Este poema de Nicola Gardini, uno de los poetas contemporáneos que más ha reflexionado sobre el hecho de la traducción, está incluido en su libro Tradurre è un bacio (Landolfi, 2015). Alude a una experiencia real: Song Lin (宋琳 ) es un conocido poeta chino, y Ledig House una residencia para escritores, en Nueva York.
Bastiones y ponientes
Hoy me senté con Song Lin
en la mesa del comedor
de Ledig House e intenté
traducir uno de sus poemas
que conocía en una versión francesa.
Le pedí que me explicara algunas imágenes,
y el permiso para moverlo todo
al pasado pues los tiempos en chino
no existen y me parecía
que se hablaba de recuerdos y nada
aludía al presente, y a un febrero.
lo transformé en el mes de la segunda
luna como sugiere el ideograma
en el original, y desarrollé la metáfora
que da nombre a una determinada
cadena montañosa de color violeta.
¡Y qué hermosos los caballos de la niebla,
también en italiano, y la cítara,
y las golondrinas ventrílocuas
y las noventa y nueve habitaciones!
Hablamos de suburbios y ciudades,
y de varios tipos de lluvia y al final
estábamos muy felices y agradecidos
por haberle hecho hacer a las palabras
lo que ninguno de los dos entendía.
Bastioni e ponenti
Oggi mi sono messo con Song Lin
Al tavolo della sala da pranzo
Di Ledig House e ho provato
A tradurre una sua poesia
Che conoscevo in una versione francese.
Gli ho chiesto di spiegarmi alcune immagini
E il permesso di spostare tutto
Al passato poiché i tempi in cinese
Non esistono e a me sembrava
Che si parlasse di ricordi e niente
Si riferisse al presente e un febbraio
Di trasformarlo nel mese della seconda
Luna come suggeriva il carattere
Nell’originale e di svolgere la metafora
Che compone il nome di una certa
Catena di monti di colore viola.
E che belli i cavalli della nebbia
Anche in italiano e la cetra
E le rondini ventriloque
E le novantanove stanze!
Abbiamo parlato di periferie e di città
E di vari tipi di pioggia e alla fine
Eravamo molto felici e grati
Di avere fatto fare alle parole
Quello che nessuno dei due capiva.