Un almanaque soviético de 1981 (Diez poemas para Reinaldo Arenas)

El Festival de Poesía O, Miami me invitó a escribir un poema sobre Reinaldo Arenas.

La invitación decía:  


Hola Legna, 

¡Mucho gusto en conocerte el sábado! Tenemos una oportunidad/propuesta para escribir y presentar un poema en respuesta a un poema escrito por Reinaldo Arenas, y pensamos en ti. 

Vamos a presentar la película Before Night Falls sobre de la vida de Arenas en el Bandshell de North Beach la noche del 7 de abril. Te pedimos escribir el poema original, y luego presentar el poema original y otros poemas (los que tú quieras) antes de que empiece la película. La película empezará a las ocho, y van a presentar un breve ensayo de drag al final. También puedes quedarte a ver la película y el ensayo, pero no es necesario —sabemos que dejar a Cemí es difícil.

Si esta oportunidad te interesa, déjanos saber lo antes posible para empezar la discusión sobre el poema de Arenas con Flaming Classics —la organización con quien vamos a presentar la película y el ensayo.

Saludos y abrazos,

Amancio y Melissa. 


El correo llegó a mi bandeja de entrada a las 6:06 de la tarde del 2 de marzo. A las 7:38 del mismo día, noventa y dos minutos después, respondí:


Amancio y Melissa queridos, 
Reinaldo Arenas es uno de mis escritores preferidos. 
¡ACEPTO!


Entonces tuve que hacerlo. La única forma de hacerlo fue así, de carretilla:


Un almanaque soviético de 1981

De los escritores cubanos que más admiro
hay varios que empiezan con R.

De esos que empiezan con R
hay dos que son maricones.

Maricones de carroza
y maricones de playa.

Como cuando llega a la playa
un cuerpo arrastrado por las olas.

Un cuerpo al que le falta la mitad.

De esos dos que empiezan con R
hay uno vivo y uno muerto.

Como si la vida y la muerte
fueran el mismo lugar.

Yo nunca veo a ninguno
porque los dos están lejos.

Yo nunca veo a ninguno
pero cuando los leo

me dan deseos de llamarme Reinalda
o por lo menos Rogelia.


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Las mujeres son unas equivocadas

Había una mujer
que me quería como una hija
y me prestaba libros de Reinaldo Arenas
a la edad de dieciséis años.
Decía que podía leerlos
el tiempo que me diera la gana.
También me prestaba libros
de Milan Kundera
y también podía leerlos
el tiempo que me diera la gana.
Lo único que no quería 
era que los sacara a la calle
ni que me enamorara
de ella.


Te odio, Reinaldo

Reinaldo Arenas vivió en Miami
menos tiempo de lo que yo he vivido en Miami
porque Reinaldo Arenas no tuvo un hijo en Miami
ni escribió poemas para Miami
como se escriben poemas al infierno.

Una vez salí del infierno
y llegué a un lugar donde había libros
muy viejos y muy baratos.
Compré un libro de Cabrera Infante
y un libro de Reinaldo Arenas,
pagué un dólar por cada uno
mientras me mordía los labios
pensando en lo poco
que valen las cosas
cuando pasa el tiempo.

De regreso al infierno abrí mi maleta
llena de ropa interior usada,
suvenires colombianos,
alpargatas y más libros.
Estaba todo menos el libro
de Reinaldo Arenas.

Recuerdo que era el número 55
de la Colección Fábula de Tusquets Editores.
—Eso es para que aprendas
lo que valen mis palabras—.
Me dijo el hijo de puta
a medianoche en un sueño.


La competencia 

Lo siguiente habla mal de Reinaldo Arenas
pero tengo que decirlo
porque yo también soy una 
escritora cubana
y en su momento los dos competiremos 
a ver cuál libro te gusta más
si el de Reinaldo o el mío:

Durante mucho tiempo
solo recordé 
las líneas separadoras
de otros autores
que Reinaldo Arenas colocó 
entre las escasas páginas 
de su primera novela
escrita.


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Feliz cumpleaños, Yayoi Kusama

Mientras Yayoi Kusama cumple 93 años
alguien de 37 años trata de mantenerse alegre 
y por qué no, suave.

Todo se ha ido endureciendo en el refrigerador. 
Hasta los trocitos de pollo orgánico 
están duros y secos.
No importa que los haya metido
en una piscina de limón.

El corazón de Yayoi Kusama 
debe ser del tamaño de su puño.
El corazón de Reinaldo Arenas 
dejó de ser del tamaño de nada.
Y mi corazón, ¿de qué tamaño es?

Supongo que se ha reducido 
al mismo tamaño que tuvo
cuando cumplí doce años
y mi puño era igual
a un ají pimiento
crujiente.


107 seguidores

Quiero escribir una declaración de regalo para mi novia porque mañana cumplimos 22 meses y en vez de eso lo que me viene a la mente es Reinaldo Arenas abriéndose una cuenta en Facebook con un nombre falso que refiere a cualquiera de sus libros. Por ejemplo: Blanquísima Mofeta. Cuando Reinaldo Arenas da clic en aceptar, inmediatamente gana 107 seguidores. 


Retrato de Rogelio

Antes de irse de Miami
Rogelio Orizondo me regaló
una bolsa plástica llena
de juguetes para el niño.

En la bolsa estaban
las tortugas ninjas, el pato 
Donald, tiburones con cuerpo de persona
y casi todos los superhéroes.

Sobresalía un Spiderman travesti
con cabeza de barbie
y el pelo largo.

—Tenemos que lavarle la cabeza.
Ahora todos los días
le lavamos la cabeza a Spiderman.

También me regaló
una foto de Martí
junto a Fermín Valdés Domínguez
y Panchito Gómez Toro.

También me regaló
un almanaque soviético de 1981
que dice por detrás Javier.


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Antes que anochezca

Estoy haciendo un delivery en una clínica donde dos hombres mayores gays conversan y uno le dice al otro: “Oye, no hay ninguna fecha conmemorativa, toda esa mierda de la depresión está en tu mente. Ponte para esto, niña”.

El otro le contesta: “Eso que me lo diga el psiquiatra”.


Retrato de Reinaldo

Criade en el sene 
de une familie campesine, 
su adolescencia estuvo marcade 
por su unión desde 1958 
a la insurrección liderade 
por Fidel Castro y el Che Guevara.
Con el triunfe de la Revolución cubane,
Reinaldo Arenas tuvo 
oportunidad de participar 
en el programe de educación del nueve gobierne, 
donde su formación autodidacte
se vio enriquecide por dos maestres: 
José Lezame Lime y Virgilio Piñere,
quienes avalaron 
sus tempranes publicaciones.

Noveliste cubane 
cuye obre inicial se inscribió 
en le narrative del boom latinoamericane, 
y cuyes últimes producciones fueron 
un testimonio dolorose y satírique de su vide.
Reinaldo Arenas representa como poques 
el drame del escritor en luche 
contra un sisteme político 
que lo reprimió por partide doble, 
como intelectual y como homosexual;
y luego el del exilie, 
al que realmente nunca pudo 
ni supo acomodarse.


 ¿En qué se diferencian?

La jacaranda en la escritura de Reinaldo
es el resultado de varias hemorroides
surgidas después del amor
entre dos muchachos
del campo
de Cuba.

En mi escritura se trata 
de varios apartamentos de alquiler
llamados Jacaranda Club Apartments
donde me da igual vivir
o no vivir.


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No me gustan las mujeres, quien me gusta a mí eres tú

Legna Rodríguez Iglesias

A mí me define la libertad, la maternidad, la emoción. La inteligencia con que amo a cada persona que amo y la inteligencia con que acepto aquello que no me identifica, pero existe.