Líderes haitianos en Florida piden que se aborden las causas de la migración y critican que el Estado se centre en la militarización en lugar de en la ayuda humanitaria.

Líderes haitianos en Florida piden que se aborden las causas de la migración y critican que el Estado se centre en la militarización en lugar de en la ayuda humanitaria.
El dinero nunca ha representado un móvil demasiado importante para mí, a no ser como estímulo. La verdadera emoción consiste en jugar la partida.
La renovada alianza de Rusia con Cuba suscita preocupación por sus implicaciones en materia de seguridad e inteligencia. Los expertos advierten de los riesgos potenciales y de las tácticas propias de la Guerra Fría.
Rusia detiene a seis periodistas, entre ellos Antonina Favorskaya, intensificando su represión de la libertad de prensa.
“Leyendo ‘Fraude’ de Ana María Ramos una y otra vez recordé a los pacientes y perseverantes artesanos asiáticos que crean el milagro del Kintsugi: queda claro, me hicieron de retazos”.
“Parece que, además de relativo, el tiempo es algo bastante elusivo: cuando no me preguntan qué es, lo sé perfectamente; pero cuando me lo preguntan, entonces sí que no puedo definirlo”.
El Tribunal Federal de Apelaciones bloquea la ley SB4 de Texas, dictaminando que el Estado no puede hacer cumplir las leyes de inmigración.
Un tribunal británico permite a Julian Assange recurrir la extradición a Estados Unidos, alegando la necesidad de “garantías satisfactorias” sobre el riesgo de pena de muerte y los derechos de la Primera Enmienda.
“Para Orlando Luis Pardo Lazo, ser un escritor es apostar a la reescritura —el plagio, la cita, la traducción, el reciclaje en otro contexto, la parodia— como única forma de no repetir”.
Traducción y versiones de “Hua fei hua”, poema atribuido a Bai Juyi, uno de los más célebres y talentosos poetas de la dinastía Tang.
‘Mujercitos’ te presta cualquier cosa que ayude a liberarte: un dedo para vomitar, una idea para reventar el país, una mano para masturbarte, una garganta para gritar y unos dientes para morder. A falta de carne, pieles para canalizar la rabia.
Ha muerto una persona en una de mis películas, no lo puedo creer. Su rostro estará conmigo mañana en el rodaje, y en la edición, y en la película por siempre.
“Llegó el momento en que me animé a escribir, y era un proceso muy religioso: cada ocho días teníamos que someter un texto nuevo. Ya no solo discutíamos los libros, sino que se revisaban nuestros textos, pero en una carnicería misógina increíble”.
El desatinado comentario de Ávila me hizo hurgar en la memoria-pájara; su arenga moralista me trajo de vuelta a esos momentos en que me debatía si reconocerme gay o maricón eran cosas diferentes.