En un bodegón, una mujer se asoma desde la puerta y grita: “¡Se acabó el picadillo, caballero!”. Por suerte, quien esto escribe solo quería lentejas. El número seis de la cola no lo tomó tan bien: “¡Si Fidel estuviera vivo estas cosas no pasarían!”. Ahí mismo llegó mi primera tesis cuarentenal: Fidel es un progenitor de estoicos.
Sociedad
Circunloquio sobre la hija del carpintero
Alguien podría decir: he aquí una más de los que quieren hacerse un nombre a costa de nombrar a los que ya se han ganado el suyo. Pero se equivocan. Nosotros no queremos un nombre: los queremos todos y al mismo tiempo. Queremos ver arder el Kempinski como vimos arder Notre Dame. Somos las hijas putas que parió la mujer del carpintero.
Réquiem por la norma
Todos los sueños húmedos de mi generación tienen a Wendy Guerra como protagonista, dirigiendo una orgía guerrillera vestida solo con una boina verde olivo hecha por Gucci, mientras cabalga sobre Julio Antonio Mella. Y contrario a lo que pueda pensarse, esto tiene que ver más con el MeToo que todas las páginas que se han escrito al respecto.
I Can’t Breathe: ¿Podemos nosotros romper el estigma?
A raíz de las protestas por la muerte de George Floyd, vuelve a hacerse evidente este rasgo estereotipado del cubano en relación con la raza (a veces los cubanos se pasan de blancos) y, en este caso en específico, se pone en evidencia otro elemento esencial: la relación del cubano con el poder y la protesta.
Sobre el falso nacionalismo cubano
Los murales de gatos y negros bembones que hoy en día inundan el casco histórico de Camagüey (y que el tiempo, gracias a Dios, ha ido borrando) no tienen una gota de cubanidad. Son, única y exclusivamente, la idea del falso nacionalismo rellenando monederos: el falso nacionalismo a merced de una falsa nación.
#RetoAfricano: Que trine Mariela Castro
La ropa es afeite y es disfraz. De ahí su carga política. Cómo, cuándo y por qué nos disfrazamos no son preguntas vanas. Como si se hubiera propuesto encarnar al personaje del cuento de Reinaldo Arenas, “Que trine Eva”, Mariela Castro aparece con un turbante y unos pendientes de argolla en dos selfies que subió a su página oficial de Facebook el pasado 20 de mayo.
Un día de sol y una canción de Orishas para avivar las gradas
Lloro porque hay un futuro en el que podremos regresar al arroz desgranado de nuestras madres, a los mambises descamisados y negros, a la Cuba judía y musulmana, a la conga donde no manda el CENESEX, sino la latica y el palo de mis primos más pequeños, mientras los mayores pueden, al fin, vivir de su salario. Lloro porque, en tierra orisha, se está arrimando un día de sol.
Ana Mendieta, Anthony Fauci y el terreno perdido entre las bestias
El virus (y su efecto mediático) está haciendo estragos desde hace meses, pero seamos justos: este microorganismo nos ha traído beneficios a algunos mortales: sosiego, permanencia en el hogar, preparar con calma los alimentos, dormir lo necesario, pasar más tiempo con quienes amo… Y he aquí que de pronto estoy pensando en animales.
Nasobuco, no mordaza
Las respuestas a la epidemia ponen en evidencia las fantasías inmunitarias de cada sociedad, las ficciones de control, superioridad e invulnerabilidad, en unos casos, y de minusvalía o precariedad, en otros. En palabras de Paul B. Preciado: “Dime cómo tu comunidad construye su soberanía política y te diré qué formas tomarán tus epidemias y cómo las afrontarás”.
Gueto a la cubana (VI y final)
En la Florida y en Australia ya han abierto algunas playas. En Dinamarca han vuelto a funcionar los salones de tatuajes. En Alemania ya usted puede visitar ciertas librerías. La OMS ha dicho que lo peor de la epidemia está por venir.