La cultura internada: campamentos de verano y captación ideológica

En los últimos días de enero, el Gobierno cubano, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) y el Ministerio del Turismo (Mintur), hizo público estar organizando un campamento de verano como paquete comercial, dirigido especialmente a los hijos de la diáspora cubana. Esta información se dio en el marco de la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que tuvo lugar por esos días en Madrid. En consecuencia, varios empresarios cubanos, representando 21 agencias de viajes, se reunieron con el ministro de Turismo en la Embajada de Cuba en España.

Según Travel Trade Caribbean (TTC)[1] —un medio de prensa italiano con sede en La Habana, especializado en publicidad turística y de negocios—, se revisó una cartera de eventos, que incluye excursiones a sitios de patrimonio natural, turismo rural, así como programas especializados en salud, ciencia y cultura, entre otras experiencias dirigidas a los polos de atracción del país.



Delegación cubana en Fitur (2025). Imagen: Mintur/X.


Juan Carlos García Granda, titular del Mintur, explicó que el campamento de verano tiene como objetivo “fortalecer los vínculos de la comunidad cubana en el exterior con su país de origen”. De forma general, el ministerio persigue “diseñar estrategias para contrarrestar la campaña mediática adversa al turismo en Cuba”. El funcionario afirmó, además, que las proyecciones del turismo en Cuba “no se hacen en función de lo que pueda o no suponer las restricciones del bloqueo”, mostrándose optimista hacia un sector que, más que crecer, ha caído en picada en la isla en los últimos años.



Algunos de los representantes cubanos participantes en el evento (2025). Imagen: Mintur/Fb.


Extractivismo y promoción estratégica

García Granda ha sido un cuadro gubernamental conocido por impulsar el turismo como fuente de ingresos, aun, en medio de la crisis multifactorial presente en el país. Sintiéndose los profundos efectos de la inseguridad energética, García Granda informó que las instalaciones hoteleras y extrahoteleras estaban siendo equipadas con generadores de respaldo para “garantizar un suministro eléctrico continuo y confiable”. Durante su dirección se han desarrollado eventos internacionales de promoción como la VI Bolsa Turística “Destinos Gaviota 2024”, y se ha ampliado la base de infraestructuras del sector.

Entre los planes en desarrollo se encuentran dos parques acuáticos; la expansión del complejo Plaza América; la creación del parque Bahía Naranjo; la remodelación y ampliación de la marina Hemingway, en La Habana; y la reconversión de la base náutica Ancón, en Trinidad.

García Granda también fue el cuadro encargado de firmar por Cuba el Código Internacional para la Protección de los Turistas, auspiciado por la agencia de Naciones Unidas especializada en Turismo. En esa ocasión declaró que la adscripción “se corresponde con el turismo de paz, salud y seguridad que promueve la nación como destino”.

Durante los últimos cinco años, la industria turística cubana ha ido en picada, consiguiendo solo un tercio de los visitantes recibidos en el período previo. En el año 2024 Cuba reportó la menor cifra de visitantes en 17 años (excluyendo el tiempo de emergencia internacional por el Covid-19). Este colapso viene dado, en buena parte, por el retroceso de la garantía de servicios básicos, el crecimiento de la inseguridad ciudadana relacionada con la crisis, así como por el reconocimiento, por parte de la comunidad internacional, de un autoritarismo que había estado maquillado en buena medida por el “mito revolucionario”.

Sobre todo, desde el 2021, activistas y organizaciones han venido denunciando la represión jurídica y policial en el país. Empresarios y turoperadores de Holanda, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos y Francia también se han pronunciado al respecto. A pesar de los esfuerzos por “blanquear” la imagen de Cuba como destino pacífico y sano, queda en evidencia la vigilancia y coerción ejercida por el Gobierno sobre sus ciudadanos, el desinterés de este por desarrollar eficientemente los servicios públicos, la criminalización constante por parte de sus cuadros dirigentes contra personas y proyectos incómodos, entre otras tendencias autoritarias. Los pactos opacos y el clientelismo en el sector turístico también son visibles. Entre las agencias involucradas en Fitur 2025 que operan en España a partir de lazos con La Habana, se encuentran Enjoy Travel Group, cuyo director ejecutivo, Yuniel Mesa, es el hijo del ministro de la Construcción de Cuba; y Online Tours, cuyo director general es el hijo del ya fallecido historiador oficialista Eusebio Leal.


Campamentos de verano: entre autoritarismo y diplomacia cultural

Históricamente, los campamentos de las juventudes hitlerianas, pasando por los de las falanges franquistas, los de pioneros de la URSS y en Cuba, como los de ensayo para la defensa civil de Venezuela, han buscado activamente la pérdida de pensamiento crítico, la polarización política y la promoción antidemocrática. Una (no tan nueva) modalidad de promoción/captación de las autoridades cubanas es el rediseño de la estructura colectivista soviética, en forma de paquete turístico.

En esta fórmula, los campamentos de verano se han utilizado como estrategias de autoritarismo blando en diversos contextos. En la Unión Soviética, los campamentos de verano operaron como instituciones educativas centradas en el adoctrinamiento y la creación de entornos ideales para la socialización política, a través de talleres artísticos, actividades físicas y el contacto con la naturaleza. Actualmente, en Rusia, estos espacios toman forma de foros juveniles organizados como “plataformas” para la interacción entre el Estado y los jóvenes, fomentando formas de activismo pasivo y orgánico con la agenda oficial. Un caso similar es el de Bielorrusia, donde cada año, la Unión de Jóvenes Republicanos de Bielorrusia (BRSM) —una organización de masas que apoya al presidente Alexandr Lukashenko—, organiza campamentos de verano en todo el país para sus miles de jóvenes activistas.



Imagen de brigada internacional participando en un campamento (2017). Imagen: Granma Digital.


Hace décadas que Cuba ensaya este formato en el modo de brigadas internacionales auspiciadas por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), también promocionadas y producidas por agencias de turismo cultural como Amistur. En su página principal, la agencia propone un “turismo especializado” con programas temáticos de abogacía, salud, deporte, educación, agricultura, arte y cultura, medio ambiente, sindicalismo y parlamentarismo.



Capturas de pantalla de Web Amistur (2025).


Mediante ese espacio en internet, el ICAP presenta sus funciones: “(…) fomentar las acciones y contactos con los amigos de Cuba donde ocupan un lugar preponderante las Brigadas de trabajo voluntario. Estas realizan visitas con regularidad y son atendidas en el Campamento Internacional Julio Antonio Mella (CIJAM) por funcionarios de esta institución”. Entre sus actividades más frecuentes sobresalen:

  • Encuentros con dirigentes de organizaciones juveniles (como la Unión de Jóvenes Comunistas).
  • Trabajo voluntario en la agricultura.
  • Conferencias sobre la construcción del socialismo en la isla.
  • Talleres sobre la actualidad mundial y los “daños ocasionados por el criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos”.

En cada paquete específico ofrecido por estas organizaciones estatales, podemos ver el adoctrinamiento político en la base del esquema promocional.

Por ejemplo, en el de Arte, Cultura y Arquitectura se incluyen: recorridos a sedes oficiales de ICAP, visitas a monumentos políticos como la Plaza de la Revolución, encuentros con instituciones oficialistas como la Oficina del Historiador, la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, y Comités de Defensa de la Revolución, estos últimos presentados como “organización comunitaria de vecinos”.

Asimismo, en el programa Sistema de Educación, se incluyen recorridos por ministerios, escuelas “modelos”, y encuentros con especialistas de diversos establecimientos gubernamentales.

En el programa Abogados, dedicado a profesionales de este ramo que quieran conocer sobre el sistema jurídico en la isla, se brindan encuentros con directivos de la Sociedad Cubana de Ciencias Penales, de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional, así como de la Unión Nacional de Juristas de Cuba. También se imparten conferencias magistrales acerca del sistema penal y el derecho civil y criminal.

A manera de conclusión podemos decir que, aunque la forma de los campamentos ahora parece anticuada, su propósito es muy actual. Son lugares donde los asistentes se instrumentalizan como un recurso político del gobierno autoritario. No obstante estar diseñados para ser principalmente recreativos, esta modalidad cumple varias funciones serias:

  • Fomento de estado de opinión positivo entre nuevas generaciones internacionales acerca de Cuba como paladín de justicia social, seguridad y bienestar.
  • Extracción de divisas mediante paquetes de comercialización turística.
  • Ganancia de acólitos que reproduzcan en sus estructuras de socialización (educativa, laboral, familiar) la narrativa gubernamental.
  • Inversión en una red transnacional de divulgación y soporte a valores autoritarios.
  • Movilización de capital humano en la revalidación de la polarización internacional.
  • Acercamiento a conveniencia con la diáspora cubana como grupo de potencial inversión.

Los campamentos de verano, diseñados por el Ministerio de Relaciones Exteriores con la diáspora cubana como objetivo, y el Ministerio del Turismo como facilitador, pretenden camuflar, con dinámicas de socialización y experiencias “únicas”, el diseño y transmisión de antivalores alineados al discurso oficial. Para ello recurren a elementos de identidad nacional, reencuentro con raíces culturales, fomento de vínculos de pertenencia y experiencias de recreación de espacios patrimoniales pensados especialmente para la generación joven que aspiran cautivar.

El ODC alerta sobre la nueva estrategia de manipulación que el Gobierno cubano, a través del camuflaje turístico cultural, pretende extender sobre la diáspora cubana, un grupo poblacional históricamente despojado de derechos políticos, criminalizado, cancelado y explotado económicamente.

El ODC advierte sobre el peligro de los campamentos de verano como ejercicio de promoción transnacional autoritaria, con impacto en la cosmovisión política de estudiantes y jóvenes extranjeros en sus países de residencia.

El ODC denuncia la venta de un espejismo que no concuerda con la dura realidad socioeconómica de los cubanos, ni con la precariedad y persecución a la que son sometidos sistemáticamente.





Nota:
[1] https://www.traveltradecaribbean.es/cuba-promueve-alianzas-con-agencias-de-viajes-de-cubanos-en-espana/





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Todos los peores humanos (I)

Por Phil Elwood

Cómo fabriqué noticias para dictadores, magnates y políticos.