Para nosotros, el mar es la ruta de una esperanzada desesperanza.

Para nosotros, el mar es la ruta de una esperanzada desesperanza.
“Al matar a Alexei, Putin mató la mitad de mí… Pero aún conservo la otra mitad, y eso me dice que no tengo derecho a rendirme”.
“La libertad es una fuerza transformadora que ha demostrado tener la capacidad de hacer realidad sueños que, hasta hace poco, eran patrimonio exclusivo de la ciencia ficción”.
Yo era Elena en ‘Corazón azul’. Me encontraba ante las ruinas de una isla. Por fin dejé de matarme. Ya no podría volver a interpretar a Ofelia.
Con su técnica excelente y su goce singular de pianista acuariana, Diana Carbonell Avtodiychuk genera una danza con sus dedos.
Se ha matado por el hijo que tuvo su mujer el mes pasado. El bebé no debe ser suyo, porque salió bastante negro.
¿Qué dirección está tomando el reparto? ¿Cuáles fuerzas moldean su evolución? ¿Volvemos al reguetón?
Una vez más, un representante del Gobierno cubano expresa las auténticas características del Estado insular: patriarcal, misógino, machista y discriminador.
Perico tiene 19 años. Es de esos que piensan que si la realidad no coincide con su idea, va a ser peor para la realidad. Las circunstancias lo morderán del todo.
Tenemos necesidad de plantearnos el problema de una cultura nacional porque no somos aún un pueblo culto.
Una reconstrucción de un vacío, de un desastre, de algo que ya no tiene solución: como representar un lugar muerto.
‘Hypermedia Magazine’ conversa con Food Monitor Program (FMP), un observatorio enfocado en investigar la soberanía, la seguridad y el derecho alimentario en Cuba.
Ese ritmo lánguido que cuelga sobre el reloj colectivo de la mayoría de los pueblos cubanos, de la mayoría de los pueblos del planeta.
Juan Carlos Cremata (La Habana, 1961) es director de cine y teatro, guionista y dramaturgo. “Memeo todo” es una serie de memes críticos con la dictadura cubana, que satirizan la realidad de la Isla.
Policía usa gas en Madrid contra protestas por pactos del PSOE con independentistas; hay detenidos y heridos.
Vivimos una distopía, ¿alguien lo duda? Miro por la ventana y me da por odiar a todo el que pasa: ¿será posible que se sigan exponiendo? Esta mierda mata, y no se sabe quién la tiene. Eso pienso y se me olvida que ayer salí a buscar una tarjeta para el teléfono, que mañana necesito comprar almohadillas sanitarias.
Estoy pensando en que esto de ser artista en el trópico es tremenda mierda, en que la culpa de todo la tiene el maldito ego. Debería haberme puesto para conseguir un trabajo estatal. Normal. De 8 a 5. Con los pies en la tierra. Sin esperar que nada caiga del cielo. Hay que tener menos boberías en la cabeza.