Las tropas rusas sufren mortíferos ataques con HIMARS por tercera vez en una semana, dejando al descubierto fallos tácticos y lagunas de liderazgo en el conflicto de Ucrania.

Las tropas rusas sufren mortíferos ataques con HIMARS por tercera vez en una semana, dejando al descubierto fallos tácticos y lagunas de liderazgo en el conflicto de Ucrania.
La visita oficial del ministro de Asuntos Exteriores de Belarús a Cuba, Sergei Aleinik, se ve envuelta en secretismo mientras surgen preguntas sobre la influencia rusa.
Este documental fue secuestrado, como tantos otros productos culturales creados dentro de la Revolución Cubana. Saturno devora a sus cineastas.
‘¿Por qué el pueblo cubano (aún) apoya el castrismo?’ es un libro importante, que quiere desentrañar entre lo fatídico y lo consustancial del destino de una nación fallida.
Global Policy: “Robert H. Wade explica por qué las repetidas predicciones sobre el fin de la hegemonía del dólar son, una vez más, probablemente demasiado prematuras”.
El régimen de Daniel Ortega cierra la universidad Unacad y nueve ONG, elevando el total de disueltas a más de 3.550 desde las protestas de 2018.
La primera vez que mencioné a mi editora la idea de escribir un ‘thriller’ psicológico, se sorprendió. “¿Por qué de repente todos mis autores quieren escribir un thriller?”.
La protesta de Aaron Bushnell pone de relieve la historia de la autoinmolación como forma de disidencia política.
Estará Cuba en este texto, está siempre Cuba. Es cubano y/e (in)felizmente (contra)revolucionario el entorno, y extranjero y (contra)revolucionario el desglose.
Una interesante lectura de Indómito, de Vladimir Hernández, ganador del Premio Internacional de Novela L.H. Confidencial
“El teatro te da libertad para vivir, para hacer, para decir, para sentir. Me interesa sobre todo porque hace que uno se cuestione y hasta cierto punto cambie. Es un medio para canalizar las cosas más viscerales. Esa comunicación que se genera entre el actor y los espectadores, cuando hay un mensaje concreto, es vital”.
Sentada en una habitación sin ventanas, leo una novela que dispone, desde la crueldad doméstica, la violencia primitiva de los sistemas afectivos y políticos. ‘Clausewitz y yo’, de Carlos A. Aguilera, suena como si existiera una banda punk astrohúngara que actualizara la obra de Edmund Burke.
Mientras se aceleran los niveles de desigualdad racial en un contexto de crisis económica, el gobierno encabezado por Díaz-Canel ha iniciado una dinámica que no se había observado antes: reflejar sin tapujos, en la esfera pública, lo que siempre había estado presente en la esfera privada: un racismo arraigado y profundo.
“Soy un artista de constantes cambios. Creo que lo que hago ahora es mejor que lo que hice el año pasado o lo que pinté hace veinte años. Si no cambiara, me aburriría. Mis ideas sobre el arte cambian al leer un buen texto o al visitar un museo o simplemente al ver el Instagram”.