Hypermedia Interroga

Hace poco menos de un año, en esta misma sección, nos preguntábamos lo siguiente:

¿Por qué el Ministerio del Interior cubano no diseña más apps? ¿Hay que pensar ya, por ejemplo, en una aplicación —para Android y para iOS— que le permita al usuario saber en cada momento dónde está Luis Manuel Otero Alcántara, y compartir la ubicación con sus amigos y todos sus contactos?” 

Hoy sabemos que —muy a pesar del MININT— esa aplicación existe, hace muchas más cosas de las que pensábamos, y es free.

Pero Hypermedia Interroga es una serie obsesiva. Todas nuestras Hypermanías son así. Listas. Catálogo. Archivo. Obsesiones. Y la obsesión nunca para. Es por eso que seguimos interrogando.

Pero esta entrega es especial. En esta ocasión, nos sabemos todas las respuestas:

  • ¿Qué ha pasado en las cuentas de Facebook y de Twitter de todos aquellos que apoyaban y justificaban el proceso penal contra Luis Manuel Otero Alcántara?
  • ¿Por qué tanto silencio de repente?
  • Los que quieren una Cuba sin Alcántara, ¿no deberían estar indignados? ¿No deberían estar enfrentándose ahora mismo al gobierno que lo ha puesto en libertad?
  • ¿Quieres una Cuba sin Alcántara en serio, sí o no?
  • ¿No es la hora entonces de que te movilices para que lo encarcelen de nuevo, para que lo borren del mapa o, al menos, para pedir que lo lleven a juicio? ¿Eres capaz de alzar la voz por esa Cuba que quieres?
  • ¿Por qué no escribes tu artículo en contra de Luis Manuel Otero, y lo envías a un medio comprometido con las ideas que defiendes? 
  • ¿La Cuba sin Alcántara no era la Cuba de los buenos, la Cuba que tiene la razón?
  • ¿Vas a dejar que ganen los malos sin decir una palabra?
  • Si lo correcto era que Luis Manuel Otero estuviera encarcelado, ¿de qué manera no ha sido un error su excarcelación? ¿Puedes explicarlo? ¿Puedes explicártelo?
  • ¿Por qué no escribes tu artículo, tu ensayo, sobre eso mismo?
  • Cuando alzas la cabeza de la página, ¿no ves que, desde una altura de seis décadas, las Palabras a los intelectuales te contemplan?
  • Si tu bandera es en verdad sagrada, y el contrarrevolucionario que la ultrajó anda libre por las calles, ¿tu silencio ahora no te hace cómplice del ultraje, y de la violación de la ley?
  • ¿Acaso hay límites para la ofensa? ¿Discontinuidades en lo sagrado de un símbolo patrio? 
  • ¿Y dónde están esos límites? ¿Quién te los mostró?
  • ¿No debería ser esta la hora de la denuncia y la batalla en redes sociales? ¿La hora del #NotFreeLuisma
  • ¿Por qué no sostienes la bandera y el corazoncito que hasta el otro día estabas alzando y sosteniendo? ¿Por qué no seguir posteando tu verdad?
  • Los que se llaman a sí mismos revolucionarios, ¿tienen un contenido que defender?
  • Los que se llaman a sí mismos revolucionarios, ¿no parecen cada día más indefensos?
  • ¿Quién los defiende de lo que ellos defienden pero que nunca los defiende a ellos (ni siquiera de ellos mismos)?
  • ¿Entenderán algún día la lógica, la ausencia de lógica, de ese bucle extravagante en el que están sumergidos?

(Continuará…)