Quién te lo iba decir: un bailarín cubano amateur que desde su islita comunista posee perfiles valiosísimos en Instagram y YouTube, desde donde arrastra a su séquito de fans hacia su cuenta de contenido erótico: @sugarprietacubana, con la cual factura. Sin grillete. Sin comisión y sin multas. Sin persecución.
Columnistas
Nuestros artículos de opinión responden exclusivamente al estilo y criterios de sus autores. Asimismo, entendemos como una obligación con los lectores, la verificación de los datos y el trato respetuoso a las personas aludidas, aunque se critiquen sus actos o ideas.
Antonia Eiriz o el reflejo de no bajar la cabeza
Mi vicio es hacer lecturas simbólicas de las imágenes y sus coincidencias. A pocos metros de donde estaba parado, se encontraba uno de los mosaicos de la Rampa, en el deplorable estado en que están casi todos hoy. Antonia Eiriz a unos metros de un Ditú y a una cruzada de calle del Pabellón Cuba: casi se me dilatan las pupilas al pensar esto…
La pandemia y Aretino
Uno destapa los comentarios de Facebook y nota que aluden, como se dice, a lo mismo con lo mismo: microtribunas sobre sexualidad y osadía política, moral y sexualidad, sexualidad y racismo, violencia de género y sexo, patriotismo y sexualidad. Es triste, aunque también da un poco de risa.
Francisco Barreiro: “¿Queremos hacer una película? Hagámosla”
Francisco Barreiro es uno de esos actores que siempre te sorprenden para bien. Como un experimentado equilibrista, pasito a pasito, se ha hecho una carrera llena de títulos sorprendentes. Sin ninguna pisada en falso. Películas certeras, que además de entretenernos y hacernos volar la mente, nos dan una esperanza.
El porno de Luis Manuel Otero en la web
Unas horas después de publicada vimos tu serie porno, luego de que los administradores del Movimiento San Isidro advirtieran un posible hackeo. ¡Cuánto lo sentimos, Luisma! Más por “ellos”, los que se la dan de hackers, que por ti o por nosotros. “Ellos” no saben nada de nada. Andan como pescado en tarima: están muertos y no lo saben.
Trágica que soy
Ahora que ya sé pedalear, puedo escribir de Si esto es una tragedia yo soy una bicicleta, de Legna Rodríguez Iglesias. Cuando veo a mi novia irse en bicicleta y le digo adiós desde el balcón, pienso que Legna ha escrito sobre momentos así: imprecisos, inexactos, rastros que pasarán fácilmente desapercibidos en un país con ulceraciones.
La rumba del diablo
Los videos, las directas, los live, las tiraderas: me parece que los cubanos y las cubanas, allá, acá, acullá, andamos como pollitos ciegos chocando contra el mismo cascarón. Este le dice a aquel, el otro le dice al otro. Y así andamos entretenidos mientras el diablo, en algún lugar cómodo, se toma un vasito de Coca-Cola con hielo y se echa otro show.
Cyberclarias vs. Balseros
Una batalla épica entre los seguidores de El Guerrero Cubano y Hola Ota-Ola en Facebook y YouTube: “¡Vivan su vida en Miami. Ustedes ya no son cubanos!”, dicen unos. “Y ustedes no son personas. Jódanse”, responden otros. Así son las polémicas del siglo XXI cubano.
Los amantes del Drive-In: cine, horror y sexo
Kato es descendiente de miccosukee con un putón ruso. Extravagancias de Miami. Hey buddy, what are you up to? En casa. Estudiando. Loco por romper esta inercia. Sextea. Recibo una selfie de muchas pulgadas. El vitíligo hace un efecto lindísimo en sus genitales. Algo así como un camuflaje.
Sombras de mi nueva normalidad
Caminar La Habana Vieja estos días es algo raro. Parece el escenario de una película de zombis. Hace poco, en la Mesa Redonda de la televisión estatal, estaban hablando de nuevas medidas para tratar de salvar un país que se hunde en el mar; al mismo tiempo, yo tenía a un amigo en el teléfono diciéndome: “Asere, somos sobrevivientes”.









