Los ataques israelíes matan a más de 90 palestinos; Biden mantiene conversaciones, pero evita presionar para un alto el fuego.

Los ataques israelíes matan a más de 90 palestinos; Biden mantiene conversaciones, pero evita presionar para un alto el fuego.
Juan Abreu es un enemigo declarado, militante, de la vulgaridad e imbecilidad de la sociedad contemporánea, contra las que hay que escribir.
¿Cuántos humanos, cuasi cucarachas, andan por ahí como si nada, sin ser conscientes de ello? Y todos aplauden.
EE.UU. deporta al teniente Pedro Naranjo a la Venezuela de Maduro, encendiendo la polémica sobre la postura de la administración ante los solicitantes de asilo.
La Universidad Carolina se convirtió en una escena de caos, cuando David Kozak empezó a disparar en los pasillos y las aulas, dejando tras de sí 14 muertos y 25 heridos.
Hemos venido a decirles que los políticos no sólo no son Dios, sino que son la causa de nuestros problemas.
Estados Unidos canjea a Alex Saab por 10 estadounidenses en un controvertido intercambio de prisioneros con Venezuela, lo que provoca reacciones encontradas por las implicaciones a largo plazo.
¿Qué está dispuesta a entregar la administración Biden, por la tranquilidad empresarial de ExxonMobil, la cooperación sin reservas de Guyana y el olvido de Nicolás Maduro?
Este aumento, el primero desde 1908, se debe principalmente a los emigrantes que huyen de las crisis políticas y económicas de Venezuela y Cuba.
A mi puerta un mar de periodistas, académicos, sociólogos insisten, suplican qué ahora hacer recomiendo, que por mi culpa entienden una causa escondida, que he revolcado mucho el avispero. Les digo: “No sabe ingeniero arreglar el reloj que ha creado…”
47 organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación expresamos nuestra profunda preocupación y repudio respecto a la persecución en contra de periodistas y actores de la sociedad civil independiente en Cuba.
Estamos ante un conflicto global que plantea una visión mucho más restringida de las libertades ciudadanas. El Estado socialista de la República de Cuba hace décadas viene instrumentando tales restricciones. Desde antes de esta crisis, la ciudadanía cubana vivía bajo sus signos; desde allí, pacientemente observaba la futura y venidera normalidad.
Lloro porque hay un futuro en el que podremos regresar al arroz desgranado de nuestras madres, a los mambises descamisados y negros, a la Cuba judía y musulmana, a la conga donde no manda el CENESEX, sino la latica y el palo de mis primos más pequeños, mientras los mayores pueden, al fin, vivir de su salario. Lloro porque, en tierra orisha, se está arrimando un día de sol.