La dieta de Adele

Con el arribo del “bicho Wuhan” se han reseteado muchísimos conceptos, entre ellos la belleza y el cuidado personal. Sucede que la maldita circunstancia del confinamiento ha acentuado los niveles de ansiedad, la manía de tragar, el gesto cuasi involuntario del abre y cierra el freezer. 

En definitiva, desórdenes alimenticios cuyos efectos se notan en nuestra figura y, por consiguiente, en nuestra fase de decadencia. Claro: no en todos los estratos sociales. Porque hay quien puede, y no descuida su apariencia por nada ni por nadie. 

Permítanse estar aquí y no en la cola del pollo, al menos durante dos segundos, por favor.

(Se sabe que en la lista de la compra cubana, la papita ocupa un lugar preponderante. Es un tema fuera de debate en esta Isla. Si bien se ha desatado en paralelo la búsqueda incesante de productos de aseo personal, porque desgraciadamente también escasean, la batalla continúa ejerciéndose entre tropas famélicas, entre histéricas tribus de cazadores y pescadores: ¡Hay que buscar jama que la cosa está en candela! En los Juegos del hambre nos disputamos el protagónico de Jennifer Lawrence. Ella no sabe nada de esa lucha. Es una simple neófita). 

Podría pensarse que la infladera de vientre entre el populacho está frustrando los ideales de belleza que prevalecen en la industria. Casi que está enalteciendo los cánones físicos del pasado. Si luego del confinamiento preponderan los rechonchos, el ideal de belleza de Rubens tal vez reaparezca como baluarte, como referente documental de la humanidad post COVID-19. Acaso una nueva estrategia curatorial a tomar en cuenta en los museos de arte moderno. 


La dieta de Adele - Lesstúpida Cubana & Paolo De Aguacate

Con todo este desajuste económico-social, la industria de la belleza ha sufrido alguna que otra drástica recesión. Pese a que la prioridad de la mayoría de sus clientes se ha redireccionado a la alacena, las grandes empresas continúan pujando para preservar su imperio. Es el tema más debatido en el fórum de la deepweb. Kim Kardashian lleva la batuta en el asunto: ha lanzado una línea inclusiva de ropa interior para sostener las carnes, los bulticos de sobra que se te marcaran en la temporada bikinifree

Empresas como Garnier y otras grandes usureras del cuidado personal, que promovían estándares de belleza “clean beauty” (tendencia asociada a un mayor uso de productos con ingredientes naturales), han variado su modus operandi por otros más prácticos, a efectos de las normas mercantiles actuales. Ahora hay una mayor preocupación por la vida útil y las propiedades hipoalérgicas en los bienes de consumo envasados, y los compradores están más abiertos a aceptar ingredientes artificiales siempre que las marcas demuestren seguridad. Una de las razones es que los productos naturales caducan demasiado pronto. 

En comparación con otras industrias, el mercado de cosmética ha sufrido un descenso notable en este 2020, pero sus productos siguen siendo deseados por los consumidores. Con todo esto, la supremacía empresarial prevalece en el comercio de productos fitness y nutricionales. 

Era de esperarse. Una alteración en el canon de perfección europeo afectaría el negocio de la industria de belleza en general. Así que la estrategia mercantil se ha enfocado más en mantener la figura. El objetivo es verse esbelto, escultural y ric@perry. Suprimir el apetito y la jamazón viendo Netflix, el Paquete Semanal o las películas de Cubavisión

Se han enfocado entonces en una campaña de desarrollo de planes dietéticos, ejercicios desde casa, promoción de productos nutricionales y estilo de vida a través de celebridades, instagramers y cuanto bello influencer milite en la labor. 

En tal sentido, probablemente el mayor escándalo noticioso en tiempos de COVID-19 sea el sorprendente cambio físico de Adele, la archiconocida cantante inglesa. 

Hace apenas ocho años Adele declaró, orgullosa, que representaba a la mayoría de las mujeres del mundo, y que verse de la manera canónica jamás sería un motivo de presión para cambiar su imagen. 


La dieta de Adele - Lesstúpida Cubana & Paolo De Aguacate

Pero aquello de “barriga llena corazón contento” quedó en el olvido. 

La faceta healthy de Adele y perder 45 kilos en tiempo récord ha sido la noticia más viralizada de este mes en Instagram: millones de likes

No es un fake, mi gente: Celine Dion pasó a mejor vida. La significativa transformación física de la cantante, quien siempre amó la piel que habitaba, cumple entonces con un canon normativo de belleza: en primer lugar porque es una mujer, luego un producto. 

Desde luego: a todo esto se le ha sacado buen partido. Ha sido un andamio perfecto para la industria de la imagen, cuando podía entrar en crisis. 

El asunto deja entrever una misoginia muy extendida en redes sociales. Asociar la delgadez a la belleza y ensalzar el adelgazamiento como principal objeto de esfuerzo entre las mujeres, refuerza toda una maquinaria de presión misógina y clasista. Una espiral tóxica que desvela a muchas por el aquello de encajar. 

Y aunque esta noticia haya sacado ampollas entre feministas y defensoras de la imagen, lo cierto es que Internet ha registrado un aumento sin precedentes en el tráfico sobre la dieta de Adele. Con solo colocar su nombre en Google, se autocompletan líneas como: “Adele más delgada que nunca”, “Estar anoréxica como Adele”, “El superfísico de Adele”. 

¿Someone like you debería ser gorda forever?

Aquella aversión de Adele a las dietas y al gimnasio, que amenazaba los estándares de la industria, ya se ha opacado. Ahora todos desean probar la dieta Sirtfood, que promete bajar 3 kilos por semana

En el momento justo, se ha enarbolado el argumento de la salud: “Adelgazar es una cuestión de salud física (y mental)”. 

Así que vamos todos a seguir el ejemplo de Adele, a hacer ejercicios y dietas milagrosas, a buscar nutricionistas, a seguir el ritmo de la sofisticación visual de Instagram. 

Adele, eres bella: firma aquí. 

Que quede claro que no intento asumir aquí una postura crítica frente al “cambio divino” de Adele, sino frente a cómo ha sido viabilizado hacia los despropósitos de un mercado tan férreo como el de la belleza. 

Me aterra toda esa maquinaria opresora de la imagen que se ejerce a través de las celebridades en Internet. No me sirve participar de ese jueguito maquiavélico: volverme adicta a los reality shows de las Kardashian, los CámbiamePesos pesados o Kilos mortales, con tal de encontrar un aliciente que me conduzca a ajustarme a patrones rígidos y estereotipados de belleza. 

Y, bajo ningún concepto, me encuentre más o menos envueltica en carne, durante o después del confinamiento, aceptar la cruel y asquerosa expresión de David Calzado, el charanguero mayor: “Quién ha visto una gorda con sentimientos”. Con amor desmedido, para los adictos a la métrica de la pesa: Paolo de Someone like you, video disponible en Hypermedia YouTube.





Temporada de fenómenos des-clasificados - Lesstúpida Cubana & Paolo De Aguacate

Temporada de fenómenos des-clasificados

Lesstúpida Cubana & Paolo De Aguacate

Ante una catástrofe, la política de desclasificar da al traste con la reticencia de los organismos militaresEl ICRT, concatenado a este gobierno, sabe más de cuatro cosas. La población está muy susceptible. Es el momento adecuado para “des-clasificar”. Porque ahora, más que nunca, es conveniente persuadir.