Madre y sofá
Una madre y un sofá
en medio de paredes de oscilantes
fronteras blancas.
Slip of the tongue
I have my tongue, y tú tienes la tuya
but I can have your lengua going inside mi tongue
tú puedes abrir tu mouth para que mi lengua
resbale hacia ti
slip of the tongue inside
mi
boca,
and I bet you want your lengua
for real
dentro de
my
tongue,
we should come across our lenguas
cruzando las tongues
dando vueltas
one dentro the otra,
ensalivando estos silencios
hasta que los dientes
nos separen.
De tu muerte dentro de mí
Vamos a dejar esto claro. Yo no te uso porque
quiero tomar tu pinga. Cuando te cojo, te estoy
comiendo. Cuando te cojo te devoro. Te destruyo.
Mi orgasmo es un signo de tu destrucción. Tu orgasmo
es tu grito.
No soy otra cosa sino una máquina de amor y
guerra. Tú eres carne y sexo. Carne sexo. Blanco
móvil. Mis dientes se adelantan, mi bollo se
adelanta, mi vagina se entreabre y saliva. Entonces,
mi cabeza solo produce páginas de sangre y pelos.
De amor y placer. De peligro y muerte. De límite.
De anulación del tú para anular el yo.
Me alimento de tu muerte dentro de mí,
por supuesto.
Una mujer
una mujer es una mujer es una mujer es un blúmer
es una sayasosa babosa planta sobre piernas cúbicas
y destituidas líneas del frente englobo hinchados
poticocos es una baticasa es un campo heredado
para cosechas de hijos es una santa es una apalea da
da y todo se lo debemos a ella
The repeating island
Para Evelyn
¿Cómo habré de llamarme cuando solo me quede
recordarme, en la roca de una isla desierta?
Julia de Burgos
All those irreplaceable women and men that said:
“I do not want to go away”.
All of them stayed. And then they saw their friends
abandoning the island, one by one.
One day, there were no more friends from their
generation, so they started to make younger
fellows. They also left. The same story repeated
over and over. But they never got tired of saying
goodbye. More importantly, they never got tired of
welcoming a new, out of the blue, friendship.
Nobody said it, or maybe someone did, but the fact
is that they stayed to be part of other people’s life.
Their own life, in a way, was already lost, wasted,
in that place without future or past. However, they
were a huge influence on other people’s future,
once those got out of the island.
It was their experience of years and years of
obstinacy, their records of small differences in
the environment of the island, through decades
of observation, that made them such a valuable
source.
Their memories. Their wrinkled skin. Their capacity
to remain still on the shore. Like stones.
Would you like to see their faces? Their arms?
Their stuffed smiles?
Calles
Las calles de La Habana se juntan ante el ojo, se
estrechan entre los pies. Y la gente, demasiada para
tantas esquinas, se empuja para separarse. A veces
cansados y con violencia. A veces muertos de risa.
Conjunto de palabras
Si se pudiera tomar un conjunto de palabras
y pulirle
hasta formar la pieza unitaria.
A veces me gustaría tomar la palabra en sí misma,
como por azar,
y formar con ella,
con el ensamblaje de varias de ellas,
una pieza mayor;
una pieza móvil, pieza cambiante, con palpitación
musical, con bombeo de corazón armónico y orgánico.
Blando y compacto en la fragilidad de un movimiento
intermitente y perenne
(hasta que dure la vida que le mantiene andando…).
A veces, por azar. A cada palabra.
Como pequeñas piezas juntables,
como pequeños trozos inmóviles.
* Lizabel Mónica. Hay palabras vulva. Casa Vacía, 2023.