Todo el mundo solo. Todo el mundo triste. Todo el mundo desesperado, al borde de la autodestrucción. De ahí salieron las ráfagas semiautomáticas de Alexander Alazo en contra de la embajada cubana en Washington, DC. De esa soledad, de esa tristeza, de esa desesperación. Tedio de una muerte masificada. Paranoia sin contenido, esquizofrenia inercial.
Esta no es la novela de la Revolución
Capítulo 6
Orlando Luis comenzó a caminar, convencido de que afuera lo esperaba una de esas patrullas color mierda del G-2, lista para recapturarlo y secuestrarlo, ahora hacia Villa Marista o alguna de las incontables “casas de protocolo” escondidas por toda La Habana y el resto de la Isla de la Libertad.
Del clarín escuchad el silencio
Si Cabrera Infante escribió en ‘los distintos dialectos del español que se hablan en Cuba’, Orlando Luis Pardo Lazo introduce en el cubano las palabras de un himno tocado en reversa.
Uber Cuba 0114
Fue a finales de marzo de 2020 cuando me enteré, gracias a un cubano youtuber de Kentucky, que el virus estaba haciendo estragos de muerte en La Habana. Y que, por supuesto, la prensa de la Isla lo estaba ocultando.
Esta no es la novela de la Revolución
Capítulo 5
Orlando Luis se reía de su ocurrencia, que en realidad no era más que un pobre plagio de Ángel Escobar, que en realidad no era más que un pobre poeta chileno que se exilió a golpe de pinga y esquizofrenia en Santiago de La Habana.
Uber Cuba 0113
Sentado tras el volante, muerto de tedio en mi taxi Uber, pienso en la tragedia en cámara lenta de que, poco a poco, con el paso de las águilas por los cielos silentes del exilio cubano, hasta el lenguaje se nos ha comenzado a cansar.
Uber Cuba 0112
Viajé a Los Angeles para presentar una ponencia en uno de esos congresos que los blancos norteamericanos se inventan para parecer menos blancos: “Primer Simposio Revolucionario de Justicia Social y Dignidad Literaria”.
Esta no es la novela de la Revolución
Capítulo 4
No sería de extrañar que esos oficiales ni siquiera supieran el nombre de Orlando Luis Pardo Lazo. Para ellos, el cubano que se llevaban en la patrulla era un Don Nadie, otro de los incontables don nadies que la Seguridad del Estado secuestraba a diario.
Esta no es la novela de la Revolución
Capítulo 3
Patio interior del Ministerio de Cultura. Patíbulo intimidatorio del Ministerio del Interior: espacios estériles para Orlando Luis, metáforas miserables del Ministerio de la Verdad.
Esta no es la novela de la Revolución
Capítulo 2
―Mica ―Orlando Luis le gritó a su vecina desde la cama, sin importarle que pudieran oír su grito al otro lado de la línea, en la redacción periodística de La Gaceta Intereconomía, NTN24 o Radio Martí―, diles que me mataron, por favor. Diles que ya me fui del país.