Entre el 5 y el 21 de mayo de 2025, Gabriela Fernández Álvarez, presentadora del programa oficialista cubano Con Filo, está realizando una gira por 15 ciudades de España, entre ellas Madrid, Logroño, Zaragoza, Barcelona, Sevilla, Málaga, Bilbao, Avilés, Gijón, Bilbao, Alicante y Valencia. La visita, bajo el título “La juventud cubana en tiempos de Trump”, es respaldada por el Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba (MESC), y tiene como objetivo difundir la narrativa del Gobierno cubano en el contexto europeo, con el país ibérico como punta de lanza.
En las charlas, que han tenido lugar en sedes o lugares gestionados por el Partido Comunista Español y otros organismos afines al Gobierno cubano, Fernández promueve la condena al embargo estadounidense y divulga la labor de una juventud cubana “que resiste la manipulación mediática internacional contra Cuba”. Esta difusión, sin embargo, no es plural ni humanista, y tampoco demuestra ser un espacio de diálogo como sus organizadores aseguran. Mientras se realiza esta labor de propaganda, se impide la entrada a ciudadanos cubanos miembros de la diáspora en España, permitiendo únicamente el acceso a españoles afines al régimen y personal de la embajada cubana. La restricción de acceso (disfrazada aquí como derecho de admisión), es una práctica aprendida por el Gobierno cubano para proteger, a sus enviados, de una confrontación argumentativa que pudiera dejarlos en evidencia, y asegurar así el discurso duplicado y monopolizado de su narrativa. La inmunidad de Fernández como agente en esta estrategia se expone en sus gestos de burla ante las manifestaciones que se realizaron en el área exterior del evento en Madrid, donde la comunidad cubana congregada exigió libertad para los presos políticos.
Fernández en una de sus charlas (2025). Fuente: Facebook-Annarella Grimal.
Su gira, al mismo tiempo, somete a debate la influencia transnacional del autoritarismo cubano, las redes de asistencia y reproducción ideológica con las que cuenta más allá de las fronteras de la isla, el uso de voceros performáticos como una suerte de estética de la juventud socialista, así como el alcance de la comunidad cubana exiliada para contrarrestar la propaganda política en sus lugares de residencia.
Breve repaso sobre los organizadores de la gira ‘Con Filo’
Fernández es una de las caras más visibles del programa Con Filo. Este es un espacio mediático vocero del mensaje oficial, inaugurado justamente un mes después de los sucesos del 11J para “poner en perspectiva, con todos sus matices, las noticias, hechos y matrices de opinión que circulan, en los medios y en las redes, sobre la realidad cubana”. Es, además, una coproducción de los portales más radicales en la divulgación de la narrativa oficial: Cubadebate, La Pupila Asombrada y el ICRT, y su estreno respondió a la necesidad de poner un cepo a las percepciones y discursos alternos que se gestaban en la sociedad cubana con alta carga crítica contra la gestión gubernamental.
Rápidamente Con Filo devino trinchera política y estrado para el asesinato de la reputación de cuanta expresión revisionista surgiera, criminalizando a ciudadanos e iniciativas y prestando simbólicamente asistencia a una legislación que luego se conformaría para penalizar todo pronunciamiento en redes contrario a la narrativa oficial. Desde burlas y acusaciones infundadas, los presentadores de Con Filo aparentan un pensamiento crítico y juvenil en defensa de la Revolución, aunque a la larga han cooperado —desde su estrado mediático— en la ejecución de condenas de hasta cinco años por publicaciones críticas en Facebook como “delitos de odio”.
Publicación en Facebook del portal Cubadebate anunciando su lanzamiento (2021). Fuente: Facebook-Cubadebate.
Con Filo, como se ha dicho, es producido y dirigido desde los medios estatales, y es notorio que se alinea directamente con la agenda comunicativa del Partido Comunista de Cuba y la Unión de Jóvenes Comunistas. La defensa del gobierno va, entonces, más allá de charlas educativas y diálogos humanistas. Mediante el sarcasmo, el amedrentamiento y la propaganda, desacreditan y desprestigian simbólicamente a cubanos de dentro y fuera de la isla y los califican de “mercenarios”, “contrarrevolucionarios” o “instrumentos del imperialismo”. Buscando neutralizar alteridades influyentes y legítimas, usan habitualmente los siguientes mecanismos, tanto en la pantalla como en charlas presenciales:
- Descontextualización de declaraciones: se sacan documentos y publicaciones de sus espacios originales de sentido, omitiendo el contexto y/o distorsionando su mensaje.
- Descrédito personal: vinculan a periodistas, artistas y ciudadanos en general que sean contestatarios y disfruten de alguna popularidad, con agencias estadounidenses que buscan “una guerra no convencional”. De este modo, venden la idea de que cualesquiera activismos o actividades investigativas o periodísticas financiadas por proyectos internacionales de desarrollo y democracia buscan una ganancia personal. Esta afirmación intenta despojar de credibilidad y ética a cualquier fuerza contrahegemónica.
- Ridiculización y deshumanización: se reproduce el discurso biopolítico usado históricamente para denigrar a personas desde fundamentos básicos fuera del debate político. Recurren, incluso, al señalamiento de su orientación sexual, su estilo de vida o su pasado familiar, irrespetando la protección de datos y exponiendo públicamente información personal.
Captura de programa “De colonizadores y cipayos” (2022). Fuente: Youtube-Con Filo.
Como dispositivo oficialista de estigmatización y hostigamiento, Con Filo ha sido ampliamente denunciado por organizaciones internacionales como Human Rights Watch o Article 19. Ni siquiera pudiera describirse como un programa de opinión, como se presenta en España, debido a una agenda que lo aleja del servicio público y lo identifica como instrumento de persecución política compuesta por la construcción de enemigos internos, el modelado de la percepción pública, el blindaje ideológico del régimen y la promoción de prácticas de autoritarismo mediático.
Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba
El MESC es una plataforma que agrupa a más de 40 organizaciones en España, incluyendo asociaciones de amistad hispano-cubanas, colectivos sociales, sindicatos y partidos políticos como Izquierda Unida y el Partido Comunista de España. Otras organizaciones que se destacan como miembros son: Asociación de Amistad Hispano Cubana “Bartolomé de las Casas”, de Madrid; Asociación de Cultura Popular Estrella Roja; Asociación de Solidaridad con Cuba “Vilma Espín”, de San Lúcar de Barrameda (Cádiz); Asociación de Solidaridad Toledo-Cuba “Antonio Maceo”; Asociación “Lázaro Cárdenas”; Casa d’Amistat amb Cuba, de Barcelona; Colectivo “26 de Julio”, de Madrid; Euskadi Cuba; Frente Antimperialista Internacionalista, y Sociedad Cultural Cubano-Andaluza “José Martí”, de Sevilla.
Imagen de uno de los miembros del MESC en marcha de solidaridad con el gobierno cubano (2021). Fuente: Semanal de Canarias
De reciente fundación, en mayo de 2021, el MESC también tiene como objetivo coordinar acciones de solidaridad con el Gobierno cubano, así como implementar el Plan de Acción aprobado en los Encuentros Estatales de este grupo. Desde su creación, el MESC ha desarrollado diversas iniciativas entre las que destacan:
- Caravanas contra “el bloqueo”: desfiles, en varias ciudades españolas, que condenan el embargo estadounidense, reproduciendo la narrativa y las justificaciones del Gobierno cubano de que esta es una política de asfixia económica que ha sido y es la única responsable de la policrisis que afecta al país.
- Jornadas de protesta: realización de concentraciones y actos coincidiendo con votaciones en la Asamblea General de Naciones Unidas y otros cónclaves internacionales para mostrar apoyo a las delegaciones oficiales de Cuba.
- Apoyo a brigadas médicas cubanas: promoción de la candidatura del Contingente Médico Cubano “Henry Reeve” al Premio Nobel de la Paz, promoviendo la idea de su labor internacionalista y desviando la atención de la contratación de personal médico como mano de obra esclava, de acuerdo con lo que han advertido asociaciones médicas independientes a raíz del conocimiento de que el Ministerio de Salud Pública cubano extrae el 70% del salario de estos profesionales.
- Organización y promoción de eventos: coordina los Encuentros Estatales de Solidaridad con Cuba, siendo el más reciente el XVII, celebrado en octubre de 2024 en Torremolinos, Málaga. Estas reuniones buscan reforzar el apoyo a Cuba y coordinar acciones entre las distintas organizaciones solidarias en España.
La censura extraterritorial y la performatividad ideológica en el autoritarismo transnacional
La gira de Gabriela Fernández Álvarez debe analizarse como una manifestación del autoritarismo transnacional, donde regímenes autoritarios buscan influir en la opinión pública y política de otros países mediante la exportación de su narrativa oficial. En este contexto, figuras mediáticas actúan como embajadores ideológicos, promoviendo una visión favorable del régimen, a la vez que deslegitiman las voces disidentes. Este fenómeno no es exclusivo de Cuba. Otros gobiernos autoritarios han utilizado estrategias similares, expidiendo referentes de comunicación al extranjero con la misión de moldear la percepción internacional y contrarrestar críticas.
Desde la invasión a Ucrania, el Kremlin ha desplegado una estrategia internacional de propaganda mediática muy similar, a través de cadenas como RT (Russia Today) y Sputnik, en múltiples idiomas. Margarita Simonyan, directora de RT, ha sido una de las voces más visibles, enviando presentadores y analistas a foros en Europa y América Latina, con el propósito de presentar una narrativa alternativa a los medios occidentales.
A su vez, estos representantes participan en congresos de comunicación, entrevistas a otros medios y conferencias en universidades en países como Serbia, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
La República Popular China conduce igualmente formas conocidas de diplomacia cultural y mediática, a través de los Institutos Confucio, presentes en universidades de más de 100 países. Estos centros han sido criticados por organizaciones académicas por imponer censura o promover discursos alineados con la operatoria del Partido Comunista Chino. A su vez, presentadores de la televisión estatal CCTV o Global Times, como la periodista Liu Xin, han sido enviados a eventos en África, América Latina y Europa para hablar del “modelo chino”, el desarrollo sin democracia y criticar el orden liberal internacional.

Debate televisado entre Trish Regan de Fox y Liu Xin de CGTN (2019). Fuente: South China Morning Post.
Asimismo, la República Islámica de Irán ha usado clérigos y portavoces de canales estatales como PressTV para promover discursos oficiales en el exterior, especialmente en espacios académicos antisionistas y promotores, en Europa y América Latina, del “Islam auténtico”, así como en foros contra las sanciones internacionales. Pero quizás el país que mejor ejemplifica esta práctica, desde medios estatales y con especialistas de diversas áreas, es Venezuela, a través de su diplomacia comunicacional bolivariana. El canal oficialista Telesur ha sido instrumento en este empeño, donde anteriores funcionarios como Patricia Villegas (entonces presidenta de Telesur) o Walter Martínez (entonces analista) realizaron giras por países latinoamericanos y europeos, defendiendo el modelo chavista y denunciando la “guerra mediática”.
Estos ejemplos revelan un patrón común: los regímenes autoritarios no se limitan a controlar el discurso interno, sino que intentan influir en la percepción internacional y modelarla mediante embajadores ideológicos para socavar las narrativas hegemónicas liberales mediante el uso de conceptos que analizaremos en próximas entregas del ODC, en su sección de análisis. Además, aprovechando redes locales, como asociaciones de amistad, sindicatos, partidos de izquierda, entre otros, estos discursos llegan a insertarse en el tejido político del país anfitrión. De este modo se instrumentalizan espacios académicos y culturales en una puesta en escena cacofónica, como la que presenciamos actualmente con la gira de Fernández.
El ODC ha advertido, en otras ocasiones, sobre el impacto que representa esta práctica transnacional de exportación del discurso autoritario para las regiones receptoras. Las autocracias intensifican cada vez más sus esfuerzos por manipular los ecosistemas informativos, culturales y académicos allende sus fronteras, tanto en su propio beneficio como en apoyo de otros aliados de su calibre. La comunión narrativa entre Rusia y sus aliados latinoamericanos, por ejemplo, amplifica los mensajes que lesionan la institucionalidad democrática en la región.
En el caso que nos ocupa, el mensaje de Fernández intenta incluir patrones del pensamiento antiimperialista desde, por así llamarla, una modernización femenina y joven del término, aprovechando la polémica coyuntura política en Estados Unidos. Si bien el ODC aboga por la multiplicidad de opiniones y la existencia de una esfera de debate plural inclusiva, los escenarios que esta práctica política legitima, son susceptibles de ser condenables debido a su naturaleza, sus objetivos y sus posibles impactos, tanto en lo doméstico como en su exportación internacional. No existe diálogo en una narrativa criminalizadora, tergiversadora de la historia reciente, y revictimizadora.
El ODC exige, igualmente, la creación de espacios donde la diáspora cubana intelectual y activista pueda pronunciarse, debatir y contrarrestar los influjos discursivos del transnacionalismo ideológico. El ODC condena también la extensión de la censura contra cubanos residentes en Europa, y la lamentable complicidad de ciudadanos libres que reproducen las prácticas autoritarias contra una sociedad que, privada largamente de su voz, ha buscado en la emigración una forma de libertad que intenta, desde ese espacio, defender sus derechos y los de sus congéneres.

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Por Antony Beevor
El legado inconcluso del conflicto que moldeó la política actual.