Alligator Alcatraz, Agosto 20, 2025
Querido Donald:
Llego desde Tampa y, en lugar de tomar la I-75, decido cruzar por todo el Tamiami Trail. Este camino fue el primero que conectó oficialmente la costa oeste del golfo de América con Miami. Fue construido a pico y dinamita en 1915, desbrozando los Everglades, siguiendo la huella de los hammocks, esos invisibles sistemas de pasos seminoles y miccosukees que permitían cruzar lentamente el pantano. El mismo sendero que usaron los nativos para huir de la persecución ahora lleva a una nueva cárcel para los perseguidos.
11:11 am
Alligator Alcatraz me sorprende. Me detengo, por supuesto que me detengo. La entrada es una explanada vacía que se extiende sin final. Una cerca chain-link cubre ambos laterales y un trooper vigila el acceso. Hace un calor brutal: unos 96 grados de humedad viscosa. Un viento débil levanta unas cuantas hojas secas y una nube de polvo me golpea el rostro. Humid and dry, my President, humid and dry, así me recibe la prisión que levantamos en apenas nueve días.
Afuera, en la cuneta de la carretera, hay cinco autos estacionados. Un autobús sin ventanas dobla hacia la prisión que se adivina, aunque no podamos verla. No sé si alguien va en él, no tiene ventanas. Un mosquito me pica el cuello; al aplastarlo mi mano se mancha de sangre.
Le pregunto al oficial, al trooper, si puedo echar un vistazo. Me dice que no. En ese momento una camioneta blanca con cuatro personas se dirige hacia la cárcel. Sus rostros no son caucásicos, parecen mexicanos, quizá hondureños. Llevan cascos y chalecos reflectantes: obreros, evidentemente. Le pregunto al trooper: Contractors, still building? No me contesta.
Quizás sean manos inmigrantes las que hayan levantado las jaulas de Alligator Alcatraz. Built by the very hands they now cage ¿es así, my President?
El calor es insoportable. Estoy pegajoso y también seco. Húmedo y seco, my President, sticky and dry.
12:01 pm
Me acerco a los autos que están afuera. En un Chevy Spark, una señora de edad incierta se ajusta una pamela y sale a mi encuentro. Me cuenta que es abogada jubilada y que desde que inauguraste esta facility, viene cada día para intentar ayudar a los familiares que, en vano, buscan saber algo de sus seres queridos.
En español «facilidad» es algo bueno, esperanzador, algo que inspira. Respirar con facilidad, abrir una puerta con facilidad… Pero esta facility son solo paredes, mosquitos, desolación, silencio. Humid and dry, my President.
Esta abogada me contó de una cubana que durmió frente a la puerta solo para enterarse de que su esposo había sido trasladado a Krome, también de un venezolano del que se sabe que estuvo aquí, pero ahora nadie le dice dónde está. También me habló del cubano en huelga de hambre, de cómo se lo llevaron para evitar el escándalo, transferido en silencio.
En otro de los carros encuentro a una pareja. Son dos hippies anclados en los sesenta, visten chalecos indios y son muy simpáticos. A todos los que pasan les agitan un cartel rústico donde se lee «Alligator Auschwitz». Todo está tan húmedo y seco, my President, que por primera vez creo que tienen razón.
Otro mosquito se ceba en mi frente. Sangro y sudo. Todo es húmedo y seco at the same time.
12:58 pm
Dos turistas se toman fotos en la entrada. Sonríen con esa euforia estúpida de quien confunde horror con souvenir. Me dicen que van rumbo a Naples, que te aman, que agradecen que limpies el país de inmigrantes y criminales. Se van, my President, con su foto como si fuera una medalla. No estuvieron más de dos minutos. Venían de Wichita. No entendieron que todo estuviera tan húmedo, tan seco. Tampoco entendieron nada más.
1:39 pm
He perdido la cuenta de los mosquitos que me han atacado. Tengo un par de ronchas gigantes en el cuello, y más en la frente y en las manos. El sudor me ha descompuesto la cara. Para comprar agua hay que manejar cuatro millas: aquí no hay nada. La abogada se fue, la pareja de hippies sigue mostrando el cartel y el troopercamina de un lado a otro sin hablar.
Anyone, from any corner of the world can come to America to live and become an American, dijo Reagan pero aquí, my President, anyone from any corner of the world viene solo para desaparecer tras esa cerca peerless, nameless, sin juicio ni destino. How things change ¿verdad?
Antes de irme cruzo el Trail una vez más y me detengo frente a la entrada. Un mosquito se despide hincándome en un labio el dolor que ya no puedo reprimir. Miro ese vacío que se abre hacia la nada.
Humid and dry, húmedo y seco.
Tu Jorge
P.S.: El original en inglés de esta carta fue enviado al correo oficial del Presidente de los Estados Unidos.

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