Mujeres en el criptoarte: reclamando espacios



Gladys Garrote en Hypermedia Live.


Los estudios de género referidos al ámbito artístico han probado la desigualdad de representación que acontece en las instituciones y espacios de exhibición del arte contemporáneo. Si bien es un asunto reconocido y tratado, y se ha intentado reivindicar a través de nuevos derroteros museográficos y exhibiciones retrospectivas, la desigualdad es un fenómeno que aún pervive. 

La historiografía y el mercado del arte han sido instancias rectoradas históricamente por figuras masculinas. El coleccionismo, a su vez, ha privilegiado la inversión en artistas hombres.

Modificar el comportamiento y la codificación de instituciones centenarias, fundadas con políticas patriarcales, que no atienden de manera orgánica la diversidad y el compromiso social, pareciera ser una tarea titánica. La ruptura con el canon impone un trabajo sistemático y desde la raíz.

¿Qué sucede, entonces, con un circuito artístico-social que se encuentra en pleno proceso de gestación? ¿Se siguen reproduciendo los cánones hegemónicos del patriarcado o la era Me Too marca una diferencia en las relaciones en estos ámbitos?

El espacio descentralizado de la blockchain se anuncia como escenario de igualdad de oportunidades. En principio, todos los artistas tienen semejante acceso a los espacios de distribución y a los coleccionistas. Asimismo, al generarse las relaciones sociales en el ámbito de Internet, no necesitan desplazarse ni alejarse del hogar para conocer a agentes clave para la promoción y circulación del trabajo. Ello trae consigo una ventaja con respecto al circuito tradicional donde el acceso a ciertas zonas de promoción artística, que demandan desplazamiento a otras regiones, se hace particularmente difícil para las artistas madres, quienes históricamente han asumido el rol de cuidadoras de la familia.

No obstante, cuando se revisan los listados de los artistas NFT de mayor relevancia o con resultados de mercado más exitosos, es notable la escasa representación de artistas mujeres. Asimismo, las plataformas curadas de mayor prestigio como Nifty Gateway o Super Rare[1] acogen en su catálogo un mayor por ciento de artistas hombres.

Es importante reconocer que no se puede entender el mercado del NFT desligado de la tecnología y de las relaciones que se generan a su alrededor. El sector de la tecnología y la criptoeconomía ha estado siempre dominado por hombres, con una participación menor de mujeres. Eso repercute también en el coleccionismo, cuyas figuras principales de mayor influencia son también masculinas.

No obstante, en este panorama en el que, en cierta medida, se repiten patrones del mundo tradicional del arte, se hace necesario señalar un grupo de proyectos con enfoque de género que han ido marcando una diferencia en estos circuitos. 

En ese sentido destaca WOCA (Women of Crypto Art, por sus siglas en inglés). Esta es una comunidad enfocada en resaltar y apoyar a artistas mujeres en el criptouniverso. Fundada en 2020 por un grupo de artistas y coleccionistas, actualmente agrupa a personas involucradas en el mundo del NFT con un interés en apoyar la diversidad de actuantes en el espacio. Esta red global cuenta con una parcela de tierra virtual[2] en Cryptovoxels, donde será construido un espacio de exhibición para mostrar arte hecho por mujeres. WOCA tiene un sitio web donde exhibe y comercializa el trabajo de sus miembros; mantiene un canal en la red social Discord para su comunidad; realiza exhibiciones y sostiene un programa educativo para instruir a mujeres en temas relacionados con la blockchain y la criptoeconomía.

Otro proyecto que ha venido ganando relevancia en los últimos meses es World of Women. Se trata de un coleccionable generativo[3] liderado por la artista Yam Karkai. El coleccionable mantiene la misión intrínseca de la obra de su fundadora: “empoderar a las mujeres haciéndolas el centro de las piezas” al tiempo que pretende “llevar más diversidad e inclusividad a los NFT”. Actualmente vendido en su totalidad, en el mercado primario tiene un precio base en el mercado secundario de 2.39 ETH, equivalente a 8 487 USD —inicialmente salieron a la venta por 0.09 ETH—. De las ventas logradas en el mercado primario, 15% ha sido reinvertido en el coleccionismo de criptoarte, favoreciendo en mayor medida a artistas mujeres. 

Además, 2.5% de las ventas han sido donadas a causas benéficas como She’s the First, advocada a buscar soluciones locales para educar a niñas de todo el mundo; o Too Young to Wed, organización que lucha contra el matrimonio infantil. Asimismo, el proyecto ha continuado aumentando su comunidad y empleando a mujeres de la industria creativa a través de la producción de merchandising, exhibiciones físicas en museos y su presencia en el metaverso con la adquisición de 9 parcelas de tierra en Sandbox, donde será creado un museo para la exhibición de la colección adquirida con los fondos de las ventas primarias de WOW. 

En el caso del coleccionismo —como comentaba antes—, si bien está representado principalmente por hombres, destacan figuras femeninas de influencia como @NFTgirl; quien estará subastando próximamente parte de su colección en Sotheby’s. Asimismo, es imprescindible el coleccionismo ejercido por artistas mujeres que suele repercutir —aunque en menor medida— en el desarrollo de otras artistas femeninas.

Luego, han venido surgiendo comunidades organizadas por región que se agrupan en diferentes redes sociales como Telegram o Discord, y mantienen reuniones frecuentes en Twitter Spaces. Ello ha derivado en la creación de proyectos y colaboraciones artísticas, y en la conformación de exhibiciones en OnCyber, como la acontecida con 36 artistas latinoamericanas y asiáticas: Women NFT Latin & Asian.

En el caso cubano, el número de artistas mujeres haciendo NFT ha crecido considerablemente en los últimos meses, representado por artistas emergentes de diversa procedencia y formación. Ha destacado también la gestión realizada por el proyecto curatorial Clit Splash (CS), del que formo parte junto a Luisa Ausenda. Desde los meses en los que se comenzó a gestar la comunidad NFT cubana, a finales de marzo y principios de abril, CS se propuso nuclear y promover la creación de artistas representantes de minorías, enfocados principalmente en artistas mujeres y queer

La comunidad de artistas cubanas se ha conformado como una subcomunidad, afianzando lazos interrelacionales que derivan en la posibilidad de un crecimiento colectivo a la par de los miembros hombres. Una de las principales acciones llevadas a cabo por el grupo fue la exhibición virtual Cuban Women Art, que funcionó como forma para potenciar la visibilización y comercialización, así como el compromiso en mantener la alianza colectiva.

La gestación de comunidades de mujeres vinculadas a la blockchain ha sido fundamental para el desarrollo de los procesos de circulación de sus creaciones artísticas. Estas redes de apoyo permiten un proceso de acompañamiento a las creadoras, ya sea de reciente incorporación en el criptomundo o con mayor experiencia. Asimismo, es cada vez más frecuente en el espacio la presencia de actores y agentes de influencia preocupados por mostrar la diversidad y por crear espacios y proyectos inclusivos. Aunque aún es posible encontrar zonas de desigualdad con hegemonía masculina, no se puede dejar de reconocer que el mundo de los NFT está escribiendo su historia desde la pluralidad.


Galería



Simone García, Dibujo Generativo inspirado en las formas ilimitadas de las flores.





Diana Rubí, La barca.


© Imagen de portada: Diana Rubí, La barca (fotograma).




Notas:
[1] Estas no son plataformas de libre acceso, para acceder a ellas el artista debe aplicar o ser seleccionado de antemano por un equipo curatorial. Funcionan como filtros de cara al mercado. 
[2] Las tierras virtuales son metaversos que se nutren de una blockchain, como es el caso de Cryptovoxels o Descentraland. En estos mundos se pueden comprar y vender propiedades virtuales y otros NFT. En ellos se generan relaciones sociales.
[3] Los coleccionables generativos suelen ser un conjunto de avatares —casi siempre 10 000 ejemplares— creados a partir de diferentes capas que se combinan de manera aleatoria con programas computarizados. Estos proyectos tienen valor social, pues una de sus premisas es la de generar comunidades con sus coleccionistas. Entre los coleccionables más famosos están los CryptoPunks de Larva Labs y los Bored Apes Yacht Club.




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