean controlar su peso.
  • Legumbres: Las alubias, los guisantes y las lentejas no sólo son campeones de las proteínas vegetales, sino que también ofrecen una gran cantidad de fibra: una ración de 100 gramos aporta entre 114 y 116 calorías. Su papel en la promoción de la salud intestinal y la reducción del colesterol está bien documentado, por lo que son un complemento robusto para cualquier comida.
  • Avena: Con 101 calorías por paquete de 28 gramos, la avena es una opción baja en calorías para el desayuno o la merienda. Se sabe que su alto contenido en fibra betaglucano regula el apetito y el azúcar en sangre, contribuyendo a una sensación de saciedad sostenida.
  • Verduras: Las verduras como las espinacas y los pepinos, densas en nutrientes y repletas de fibra, aportan un mínimo de calorías: entre 6,9 y 15 calorías por ración. Su volumen y contenido en fibra contribuyen a la sensación de saciedad, ayudando a controlar el tamaño de las raciones y la ingesta total de calorías.
  • Frutas: Las frutas, como las manzanas y las fresas, ofrecen dulzor y fibra a la vez que mantienen un bajo contenido calórico, con 94,6 y 46,1 calorías por ración, respectivamente. Actúan como alternativas naturales a los postres y pueden frenar los antojos de azúcar sin afectar significativamente al consumo de calorías.
  • Pimientos picantes: Con la capsaicina como componente clave, los pimientos picantes pueden aumentar la sensación de saciedad y proporcionar una explosión de sabor por sólo 18 calorías por pimiento. Su picante puede ralentizar la ingesta de alimentos, lo que puede reducir la ingesta total de calorías.

Incorporar alimentos bajos en calorías a lo largo del día:

  • Desayuno: Opta por avena con bayas o un batido con yogur griego y frutas para empezar el día.
  • Almuerzo: Opta por ensaladas con carne magra de ave o alubias, complementadas con una ración de requesón.
  • Cena: Elige proteínas magras como pollo o pescado, acompañadas de una mezcla de verduras asadas.
  • Merienda: Escoge yogur griego con fruta, verduras crudas con hummus o un huevo duro para aumentar las proteínas.

Integrar estos alimentos bajos en calorías y ricos en nutrientes en la dieta puede ayudar a controlar el apetito, controlar el peso y mejorar la salud en general. Los nutricionistas aconsejan que, aunque estos alimentos son beneficiosos, deben formar parte de una dieta más amplia y completa para garantizar que se cubren todas las necesidades nutricionales.