Ariel Maceo Téllez

Ariel Maceo Téllez

“Papa, estas pálido”, me volvió a decir. Entonces fue cuando reaccione. Revisé el bolso y me puse un pulóver seco. Todos bajamos de la grada y nos acomodamos en los bancos que tiene el Saborit. Aún no llegaba ninguna noticia del hospital.