En 2015 tuve conocimiento de Amigo Skate Cuba —una fundación que desde 2010 viaja a La Habana con donaciones para los skaters cubanos— y en 2016 viajé por primera vez para encontrarme con Amigo… en La Habana; luego, en 2019, nacería Skate en Cuba gracias a Lester Álvarez y a InCuba. A partir de entonces surgió una colaboración maravillosa, en la que sirvo como puente para que esas donaciones lleguen a más lugares de Cuba, no solo a La Habana.
Así, fui conociendo jóvenes skaters de muchas partes de la Isla, sus carencias y necesidades en cuanto al skate. Es importante señalar cómo, a pesar de la inexperiencia y la poca información que tienen sobre este modo de vida en la actualidad, los muy escasos recursos, la situación con el Gobierno y la policía —que en el mejor de los casos nos ignora—, siguen patinando y cada día surgen más chicos y chicas que relevan a las primeras generaciones defensoras del skatecomo deporte y estilo de vida en nuestro país, aun sin apoyo.
En este sentido, me alegra que la plataforma de Skate en Cuba esté disponible para todos, a través de Twitter, Instagram, Facebook y YouTube, porque estamos trabajando constantemente para que el mundo conozca sobre el skate cubano. No solo cuán buenos son o pueden llegar a ser muchos en este deporte en Cuba, sino también sus necesidades, los problemas para encontrar spots para patinar, las multas y detenciones por patinar, las amenazas de confiscarles sus tablas… Todas estas cosas las viví mucho en carne propia en mi ciudad, y mi crew también. De cierto modo se volvió regular el tener que ir a una estación para discutir con la policía porque detenían a chicos solo por patinar o confiscarles algo que el propio país no vende.
Al viajar con la banda que representaba a otras provincias, siempre íbamos con nuestras tablas, pues todos patinábamos. De esta forma fui conociendo skaters y viendo cómo algunas cosas variaban entre las provincias mientras otras eran demasiado similares; la comunidad skate cubana, aun cuando muchos no se percaten, está muy unida.
Quise plasmar muchas de estas experiencias en un corto documental y comencé a trabajar en ello. Tuve que llevar a cabo un proceso selectivo para poder ajustarme al presupuesto y al tiempo. Por eso decidí centrarme en el centro y oriente de la Isla, ya que siempre han tenido menos ayuda por su lejanía de la capital: Sancti Spíritus, Santa Clara, Ciego de Ávila, Holguín, Santiago de Cuba, Guantánamo —la cual no cuenta en la actualidad con ningún skater pero existían relatos de que sí— y Camagüey —por ser la provincia donde nace el proyecto—. Así comenzó este trabajo, que nos ha traído a todos los involucrados en él mucho regocijo.
A medida que fuimos trabajando fue creciendo el proyecto y el apoyo de los skaters en muchas provincias, quienes nos pidieron que llegáramos hasta ellos. Fue así como agregamos dos provincias más, Cienfuegos y Las Tunas, con maravillosas comunidades e historias.
Durante el transcurso de todas las filmaciones, se afianzó no solo el trabajo documental sino nuestra comunidad, a cada provincia o región que visitamos llevamos una ayuda para esos chicos que defienden sin prácticamente nada el deporte que aman. Asimismo, dejamos las puertas, y hasta ventanas, abiertas para que lleguen a nosotros ante cualquier necesidad y ayudarlos en lo que esté a nuestro alcance. Trabajamos arduamente como representación de muchos de estos chicos para que continúen recibiendo la tan preciada ayuda del exterior y puedan tener accesorios para sus skates, pues en el país no hay dónde encontrarlos.
Lamentablemente, todo nuestro material fue robado en Santa Clara, en una situación muy sospechosa, de la que aún no sabemos nada a ciencia cierta. Si un año después, tampoco sabemos cuándo harán el juicio al ladrón, que incluso se escapó de una unidad policial días después del robo, luego de haber sido detenido gracias a la misma comunidad skate y no a la policía. No estoy destinada a elaborar teorías, pero con mucho dolor perdimos material de meses de trabajo, que nos ha sido difícil volver a filmar, más aún en la situación actual del país.
No pierdo de vista sacar estas historias algún día, volver a ese trabajo en su momento. Mientras, Skate en Cuba es la plataforma para que todo cubano que quiera acercarse al skate sepa que tiene respaldo, que hay muchos practicando este deporte, el cual apoyan muchas personas, aunque no haya mucha información sobre eso.
Galería
William Riera
William Riera (Santiago de Cuba, Cuba, 1967) es un fotógrafo cubanoamericano, que vive y trabaja en Miami, Florida.