A singar. Si no puedes escribir ni una sola palabra, por lo menos puedes singar mejor que los Pedro Juan Gutiérrez y los Leonardo Padura. Acaso ese sea tu destino literario terrenal. Devenir una Wendy Guerra, una Ena Lucía Portela, una Zoé Valdés (sólo las mujeres escritoras cubanas saben singar, los hombres son una debacle en la cama).
Lillian Roth en Cuba: pequeña y perdida
De no ser mucho pedirte, desde esta otra muerte que es el exilio de mentiritas, intentemos los dos renacer juntos para la próxima película, Lillian Roth, cuando nos sorprenda el primer invierno sin dictadores en La Habana.
Ruido: una novela cubana
El ruido de la historia, el ruido de la desmemoria, el ruido de la dictadura, una novela del escritor chileno Álvaro Bisama.
Uber Cuba 0033
La Revolución había durado seis décadas, sí, eso lo aceptaban como si de un evento prehistórico se tratara. La extinción en masa de su propia raza.
Uber Cuba 0032
Eran las Navidades del 2018. Hacía por lo menos 30 años que el escritor de vanguardia se había ido de Cuba. Técnicamente, lo habían ido. Por perestroiko. Es decir, por defender a un socialismo con rostro humano en la Cuba de 1988.
Uber Cuba 0031
A Fina García-Marruz, un “pobre hombre» le robó su vistosa cartera de origenista por vía marital, donde la poeta atesoraba, a sus 17 virginales años de edad, un “voluminoso” ensayo “de unas cuarenta páginas” sobre, por supuesto, la poesía cubana.
Uber Cuba 0030
El inglés en aquella Cuba a punto de la debacle era para nosotros la otra Cuba, la contra Cuba, la no Cuba.
Uber Cuba 0028
Se llamaba Miranda. O al menos eso decía ella en su perfil en Tinder: “Miranda S. Dzhugashvili”. Tenía 20 años, según la aplicación, y se había mudado hacía muy poco a Saint Louis, Missouri.
Con perdón de Pinochet
Te pido perdón, suicida de los sesenta. No fue culpa tuya: fue culpa de la cultura, esa mala hembra histórica y dialéctica-materialista como conchatumadre.