Whigman Montoya Deler

Esquejes

Si acaso pudiera ser como un arbusto 
preferiría la Acacia del Negev
de mi inhóspito sur erosionado.
Si tuviera tan solo pocas ramas 
cortaría primero los brotes 
algo similar a una uña
siempre por debajo de un nudo
quizás una falange:
el nacimiento de un hijo
bien vale perder parte de un dedo.
Si no brotara, quitaría las ramas tiernas
tal vez mi labio inferior que tanto adoras
o mi lóbulo de Buda.
No importa que se vaya la suerte
con tal que me naciera un hijo.
Si tampoco se diera
renunciaría a los tallos más gruesos y fuertes 
¡seguro serían mis manos!
qué importa si no escribo unos versos
tan solo si tuviera un hijo.
Aún, de no nacer, amputaría las estacas 
tan seguro como todavía estar de pie. 
Qué importa que mañana no pueda 
si de un brote, una rama, un tallo
o una estaca, me naciera un hijo.


Whigman Montoya Deler

Whigman Montoya Deler.



Espiral 

Rhizophora mangle 
Una maraña de raíces-cárcel 


Tan cerca
tanta cerca
que no permites irme
prisionero.
Y me pregunto: ¿cómo se fuga una isla? 


Whigman Montoya Deler

Whigman Montoya Deler.



Cannabis sativa 

Justo por tanto peso sobre mis hombros 
una maceta y su tierra contra el suelo. 
Gravedad versus planta
levedad del ser. 
Maceta y planta.
Las religiones también fueron prohibidas
la res     la ofrenda (el holocausto)
aún se exige un sacrificio: el de nuestras vidas. 
Yo, buen vegetariano:
en el altar                   la planta
el humo                      la abertura
y la vida que se consume.
Zarpazo de oso grizzly en la espalda
del cual muero y resucito
en este sacrificio. 


Whigman Montoya Deler

Whigman Montoya Deler.



Humo

Quercus ilex, 
Leña sagrada 


Yo quería una bendición 
una descendencia numerosa 
pero ya había un altar sobre aquel cerro 
y una leña 
y la bendición atada sobre la leña. 
Un cuchillo enmudece la lengua del ángel 
que no me llama por mi nombre. 
Yo también tenía temor de Dios 
y con frecuencia me quitaba el guante 
de mi mano derecha. 
Tú hacías llover lazos sobre los pecadores 
y yo desataba el laberinto de mi garganta. 
Entonces me hablaste 
y toda arena y estrella de promesa numerosa 
se hizo humo. 



Confesión

Salvia officinalis (perenne) 
Ni es tan amarga ni aleja tanto los males. 


Al pan pan y al vino vino. 
La hostia en mi boca
también su dedo
y la mancha de vino
sobre mi bata blanca.
Premonición de la sangre en su pañuelo. 
¿Con qué cloro sagrado blanqueará su 
                                                   /podredumbre? 




La Momo

La Momo (Gessliam Suárez)

Gessliam Suárez

Es raro esto de dominar un espacio, de tener una pequeña potestadhace pensar.