¿Qué es exactamente un boli?
Miren bien ese animal primero e impreciso, convertido en mascota de sangre. Una criatura que parece moldeada por un niño.
Narrativa
Basura negra
Ya sé que no tienen ni la más puta idea de lo que hablo. Por algo no son lectores ilustrados, mucho menos ilustres. Por algo no han leído nada de nada, nunca. Por algo me siguen leyendo a mí, compulsivamente.
(De la novela inédita Que la patria os covfefe orgullosa, de próxima aparición por Editorial Hypermedia).
Una polla grandiosa
Mi vida ha sido otra, gracias a que no tengo una polla promedio o una polla pequeña. Ya sé que esto no suena muy políticamente correcto. Pero. Si algo no soy yo es un escritor políticamente correcto.
Pensamiento vaginal
Yo sostengo, como se sabe, que hay un pensamiento fálico, pero también un pensamiento vaginal. Ese punto en que la capacidad de razonar serenamente y la razón misma de la mujer se ven trastocadas por la apariencia, o por la confluencia química con un varón.
El viaje inverso
En menos de cinco minutos cargábamos con una mano, como si se tratara de libros ligeros, una caja mediana de cartón con las cenizas de mi primo René.
Tres tristes prosas
A las clavadistas no parece interesarles demasiado su aspecto: son sacerdotisas de una secta, seres que comunican elementos incompatibles para los no iniciados: surcar el aire, hundirse en el agua. Otra belleza, ahora, consagrada a otros dioses.
Viajar cuando baja la marea
Ayer hablé con mi madre por teléfono y le dije que hoy salíamos de viaje. Nos contamos lo de siempre, los niños, el inventario de enfermedades, el calor del verano. Durante toda la conversación, yo pasaba mecánicamente mi dedo índice por el borde de los libros en una esquina de la biblioteca.
Un puerco en una guagua
El absurdo carnavalesco de lo cubano, ese “choteo” expresa una lenta degradación de lo cívico, la reducción gradual de la sociedad a la categoría de “pueblo”, de “masa”.
Eurídice
En cualquier caso, la noche que no fui a verla ya estaba casada. Parecía vivir en varios lugares al mismo tiempo: Toronto, Dubái, Libia, de nuevo Toronto. En esa época todavía me llegaban correos suyos o veía en Facebook sus fotos con niqab. Era traductora: de algo le habían servido todos aquellos tumbos.