El acierto con la morfología de una obra de arte se define por su contenido. Este principio suele ser parte del ABC en la formación de artistas visuales, pero no son pocos los ejemplos de piezas —pudiera decirse— efectivas, que desacralizan dicho postulado. La práctica ha demostrado que también es natural apostar a una visualidad antes de tener claro cualquier otro elemento de la propuesta. Sin dudas, todos los detonantes para decidir en qué medio realizar el proyecto ideado han terminado siendo válidos (desde el confort de una técnica hasta el éxito comercial, pasando por otros tantos menos declarados). Me resulta interesante conocer cómo se da este proceso en jóvenes autores. ¿Qué determina la elección del soporte para sus enunciados?
Entonces, selecciono a un artista para que se manifieste acerca del tema desde sus experiencias y extienda la convocatoria a otro colega, dejando abierta la posibilidad de ejecutar una cadena de invitaciones. En esta entrega les comparto la tercera intervención del “Challenge” por José Miguel Cano, que ha sido invitado por Carlos Vilá.
En mi proceso creativo, la selección de determinado medio está supeditada a la idea, aunque la experiencia de trabajo puede ejercer como modificadora de esa idea inicial. En este punto la propuesta es maleable y, por consiguiente, está dispuesta a cambios.
Rebusco la forma que considero más adecuada para lograr los objetivos que me trazo con cada pieza. Por tanto, no me limito a algún medio en específico y desarrollo la necesidad de ir experimentando. El origen de esta necesidad lo asocio a mi formación como estudiante de Grabado en las aulas de San Alejandro. En los procesos para realizar una estampa está implícito el carácter experimental, la prueba, la cuestión de no saber en muchas ocasiones qué va a ocurrir hasta que imprimes.
Me seduce repensar cómo funciona una idea desde diversos lenguajes. Disfruto suponer versiones de una misma pieza. Para esto, realizo bocetos y tomo notas de posibles soluciones para diferentes puestas en escena. Finalmente, la selección ha estado marcada por disímiles factores, que no solo conciernen al lenguaje del medio. Por ejemplo, en la pieza Las sonrisas de Blind, tuve en mente que fuera un cúmulo de fotografías a las sonrisas de ciudadanos cubanos tomadas por las calles; pero se me hacía muy aburrido repetir el mismo recurso de la historia que partía. Además, me interesaba proteger la identidad de estas personas. Necesitaba entonces mostrar de alguna forma las risas arrojando la menor cantidad de información sobre los emisores. Opté por cambiar de recurso y la pieza devino en una tarja conmemorativa al protagonista del hecho histórico que tomo como referencia, más un audio con grabaciones de risas.
Asimismo, he aprendido en la marcha que hay medios que no se asimilan del todo solo con saber que existen; tienes que experimentarlos para reconocer todas sus capacidades y agregarlos al archivo de soluciones para tus propuestas. Recientemente incursioné en la animación con la idea de hacer un proyecto de la pieza Hic et Nunc, porque no disponía de los fondos o recursos ideales que concebí inicialmente para construirla. Sabía que si no la hacía en ese momento, lo más probable es que se quedase archivada y superara el interés en ella. Pues esta animación terminó siendo la obra.
Se me antoja como un reto el ser neófito en determinados lenguajes. Necesito de un ritual de familiarización, de un tiempo y espacio íntimo para entenderme con el medio y adquirir cierto oficio. He tenido, por llamarlo de alguna forma, “revelaciones” con un material o soporte y me he puesto a jugar con él para estudiarlo, sin ningún tipo de idea preconcebida, para ver qué me sugiere, a dónde me lleva. Hace un tiempo que tengo ganas de pintar, siento que tengo que pasar por ahí en algún punto. Tampoco me motiva crear una obra pictórica únicamente por el acto de pintar. No voy a lanzarme hasta que considere que tenga algo pertinente que decir con la pintura. A lo mejor sale algo, tal vez se quede solo en estas palabras.
Una cuestión que me parece interesante añadir es que, en ocasiones, me he acercado a otros colegas para aprender sobre una técnica en específico. De estas interacciones han surgido buenas relaciones humanas…; otro aporte de mis búsquedas en este campo.
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Héctor Onel Guevara: El ‘statement’ muere y nace en el mismo gesto
“El ejercicio del ‘statement’ es de una complejidad cercana a la de una obra en sí”.