El Paquete Semanal lo inventó la Seguridad del Estado. Más o menos así me dijo un amigo narrador cubano, el más político de su generación. El tipo es tan pero tan político que casi no se le nota.
Yo, que ni en mis peores pesadillas sospeché nada igual, traté de imaginar todo aquel entramado para razonar, o suponer, los límites del mismo: la frontera donde el Paquete termina como negocio y comienza como estrategia de control.
Lo que pasó entonces por mi cabeza, como a lo largo de un sueño, fue en extremo ridículo. Pero en una novela —totalmente indigna del canon— se volvía posible. Y verosímil, que es lo mejor.
Una novelita lumpen donde lo absurdo terminaría transformándose en lo político para hacer, de las dos alas, un solo pájaro.
La matriz en realidad son 16 paquetes diferentes, dijo el seguroso. Dieciséis matrices. Uno para cada provincia, me dijo en voz baja, más un Paquete especial para la Isla de la Juventud.
No me gustan las comedias románticas de enredo. Y me parecía estar en una de las que más incomodan: las del domingo en las tardes de Cubavisión.
En medio del tráfico de contenidos y del flujo del dinero, en mi sueño, veía que todos participábamos en el mercado informal libre de impuestos. Y en el control social. Todos dentro de una atroz comedia romántica de enredos.
Pensé en la Red Avispa. El tipo frunció el ceño. Piensa mejor en La Colmenita, me dijo.
Que algunos ganaran un buen dinero estaba previsto de antemano en Villa Marista. Era, dijo él, un efecto secundario. Se busca generar cierta ilusión de confort, empoderamiento, libre albedrío…
¿En verdad pueden hacerlo?, pregunté. ¿Así sin más?
Yes, we can, respondió.
Aquel sueño sucedió entre el 15 y el 16 de marzo pasados, a pocos días del equinoccio de primavera. A lo largo del domingo vi una película y dos documentales: Balloon / Vientos de libertad (Alemania, 2019), El poder de las palabras(Canadá, 2010) y la primera parte de El sonido de la libertad (Alemania, 2019).
En Balloon, unos alemanes de la RDA deciden construir un globo aerostático. En secreto, y en la noche, deben ir a un punto poco vigilado de la frontera entre las dos Alemanias. Los mueve lo mismo que movía a los balseros cubanos.
Pero esta película no importa ahora. Lo verdaderamente relevante son los documentales. Los vi tras cuando la campaña #FreeLuisma alcanzó el pico de presión e intensidad.
¿Puro azar?
Pensé en el sueño, y en las coincidencias de algunos contenidos del Paquete Semanal con algunas efemérides y eventos.
En El poder de las palabras el foco estaba puesto en la habilidad de los líderes que son oradores excepcionales: Hitler, Mussolini, Luther King, Sarkozy, Reagan, Chávez, Castro, Obama… Las palabras y los gestos para dirigir, convencer, animar y soliviantar a las masas.
El sonido de la libertad también tenía que ver con la palabra, o mejor, con las letras. Lyrics and songs. La música como banda sonora o combinación perfecta para redirigir y concentrar un estado de ánimo, hacerlo viral, y convencer y animar y soliviantar a las masas. Plantar batalla.
La Marsellesa y los Chalecos Amarillos, Scorpions y la caída del Muro de Berlín, Billy Holliday y los negros colgados e incinerados por el KKK, Cyndi Lauper y el feminismo…
Luego de ver ambos documentales, hice un recorrido por lo que llevábamos de 2020 en Cuba. Un viaje mental al pasado más reciente.
En las semanas anteriores había copiado del Paquete Semanal un documental titulado El socialismo: Paraíso terrenal(Parte 1). Y en la carpeta destinada a contenido de youtubers encontré un video que seleccionaba los países de América Latina con el peor índice de libertades. Cuba ocupaba el primer puesto.
¿Qué estaban tramando quienes confeccionaban la matriz de la matriz del Paquete?
Cierta vez escuché un rumor: la Fundación Ludwig de Cuba intervenía el Paquete. Introducían contenidos relacionados con el Arte. Idea interesante, hermosa; pero no tengo evidencias de tal intervención.
Si el negocio del Paquete Semanal no fuera un negocio de la Seguridad del Estado, ¿entonces la Seguridad lo interviene? Es decir, ¿inocula archivos para generar cierta ilusión de confort, empoderamiento y libre albedrío?
En algunas entregas, cine y sedición vienen juntos. Circulan por toda Cuba mezclados con doramas, telenovelas, contenidos de las redes sociales, anime, series, antivirus, apps, softwares, promociones de negocios privados, revistas, tráileres, shows de distintas temáticas…
Donde impera el entretenimiento, y la ideología en función de la dominación mediante el entretenimiento, no solo tiene sitio el arte, la historia y la literatura en modos didácticos o inocuos. En el Paquete Semanal, la oferta de archivos sediciosos es variada. Estos son los que ahora mismo conservo:
Ficción:
- Ustav Republike Hrvatske / The Constitution (Croacia, 2016).
- Bacalaureat / Los exámenes (Rumanía, 2016).
- Jestem Morderca / Yo soy un asesino (Polonia, 2017).
- Powidoki / Los últimos años del artista (Polonia, 2017).
- Ucitelka / La Profesora (Eslovaquia, 2017).
- Sztuka Kochania, Historia Michaliny Wislockiej / The Art of Loving, The Story of Michaliny Wislockiej (Polonia, 2017).
- In Zeiten Des Abnehmenden Lichts / En tiempos de luz menguante (Alemania, 2017).
- Kursk (Reino Unido, 2018).
- The White Crow / El bailarín (Nureyev, el cuervo blanco) (Reino Unido, 2018).
- Zimna Wojna / Cold War (Polonia, Francia, Reino Unido, 2018).
- Das Schweigende Klassenzimmer / Revolución silenciosa (Alemania, 2018).
- Hasta siempre, hijo mío (China, 2019).
Miniseries de ficción:
- Chernobyl (Estados Unidos y Reino Unido, 2019).
- Chimérica (Reino Unido, 2019).
Documentales:
- Los niños de Ceausescu (2004)
- The Other Dream Team (Lituania, Estados Unidos, 2012).
- One Child Nation (Estados Unidos, 2019).
Serie documental:
- Inside North Korea’s Dynasty / Los Kim, Radiografía de Corea del Norte (Reino Unido, 2018).
No está nada mal tropezarse, por ejemplo, con el documental One Child Nation, la miniserie Chimérica y el filme Hasta siempre, hijo mío. Tres audiovisuales que no solo abordan el efecto de la “política del hijo único” en la sociedad china, sino que ejecutan una disección más o menos profunda, más o menos imparcial, del devenir de China desde Mao hasta Xi Jinping: una mirada a los muertos de Tiananmen, a la vigilancia, la censura y la oposición política; al crecimiento económico, la pobreza y los millonarios…
La China que desde Cuba, desde la cola para la jamonada y el jabón, mucha gente no ve.
El pasado 11 de marzo, Oni Acosta firmaba en el Granma un artículo titulado: “Novela anticubana, ¿nuevos capítulos?”. Lenguaje duro, implacable, para hablar de cultura y subversión. Sin mencionar nombres, sin hacer referencias directas —lo cual no es ninguna novedad en Granma—, el periodista aludía, entre otras cosas, al artista Luis Manuel Otero Alcántara, al músico Mike Porcel y al documental Sueños al pairo, a Orishas y la canción Ojalá pase.
El artículo no tiene ninguna relevancia. Lo que me interesa es la pregunta formulada por el periodista: “¿Cuál es el guion que tiene preparada la rancia derecha para la semana entrante?”.
Una vez llegados a esta oración, en esta columna, habrán transcurrido varias semanas desde el lanzamiento de esa pregunta-desafío, y el Paquete Semanal ha seguido circulando. Con alguna que otra sorpresa.
¿Y si la derecha rancia está interviniendo el Paquete? ¿Y si es en el Paquete donde la derecha rancia nos desliza un guion oculto, un germen para la subversión? ¿Significaría esto un error de percepción del amigo narrador del que hablé al inicio? ¿Significaría esto que la Seguridad del Estado…?
A pocos días del equinoccio de primavera yo quise ver, o vi, una veleidosa relación entre los documentales El poder de las palabras y El sonido de la libertad y lo acontecido en Cuba a lo largo del 2020. Creí ver un código oculto. Y creí en la vana posibilidad de haber descifrado una parte del mismo.
El Caso Luis Manuel Otero Alcántara y el documental Sueños al pairo incendiaron las redes. Facebook fue, y es, la plaza tomada por indignados, dolidos, inconformes, hastiados, asqueados… Sin embargo, muy poco o nada de eso llega a la cola de las bodegas o las Tiendas de Recaudación de Divisas (TRD).
El poder de las palabras y el sonido de la libertad… ¿Qué se nos decía en el Paquete Semanal, si es que desde allí se nos decía algo? ¿Se nos decía que, a falta de un orador capaz, y de gente en la calle en torno a ese orador, se necesita una canción que le hable a este marzo de 2020, a esta Primavera del 2020? ¿Y que además de la música, era vital nombrar las cosas?
Cuando la artista visual Cirenaica Moreira opinó a propósito del Caso Otero, no habló de una posible #PrimaveraDeLaHabana. Escribió de Cuba y los cubanos. De la rabia, la pérdida, la incertidumbre, el dolor.
No dijo mucho, pero lo dijo todo. Y con solo ver en Facebook quiénes reaccionaron a su texto, se puede entender la magnitud de cuanto está pasando hoy en Cuba.
A propósito de la liberación de Luis Manuel Otero Alcántara, Cirenaica Moreira publicó otro post. Ahí hablaba de una canción y una propuesta: una cantata.
Cuando el coronavirus sea parte del pasado, podríamos reunirnos para cantar unas estrofas aparentemente olvidadas. En busca de una nueva flor: la canción de Mike Porcel. Una canción como un himno, pero a manera de celebración.