Vanity Fair: “¿Cómo? ¿El Donald Trump que incitó una insurrección porque no pudo admitir que perdió la última elección?”.
Vanity Fair: “¿Cómo? ¿El Donald Trump que incitó una insurrección porque no pudo admitir que perdió la última elección?”.
Exorcizar los demonios que atormentan a Cuba y su arte, y que no sean enterradas en una tumba coronada por un epitafio hipócrita.
En el centro de la cuestión hay una pregunta fundamental: ¿Cómo es posible que Israel, una nación conocida por su destreza en materia de inteligencia, fuera cogida por sorpresa?
“Por pura coincidencia, he estado leyendo a Fina García Marruz durante este mes en que se cumplen dos años de su muerte. Leyendo unas cartas suyas a Julián Orbón”.
“A pesar de enfrentar las barreras de una sociedad conservadora y prejuiciosa con su orientación sexual, lograron destacar en sus respectivos campos y contribuir significativamente al avance de la humanidad”.
POLITICO: “Más del 70% de los votantes estadounidenses tienen previsto sintonizarlo”.
Reuters: “Hoy el país se enfrenta a un intento de golpe de Estado. Hoy el país se enfrenta una vez más a intereses para que la democracia en Bolivia se vea truncada”, dijo el presidente Luis Arce.
Cuatro personajes que expresan con fuerza ʻalgoʼ de la identidad nacional: Cecilia Valdés, Fotuto, Elpidio Valdés y Pánfilo.
“¿Podemos referirnos a un sexo “dado” o a un género “dado” sin preguntarnos primero cómo se da el sexo y/o el género, a través de qué medios?”.
Una lectura de Un buen tío. Cómo el populismo y la posverdad liquidan a los hombres’ (Ariel, 2018), el último libro de Arcadi Espada.
Mi itinerario: San Luis (Pinar del Río), La Habana, México D.F., Tijuana, San Ysidro, Los Ángeles. Como diría un americano: ‘What a dramatic change!’.
Edmundo García les habla a los viejos rebeldes moribundos, a los dinosaurios revolucionarios, y nadie responde, nadie le dice dónde está Fidel.
“Como todo autor, sueño con mis textos traducidos a varios idiomas, publicar, trascender el espacio local. Deseo llegar a la mayor cantidad de lectores posible”.
Ya me había quedado claro que “ser de los Derechos Humanos” representaba ser disidente u opositor/a del Estado cubano.