En el juego

Encuesta de Hypermedia Magazine a escritores cubanos y libro más influyente de poemas ídem es, promediando, Fuera del juego.

Lo leí vez primera (aquella fue hojearlo, venderlo firmado en de G la feria): reafirmo corrimiento, ponerse botón en ojal de arriba y todo ojal o impresión resulte afectada, portañuela hacia Poesía que no se le para (pude decir: palpita).

Todo el mundo opina de este libro, conflictos: ámbito piscina para críticos: sencillo resulta mucho de él hablar sin decir; moneda abrecaminos.

Término álgido para este libro, o su autor es: caso, situación, y así, aparece custodiado de páginas de brete.

Finalmente poemas, pero no existe, digo solo, poema alguno de emoción social que resulte atractivo: el tema invita a idea, tan diferente a poética, y telón patriótico ambienta de antemano un pálido y manipulador estado de ánimo.

Ya Bonifacio Byrne lastimaba mi gusto en la primaria y, consuelo hermeneútico, imaginé que su afanoso buscar la bandera refería hacerlo en fanas abundante, blanca costra vinagrosa: mínima venganza de hacia mí su engaño con inexcitante tela tricolor, y alegría y sorpresa regalaba de vuelta a poema aburrido.

Este es nuestro libro maldito, los franceses tienen Las flores del mal; nosotros, Fuera del juego; merecido: los escritores cubanos son casi todos chismosos, en la grey disocian sus señales.

De valores estilísticos o su ausencia en este libro destacar no se trata: cada cual con su gusto; mas disposición del sujeto lírico y efectos en mi persona. Dios sabe mi intención saludable. No apreciar mucho prólogos, rara vez los leo, muchos dicen: “su calidad formal revela la presencia de un poeta en posesión plena de sus recursos expresivos”.  Este: “…actitud crítica ante la historia… el hombre actual tiene que situarse, adoptar una actitud, contraer un compromiso ideológico y vital al mismo tiempo”.

Tal situarse invita a escribir con idea delante, aún, de sociedad, con lector en mente: el colectivo. Pero grotesca es para algunos la sociedad, situarnos en ella al momento de escribir es cruel castigo; personas y poetas hay que prefieren ir a la playa, y en no situarse acontecen, como no se pide a sibila que explique resultados de su trance para entender de grupo. Limitante es ser hombre de su tiempo, y problemático: ¿Cuánto dará la CIA por la cabeza de un poeta, vivo o muerto?

Libro paradima de lo conversacional: resume a Nogueras, Retamar, y aún toca costas de nuestros días bajo formas de poesía confesional, canjeó sociedad por nostalgia, mas similar sentir ante enumeraciones, lo discursivo, nosotros insistente, lapidarios finales, poemas lapidarios, estrategia exitosa a impactar, emocionar, pensar del modo sugerido; crea el efecto, calcula adonde quiere llegar, y llega; pero el poema, al obedecer al lírico sujeto, no se sorprende a sí.

Primer poema sitúa “En tiempos difíciles”.

Le pidieron las manos, / porque para una época difícil / nada hay mejor que un par de buenas manos. / Le pidieron los ojos / que alguna vez tuvieron lágrimas / para que contemplara el lado claro / (especialmente el lado claro de la vida) / porque para el horror basta un ojo de asombro. 

Descomposición de partes del cuerpo, himno a gotas en de lágrimas lago. Aún en sociedad y tiempos malos, se desarman figuras y se reordena el mundo: Es difícil construir un imperio / cuando se anhela toda la inocencia del mundo. 

Toda la inocencia del mundo, o el centro de, inauguran geometrías basadas mas en deseo o certeza personal que en interpretación veraz de impresiones. Poesía se independiza de Realidad, se cierra sobre sí.

Se lo llevaron medio muerto. / Pero el intenso azul no desaparecía de sus ojos, de modo que aunque no sonreía, ahí estaban / todo el azul del cielo y su locura. / La noche entera se la pasó gritando, hasta el final.

No ha de informar de cantidad o forma de estar muerto, o de intenso azul. La locura, o gritar toda la noche, funcionan efectivas a exagerar sufrimiento que concluye en final, de la noche y el poema a la vez: surge lo redondo.

Ella es una mujer de ojos enormes. / Con estos ojos cualquier mujer podría / desfigurar el mundo si se lo propusiera. 

Irregularidad entre tamaño de ojos y efecto real en el mundo (totalidad) descubre mundo de ampliaciones.

El lírico sujeto cobra vida, aconseja al lector, son dos acompañándose en el viaje: la Historia es el golpe que debes aprender a resistir. / La Historia es este sitio que nos afirma y nos desgarra. / La Historia es esta rata que cada noche sube la escalera. 

Fortalece, alecciona, define, dirige a hacer, aunque deba decir nuevas no siempre buenas, incluso las graves y de excepción: hemos perdido el único tren que pudo escapar a la explosión. Al llamar al viejo Amstrong no hay ecos de pudor sino soltura, y accede a toda esfera: señor viceministro de Política Comercial, / joven, ligeramente hepático.

Ese grado medible (lo hepático) respecto a cosa ajena (lo viceministerioso) se hizo elemento muy usado en poesía posterior. Llega a mayores cotas el lírico sujeto (también en cantidad de seguidores) cuando dialoga con, y dedica a poetas muertos, aún en riesgo de lo que escuche sea lo que quiere, muñeco de ventrílocuo. Y niveles de religiosidad: en poema “Oración para el fin de siglo”, el recurso profético, al tiempo que humilde. Sujeto lírico parece liberarse, ampliarse en poderes:

“Ese hombre que fornica desesperadamente en hoteles de paso. / Ese desconcertado que se frota las manos, / el charlatán sarcástico y a menudo sombrío, / solo como un profeta, / por supuesto, soy yo”. 

Yo he visto a veces emborrona visiones: enarbolar el yo contiene una misión de impacto en ese pequeño , no son iluminaciones, mas expresiones emocionales, confesiones. 

Yo he visto a los bailarines de ballet, en París, comprar capas de Nylon. / Las vendían después a cien rublos en Moscú.

El sujeto lírico usa experiencias de viaje y ve. A veces la visión es abstracta: Nosotros que hemos visto el derrumbe de los parlamentos / y el culo remendado del liberalismo. 

Poesía periodística, combativa: Dicen los viejos bardos / No lo olvides, poeta. / En cualquier sitio y época en que hagas o en que sufras la Historia, / siempre estará acechándote algún poema peligroso. 

Esta afirmada peligrosidad del poema ha dotado a ciertos individuos (que se presentan como poetas), de un adusto sentido de responsabilidad, o urgencia histórica; mas no hay urgencia, o peligro en la escritura.

Un poeta me cuenta que ya circulan por el país libros de editoriales extranjeras / Luego vamos al restaurante; / bebemos vino con manzanas; comemos carne de cordero / con aguardiente de ciruelas. 

Conversacionalismo norteamericano arranca con desventaja (ventaja) gracias a existencia de sabrosos productos: no hay asombro en cordero o ciruelas, luego, a interesar al lector de otro modo.

Latinoamérica pobre, por otro, afirma la experiencia en estatus económico, esperanzas: viajar, países y diálogos en extranjeros cafés, escritores y cenas: privilegiadas situaciones, aún imaginadas, por alto valor de legitimización o histórico reconocimiento que inquietan estas menciones, bloques de pesada connotación insertados allí que se ahogan y fosilizan: son metaexperiencias, se han podrido. Incluso tan buenos escritores posteriores (Diáspora(s), ejemplo) transcurren a menudo la innecesaria vía de las referencias.

Una muchacha judía me dice que tiene visa para ir a Viena / (y con cincuenta dólares). Invención del mundo, irrealidad (banalidad) de conceptos: Viena, dólares, judía, entre ellos el lírico sujeto sobrevive.

Poetas, en el camino, dudan de su modus operandi: siempre puede uno exigirse mucho más, pero esto se ha previsto: Esos años de vagar por el mundo de que tanto han hablado, son mis mentiras, mis falsificaciones. 

Abundantes los libros conversacionales donde hay culpa de algo, insinceridades o bajezas, mas el conflicto se resuelve en el poder de la palabra: Di la verdad. / Di, al menos, tu verdad. 

La poesía posterior repitió este consejo, aún lo hace, y esto Fuera del juego: empoderar a un montón de poetas, abrir la caja de Pandora al poema como utilidad. Pero la idea del enfrentamiento no es igual al enfrentamiento, las palabras de este libro fluyen del modo esperado. Puede ser este el libro más representativo de la Revolución, bienvenida al poeta entre ideas, lo pone atento en, de Cuba el juego.