¿Un hombre solo puede remover los cimientos del país?

La respuesta es sí. 6ix9ine lo hizo.

“Con 10 más como el rapero Tekachi 6ix9ine lanzando dinero desde varios hoteles de Cuba, se cae la revolución. Es tan obvio que hasta el régimen lo supo y por eso tumbó las comunicaciones, 6ix9ine es la prueba viviente de que el bloqueo no existe y de que el comunismo no funciona”.

Así lo escribí en mi cuenta de Twitter el día que volaron los dólares por los cielos de la Habana y los cubanos, que no son bobos, fueron atrás de ellos porque eso es una oportunidad única, o un show único, depende de quién mire. Algo sí es seguro: al régimen cubano no le gustó nada.

Tanto fue así, que vieron en la acumulación de jóvenes en Prado y Malecón frente al hotel Packard, un déjà vu de lo que fue el estallido social más grande que ha habido en la historia de este país, el 11 de julio de 2021. Por eso cortaron las comunicaciones, para que no se les armara otra revolución que desplante a la que hicieron ellos por allá por 1959 y de la que queda muy poco. 

6ix9ine llegó a Cuba para inscribirse en los libros de historia. El rapero quizás no lo tenía contemplado, teniendo en cuenta que suele lanzar dinero por allá por donde vaya; solo que en Cuba eso es tomado por los comunistas como un acto de desestabilización ciudadana, de desorden social, de contrarrevolución.

Si ese mismo acto de lanzar dólares al aire hubiera ocurrido en San Isidro, con el artista Luis Manuel Otero Alcántara como protagonista, la denuncia “enérgica” del canciller Bruno Rodríguez Parrilla estuviera retumbando en los pasillos de la sede de las Naciones Unidas. Y Humberto López estuviera en la televisión nacional haciendo alarde de la valentía que se le extravió en Londres semanas atrás. Pero Luis Manuel está preso desde el 11J, y 6ix9ine es norteamericano.

Y con los norteamericanos ahora mismo nadie se puede meter, porque el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países tiene que darse sí o sí. Pero no por el bienestar del pueblo cubano, sino por la permanencia en el poder de la dictadura comunista que existe en esta isla desde hace más de sesenta años.

El asunto es tan peligroso, que al parecer 6ix9ine recibió la visita de algún agente de la Seguridad del Estado disfrazado de miembro del hotel para calmar las aguas. Y 6ix9ine dijo: “Yo no fui”, porque el régimen de terror que existe en Cuba es real. Muestra los colmillos en los detalles insignificantes como la retracción de un rapero al que los medios oficiales cubanos llaman “artista”. 

Y lo remarco no porque no lo sea, sino porque a los artistas que viven en la Isla esos mismos medios oficiales los llaman “delincuentes”, como es el caso del rapero Maykel Castillo (Osorbo), quien permanece en la cárcel desde hace casi dos años y es ganador de dos premios Grammy.

Algo que ha llamado muchísimo la atención ha sido ver a personas ofendidas con el acto de 6ix9ine. Gente que se sintió humillada porque un hombre lanzaba su propio dinero desde el balcón de un hotel. Gente rasgándose las vestiduras por ver cómo el pueblo, jóvenes sobre todo, se rompían el alma y la vida para alcanzar unos dólares. (Y con toda razón, el dólar está carísimo.) 

“Qué humillante”, dijeron algunos. 

“Qué grande Robin Hood”, pensé yo. 

Fue tan obvia la escena y tan esclarecedora, que el régimen tuvo que armar su propia película dentro de la película y a esa hora afirmar, como si de un juicio sumario se tratara, que 6ix9ine no lanzó dinero, que fueron otros jóvenes haciéndose pasar por el rapero, y ya luego del show de apagar las comunicaciones en todo el país.

Qué más da quien haya sido. Ya el mundo lo vio, llenó las parrillas de sus noticias con los jóvenes cubanos recogiendo dólares del suelo y esa fue la verdad.

Quien está humillado no es el pueblo cubano. Es el régimen, porque, según ellos, esta isla es un paraíso de justicia social y soberanía alimentaria; así que no puede ser que venga un hombre, solo, a derrumbar ese mito. Primero los tanques en la calle. Qué sencillo.

Lo curioso del asunto es que el rapero estadounidense ha medido la temperatura de la Isla sobre lo que está por venir. Porque esta vez él fue la avanzada, como en su momento lo fueron Beyoncé o Madonna.

Mientras tanto, otros artistas, cubanos, jóvenes, negros, como 6ix9ine, sufren injusta prisión porque el régimen cubano se niega a cambiar. Un cambio que el pueblo pide a gritos de las formas más disimiles, a pesar de la represión, el miedo y el balcón piñata al que los policías no permiten acceso, con la zona acordonada para que nadie se acerque. 

Me pregunto qué sucedería si a 6ix9ine le diera por visitar a Luis Manuel Otero o Maykel Osorbo en prisión, y si cada artista que llegara a la Isla hiciera lo mismo. No hay lluvia de dólares que equipare eso. Sería realmente épico. Ojalá y suceda.


© Imagen de portada: Ariel Maceo Téllez / Twitter.




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