confiando en Buda
(ese mentiroso)
perdí hasta
(casi)
el último diente
mirando a la pared
vi la muerte a los siete años
en el techo
bailaba obscena y feliz
¿qué más quieres de mí
bandolero maestro
a quien pido felicidad
y me habla de muerte?
nunca olvidaré la risa
y el tono bajo del maestro
(balbuceo con lengua de trapo)
sus orejotas de punta
a punta del universo
y aquella manera de bascular
que volvía en sutil
(y muy sutil)
todo lo que miraba
oh Buda castígame
por mis faltas
ah Buda solo tu
compasión y silencio
me dejan a orillas
de un camino que nunca
termina
tan fugaz como arcoíris
permaneces en lo impermanente
(ni siquiera eso permites)
¿debo también darte
las gracias por dicho abandono refugio?
quise como un tal Virūpa
contrahecho bebedor
alcanzar ese fraude verdadero
que llaman “iluminación”
en medio
de la hermosa
mierda

El apocalipsis somalí
“Fue Castro quien arrastró por primera vez a la URSS al continente africano —sin pedir permiso, cabe añadir— al enviar tropas cubanas en apoyo del MPLA”.